jueves, octubre 28, 2010

Cosas que hacer con su fin de semana, señora


Como las desgracias nunca vienen solas, en un mismo fin de semana podré verme exhibido cual animal de feria demostrando dos de las polladas en las que empleo el exceso de tiempo libre. Así que ya saben, si quieren disfrutar de mi presencia y cualidades para el espectáculo, no duden en asistir a estos magnos eventos:






1º.- Concierto este sábado día 30 de octubre, en el bar TNT, de IM DRUNK con los colgados de BASILIADES. Es a las 8 puntual por aquello de no meternos en las tantas, así que ya saben, asistan que es barato y además se grabará para videoclip. +INFO, EVENTO FBOOK






2º.- El día 1 de Noviembre, es decir, día de los muertos, me congratula anunciar el estreno de mi nuevo mediometraje, TIEMPO DE MUERTOS. Un trabajo en el cual he participado como único integrante del cast & crew durante los últimos 2 años y que al fin he conseguido parir. Esto será a las 9.30 aprox. en el compostelano bar TATOOINE, gratis y con invitación a cerveza inclusive. Así que no hay excusa para no venir a desperdiciar 35 minutos de vida. +INFO, EVENTO FBOOK
Por cierto, esto será a continuación de la Zombie Walk que hemos estado organizando duramente. Así que ya saben, vístanse de zombies y aparezcan a las 19.00 en la plaza da Quintana dos Mortos. +INFO, EVENTO FBOOK



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martes, octubre 26, 2010

No Moriré Sola

Título: No Moriré Sola


Director: Adrián García Bogliano


Año: 2008


País: Argentina


Duración: 86









Leonor (Marisol Tur), Yasmin (Magdalena de Santo), Moira (Andrea Duarte) y Carol (Gimena Blesa) van conduciendo su coche por una zona rural cuando se encuentran con una mujer tirada en mitad de la cuneta. La intentan rescatar y llevar al pueblo más cercano para denunciar que le han disparado, pero esta acción las llevará a una situación de alerta donde su integridad física se verá alterada seriamente, ya que los asesinos las perseguirán para violarlas y acabar con unos testigos tan incómodos como esas chicas.


Nota: Cuando un móvil va a sonar, mejor será evitar que en pantalla se vea que está sin sonido.


Uno de los géneros más característicos y definibles dentro de lo que fue la exploitation de los 70 y primeros 80 es, sin duda, el de violación y venganza. Y también uno de los más olvidados y menos mencionados, aunque de él salieran clásicos como I Spit On Your Grave (A.K.A. Day Of The Woman o La Violencia Del Sexo en su finísima traducción), Thriller: A Cruel Picture (A.K.A. Desenlace Mortal en una algo menos fina traducción) o La Última Casa A La Izquierda. Incluso si quieren cosas que mezclan en otros géneros esa misma idea, como Lady Snowblood.

Pero aún con ese olvido, la idea seguiría ahí, latente y asomando de vez en cuando en películas para televisión y dramas simplones, pero rebajando toda esa violencia y suciedad que impregnaba aquellas producciones. Por supuesto que la trama ha sido empleada en más ocasiones. Ahí están Irreversible o ¡Dispara!, pero ofrecen más de lo que era el género puro y duro. Sin embargo No Moriré Sola es, en gran medida, una readaptación de esos principios sin alterarlos, y de hecho homenajeándolos en créditos, resultando solo modificado el hecho de que ahora, el cine exploit se hace en un terreno de todavía menos presupuesto.

Un baño cualquiera en una gasolinera perdida, compitiendo contra el baño de Trainspotting.


Y es que esto es lo principal que destila la cinta, una simplicidad y falta de presupuesto enorme, que el director García Bogliano intenta suplir sin demasiado éxito, especialmente a la hora de dar ritmo a un guión excesivamente corto y que se queda en las meras estructuras del género, al ser excesivamente escueto y solo profundizar en la presentación para, después, quedarse en un vacío donde la situación ya se guía a sí misma por los cauces habituales. Pero bueno, tampoco se exige a sí mismo nada más que eso, ser una peli más de violación y venganza, y al menos lo consigue.

Y teniendo en cuenta esto, tampoco deberíamos tener como un problema el ritmo pausado que desarrolla, ya que en determinados momentos no hace sino que gane en potencia visual, como sería el caso de la escena de la violación, que dura casi un cuarto de hora, y gracias a ello se hace realmente desagradable. Eso, dejando de lado que, siendo un intento de género, debemos recordar también esa característica en los clásicos que citábamos en el primer párrafo. Lo que sí habría que echarle en cara son situaciones no demasiado bien solventadas como serían los comportamientos de las muchachas cuando no denuncian a la policía o cuando se las suelta aparentemente sin ningún tipo de investigación por parte del policía honrado.

