Título: Paradies: Liebe
Director: Ulrich Seidl
Año: 2012
País: Austria / Alemania / Francia
Duración: 120
Teresa (Margarete Tiesel) ha entrado en los 50 sintiéndose sola, gorda y vieja. Por ello se va de viaje de vacaciones a Kenia, donde los muchachos jóvenes intentan hacer agradable la vida a mujeres como ella, manteniendo relaciones y buscando a cambio que ellas les proporcionen el dinero suficiente como para sobrevivir junto a sus familias. El problema entra cuando el choque de culturas y de posiciones sociales y mentales hace difícil que ambas partes sean capaces de mantener la dignidad.
Si me secuestraran para ponerme una pistola en la cabeza y me obligaran a decidir dos palabras para definir esta película, primero pensaría que mis secuestradores son medio imbéciles y muy raritos, y luego escogería sordidez y decadencia. Porque lo primero que salta a la vista al ver la peli es lo extremo de la puesta en escena, pretendiendo sin miedo el mostrar situaciones sucias e incómodas para el espectador convencional, con mujeres entradas en años liberándose sexualmente con africanos a los que tratan como poco más que carne, riéndose de ellos y explotándolos a cambio de dinero. Pero también está ahí la decadencia de esas mujeres que se entregan a esa opción como una manera de acercarse, mínimamente, al amor o al sexo sin más, necesitando sentirse guapas aun a sabiendas de que todo es una gran mentira, por mucho que se aferren a ese clavo ardiendo. Por último, no debería olvidar esa presencia inherente de África como un continente inferior del que Europa puede seguir aprovechándose, de esos hombres que son poco más que esclavos sexuales para estas mujeres y que se humillan para conseguir arrancarles un poco de dinero con el que vivir y mantener a sus familias mientras ellas lo hacen para buscar su amor. Vamos, que lo que vemos es que el mundo es una mierda horrible en el cual todos los personajes acabarán amargados por un lado o por otro hagan lo que hagan.
Para ello, un trabajo de cámara absolutamente frío y distante, con planos fijos muy marcados y compuestos con precisión matemática y un montaje que prefiere dejar suceder toda la acción ante dichos planos que ponerse a meter detalles o cambios de perspectiva, salvo en momentos muy concretos. Además, una narración que escapa de la música no diegética, creando un ritmo pausado pero que apoya con ello esa capacidad subversiva de la sordidez representada ante cámara. Destacar la buena interpretación de Margarete Tiesel, por cierto, que aguanta bien el tipo toda la peli y esa caída en la resignación que va suponiendo. Si acaso, echarle en cara un exceso de metraje que acaba resultando innecesario y un prólogo tampoco del todo útil si no lo pensamos en la perspectiva de que forma parte de una trilogía, aunque con un inicio totalmente rompedor con gente con problemas mentales montados en coches de choque vistos en primer plano que ya deja clara la pretensión de no ser un film facilón.
PUNTUACION
Originalidad/Riesgo: 8.5
Técnica: 7.5
Guión: 8.0
Actuación: 7.0
TOTAL: 8.0
Originalidad/Riesgo: 8.5
Técnica: 7.5
Guión: 8.0
Actuación: 7.0
TOTAL: 8.0
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