Título: Paradies: Glaube
Director: Ulrich Seidl
Año: 2012
País: Austria / Alemania / Francia
Duración: 113
Anna Maria (Maria Hofstätter) es la hermana católica de las 3 que protagonizan esta trilogía. Se dedica a los rayos x, pero le obsesiona que la gente se pervierta y desprecie la castidad, motivo por el cual durante sus vacaciones decide irse a casa de la gente a intentar introducirles la palabra de dios. Todo se complica cuando llega su marido, un hombre en silla de ruedas y no precisamente un ferviente católico.
El bizarrismo y la obsesión religiosa tienden a ir de la mano, especialmente si miramos desde unos ojos laicos o simplemente racionalistas el comportamiento de alguien que le dedica toda su vida a Jesucristo (vale cualquier otra religión pero aquí es lo que toca), llegando a puntos como el uso del látigo de 7 colas o el cilicio, además de caminar de rodillas por la casa mientras reza. La historia plantea esta clase de comportamiento y su relación con la obsesión sexual llegada por la vía de la negación y lo que supone una mutilación voluntaria de un instinto básico en cualquier ser vivo. Esto nos da una perspectiva de una realidad, la de Anna Maria, que está tan alejada de un comportamiento racional que alcanza el absurdo. Más, si después de un buen rato de peli añadimos a la ecuación un marido musulmán en silla de ruedas que se siente mal por no poder satisfacerla y que además antes era alcohólico o mezclamos a nuestra protagonista con relaciones de lo más variopinto con la gente a la que intenta predicar la palabra de dios, desde una familia que lo acepta hasta un tipo borderline que sigue obsesionado con la muerte de su madre o una mujer alcohólica y violenta. Todxs ellxs dejando grandes frases por el camino que recorre la cinta.
Todo esto, de nuevo y al igual que en la primera parte de la trilogía Paradise, rodado con frialdad y desde una perspectiva ajena a los personajes, aunque aquí se llegue a integrar un poco más con Anna María y su forma de ver el mundo para darle un mínimo de credibilidad. No obstante, planos muy bien medidos, fijos, con poco montaje y sin música, que aprovechan la decadencia de los espacios en los que se desarrolla la historia y muestran lo feo de la sociedad. Echarle en cara, eso sí, algunos cambios de plano que parecen servir simplemente para saltarse parte de la acción o incluso corregir cosas en la misma, que descolocan bastante teniendo en cuenta el resto de la narración. Además nuevamente acaba alargándose un poco de más la historia y no consigue una definición demasiado buena en el final. De las actuaciones, destacar a Maria Hofstätter, que aguanta la primera parte del metraje ella sola perfectamente.
PUNTUACION
Originalidad/Riesgo: 8.5
Técnica: 7.0
Guión: 8.5
Actuación: 7.5
TOTAL: 8.0
Originalidad/Riesgo: 8.5
Técnica: 7.0
Guión: 8.5
Actuación: 7.5
TOTAL: 8.0
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