Nota 2: Si la carretera levanta polvo, grabar desde un coche que va delante es un cantazo.


Además, hay que destacar lo que se apoya en el uso del sonido de Hilario Galasso Rimolo para incrementar la sensación de agobio que provoca esta lentitud, al jugar constantemente con la posproducción del mismo, repitiendo hasta la saciedad cosas como los gritos de los pájaros locales, reverbs de las acciones, y también mucha sensación de silencio que aisla a los personajes de la realidad. Aún así, las partes de directo, resultando excesivamente sucias e incómodas, llegan a hacer bastante difícil oír las conversaciones en más de un momento.

A ello se le suma un buen uso de la música, tanto diegética como no diegética, donde, negativamente, se podría poner la canción de créditos, que si fuese sin letra podría llegar a resultar más apropiada para la peli de que se trata. Pero bueno, el resto, eso, acompañando y ayudando en la sensación de agobio que procura el conjunto, aunque en ocasiones esté demasiado presente, sobre todo por destacar sobre la lentitud de la imagen.
Imagen para la cual García Bogliano cuenta con la dirección de fotografía a cargo de Fabricio Basilotta, buscando un tono sórdido y sucio que apoya el tono lógico de la historia. Eso sí, rodando casi todo en exteriores y ayudándose de la propia suciedad de las zonas en que está ambientada, como sería el caso de interiores como el baño de la gasolinera, o lo que son los planos en el bosque. Pero bueno, también el buen uso del color aporta.

Además, ayudando mediante planos lejanos y fijos de larga duración a ese ritmo que decíamos que buscaba, aunque no siempre consiguiendo aportar información al espectador, sino llegando a poder aburrirle, con un clarísimo ejemplo en ese momento del baño de la comisaría. También algún plano que no consigue explicar demasiado bien lo que ocurre, y pierde en credibilidad con cosas como el momento en que ven a la ciclista tirada, donde no está demasiado claro porqué solo la ve una de ellas y ni siquiera ve lo que es, cuando después parece claro y sencillo el verla.

Si, un martillo también puede ser un gran arma de tortura.


Con esto, condiciona enormemente el montaje que el propio García Bogliano ejecuta junto a Hernán Moyano, que si ya de por sí pega unos cuantos golpes en cambios incómodos, aún por encima demuestra una falta de material en bruto sobre el que trabajar, alterando en esto el ritmo y haciendo que pierda en suavidad y comodidad para el espectador. Pero eso sí, ayudando con el conjunto a los efectos, bastante buenos para lo que hay, pero que aún así, y contando con ese presupuesto ínfimo, les hacía falta ese trabajo desde montaje.

Como sospechar cosas malas de alguien tan duro?


En cuanto a los personajes, decir que están definidos con unos detalles mínimos, pero bien estructurados por parte del guión. Las actuaciones, dispares. Destacar entre las cuatro féminas a Marisol Tur, con muy buena evolución y bastante profundización del personaje. Gimena Blesa, por su lado, también a un nivel medianamente decente, pero sin llegar a hacerse del todo creíble. Andrea Duarte y, especialmente Magdalena de Santo, sin demasiado protagonismo para hacer a sus personajes. Especialmente la segunda. La primera, sí que consigue un buen nivel, llegando a un gran momento hacia la parte final de la película.

Los hombres, pues Leonardo Canga bastante justito y forzado en casi todas sus apariciones, especialmente las primeras, y siendo solo interesante para el papel por su presencia física, al igual que Leonardo Cuchetti, quien al menos se hace algo creíble en su durez. Andrés Aramburu, pues bien en su ausencia y taradez, haciéndose creíble. Y Rolf García, sin demasiado destaque, y tremendamente irregular, siendo como una especie de ente que circula sin aportar y sin llegar a influenciar al espectador en absoluto a pesar de las probabilidades que ofrecía su papel.



Resumen:

Una película de violación y venganza que lleva los principios básicos del género de un modo puro pero con muchos problemas en cuanto a un guión con puntos vacíos y un tratamiento técnico demasiado condicionado por la falta de presupuesto.





PUNTUACION

Originalidad/Riesgo: 6.5
Técnica: 6.0
Guión: 5.0
Actuación: 6.5

TOTAL: 6.0

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martes, octubre 19, 2010

Bad Ronald

Título: Bad Ronald


Director: Buzz Kulik


Año: 1974


País: USA


Duración: 74









Ronald (Scott Jacoby) es un chaval, hijo de divorciados y sobreprotegido por su madre (Kim Hunter). Un día, accidentalmente, mata a una vecina menor que él y no se le ocurre nada mejor que enterrar el cadáver. Ante tal panorama, la madre decide encerrarlo en el baño y taparlo de modo que nadie pueda descubrir que está ahí hasta que la cosa mejore. El problema viene cuando ella muere y él no llega a salir de su escondite, ni siquiera cuando llegan nuevos inquilinos.

Ronald nerd? nah, que va...


Si tenemos en cuenta pelis como Psicosis, Equus o Carrie, vemos claramente que las madres extremadamente protectoras y raras pueden llegar a producir ciertos desequilibrios en los hijos. De hecho, es un argumento cojonudo para plantear personajes con personalidades totalmente borderline y crear mediante ello historias donde lo enfermizo va cobrando más valor que lo tradicional, entrando ya desde esa familia disfuncional que se plantea.

Ese rollo enfermizo, por supuesto, se encuentra en Bad Ronald, que por sus formas, además de por su sordidez, me recuerda a cosas como El Padrastro o The Baby. Incluso a Que El Cielo La Juzgue. Y es que en todas ellas, destaca la dirección desde un punto de vista muy tradicional y sin mucha más pretensión que la dirección simple y plana, consiguiendo con todo ello un gran efecto que apoya esa sensación que transmitiría el guión por sí mismo.

Don't mess with Ronald...


Cosa de la cual se encarga Buzz Kulik, llevando un estilo plano y distante durante casi todo el metraje, alejándonos de los personajes pero gracias a ello permitiéndonos ver mucho mejor la locura en la que cae el protagonista. Además, ayudado en la dirección de foto por Charles F. Wheeler, otro especialista en lides televisivas, y consiguiendo entre ambos una ambientación malsana precisamente por lo frío y ausente de todo, además del planteamiento claustrofóbico del apenas tener planos exteriores una vez empieza la historia.

De todos modos, precisamente habría que echar en cara a Kulik la falta de explicación y el caso omiso que se le hace al proceso de caída en la locura por parte de Ronald. Que con un par de planos de él pintando y convirtiendo a los habitantes en los personajes de su historia, no es suficiente. Por fortuna, el guión se explica por sí mismo, y el clímax final, ya con Ronald desquiciado, consiguen subir el listón y justificar mucho del desarrollo.

Mejor que la Capilla Sixtina!


Un guión, adaptado por Andrew Peter Marin de la novela de John Holbrook Vance, en el que se echa de menos, también, un poco más de explicación sobre la ida de olla, y sobre todo, de la evolución temporal de la historia. Puesto que no sabemos si todo pasa en 2 meses o en 2 años, ni nada. Cosa que ayudaría a entender los cambios del personaje y le daría un plus de dramatismo con ello.

Pero bueno, por el resto, la cinta consigue un ritmo cojonudo, sentando las bases de la historia muy rápido y permitiéndose el avance continuo (ya digo, se echa de menos un poco más de chapa y explicaciones, de lo rápido que avanza) y sin aburrir al espectador. Sobre todo, porque las escenas avanzan sin problemas, y con una continuidad creíble y lógica si nos saltamos esas explicaciones que tanto estoy exigiendo.

A ello ayuda el montaje de Samuel E. Beetley, que sigue el resto de planteamientos técnicos, dando un aspecto plano y sin complicaciones, pero al mismo tiempo frío y distante. Habría que echarle en cara, de hecho, algunos momentos en los que provoca un ritmo un tanto cansino y falto de fuerza precisamente por esa frialdad (además de algunos errorcillos de raccord y cambios bruscos sin mucha importancia) aunque en general está bien.

Si, probablemente esta mujer haya provocado ella sola el agujero de ozono.


Y el sonido, un aspecto bastante mal superado por parte de William Edmondson en las mezclas, ya que en ocasiones las variaciones de sonido son absolutamente brutales, y de hecho en alguna ocasión llegamos a perder la voz de alguno de los personajes frente a otros en escena. Por suerte, la parte de edición de Victor Guarnier está bastante mejor conseguida, y se mete bien con la música de Fred Karlin, que por cierto logra un buen punto sórdido muy acorde con el rollo televisivo de corte dramático y la chunguez que destila toda la cinta.

Para todo esto, una actuación por parte de Scott Jacoby bastante inconstante, sin llegar a transmitir demasiado al espectador y siendo, en gran medida, uno de los principales problemas de que la evolución del personaje y de la historia no sean excesivamente claros. Aún así, con algún punto más o menos acertado, sobre todo en la parte central, donde Ronald se queda solo.

Kim Hunter, haciendo de madre enfermiza a buen nivel, aunque fuerce al personaje pero consiguiendo, al menos, transmitir y crear algo. Algo bastante contrario a Pippa Scott, quien con una actuación mucho más contenida y creíble consigue mucho menos y deja a su personaje mucho más vacío en líneas generales. Por su parte, Lisa Eilbacher, Cindy Eilbacher y Cindy Fisher haciendo un papel válido y creíble, de lo mejor cualquiera de las tres en cuanto a quedarse en un punto medio entre apoyo a la narración y credibilidad, junto a John Larch. Y no olvidemos a Linda Watkins, la vecina cotilla que, solo con unas cuantas apariciones tremendamente absurdas y exageradas se consigue ganar un hueco en la película y el recuerdo.

La señora Schumacher, la discreción en persona.



Resumen:

Una película extraña especialmente por su argumento, pero que en su desarrollo se queda más en un trabajo televisivo tirando a lo convencional, que además tiene muchos problemas a la hora de contar la historia y unas actuaciones no excesivamente espectaculares.





PUNTUACION

Originalidad/Riesgo: 8.5
Técnica: 5.5
Guión: 6.0
Actuación: 6.5

TOTAL: 7.0

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miércoles, octubre 13, 2010

Zítra Vstanu A Oparím Se Cajem (Mañana Me Levantaré Y Me Escaldaré Con El Café)

Título: Zítra Vstanu A Oparím Se Cajem


Director: Jindrich Polák


Año: 1977


País: Checoslovaquia


Duración: 93









Jan y Karel Bures (ambos interpretados por Petr Kostka) son dos hermanos gemelos totalmente antagónicos. Jan es un perdedor ordenado, mientras que Karel es un tarambana triunfador. Cuando Karel muere atragantado con un bollo, Jan no duda en apropiarse de su vida, descubriendo realmente toda la locura de conquistas y fiesta de su hermano, además de acabar involucrado en un plan para viajar al Tercer Reich con la intención de entregar a Hitler la bomba atómica y, de ese modo, cambiar el final de la II Guerra Mundial.

Un solo gesto, capaz de cambiar para siempre el devenir del pasado.


Teniendo en cuenta la cantidad de veces que la cagamos a lo largo de nuestras vidas, no es raro pensar y soñar con la posibilidad de volver al pasado y rehacer la historia de nuestras vidas. Pero es que a veces, lo que se quiere cambiar no es solo un detalle del ámbito privado en plan Regreso Al Futuro, sino que se quiere variar radicalmente la historia y, por ejemplo, salvar a la humanidad de la ascensión al poder por parte de las máquinas, como en Terminator.

Además, todos sabemos que los nazis fueron unos hachas a la hora de buscar medidas extravagantes para ganar la guerra y sobrevivir después. Ejemplos hay miles, desde armas realmente fabricadas como el gigantesco Cañón Dora (de 47 m) a los solo en plano como el también gigante tanque Landkreuzer P 1500 Monster (de 38 m). O también las que solo se conocen en proyecto, como el cañón sónico, y desde luego las que suenan más inverosímiles o a fake, como el arma solar o el Überschwerer Kampfschreitpanzer. Joder, que el departamento dedicado se llamaba wunderwaffen (armas maravillosas)!. Y todo eso descontando, por supuesto, el tremendo gusto de los líderes por el ocultismo.

Qué mejor modo de viajar en el tiempo que con naves especiales con tintes retrofuturistas!


Pero claro, el cine también ha sido consciente y lo ha hecho patente, con cosas como Los Niños Del Brasil o They Saved Hitler’s Brain es más que evidente que el nazismo y la locura paracientífica, van constantemente de la mano. Así que alguna vez tenían que cruzarse con los viajes en el tiempo. Y si es en Checoslovaquia, en plena efervescencia de creación surrealista como fueron los 60 y 70, pues también está dentro de lo lógico.

Porque aquí lo que se nos presenta es una comedia absurda, como evidencia la sinopsis, pero que aún así juega con un guión mucho más sencillo y directo, estructurado mediante situaciones de engaño y confusión que nos ayudan a entender toda la forma de ser de los personajes y dejando la situación bien explicadita para el final, mucho más basado en la extrañeza de todas las vueltas de los viajes temporales y las complicaciones que estos conllevan.

Eso, contado con un ritmo increíble, que apenas decae en ningún momento, al hilarse todo sin escenas necesarias ni de relleno y un buen sentido de la continuidad. Cosa especialmente difícil al tener en cuenta la dificultad de esas paradojas que siempre se provocan en los viajes temporales, contándolo siempre desde la perspectiva del protagonista y gracias a ello permitiendo al espectador entender las correcciones y los cambios en cada una de las líneas temporales.

Cuantas pelis ofrecen, en un solo plano, naves y nazis?


Todo con una dirección de Jindrich Polák muy enfocada en el constante movimiento de los personajes pero con simplicidad y buen hacer, basándose en angulaciones y formas de planos que rompe la estaticidad totalmente y bebiendo del cine americano de la época, olvidándose de lo clásico, para lo cual se ayuda de la fotografía de Jan Kalis, centrando además todo el peso visual en las acciones de los personajes y en la búsqueda del naturalismo que consiga integrar al espectador dentro de esa Praga futurista pero muy similar a la contemporánea a excepción de pequeños detalles como los viajes o la espuma del baño.

Y eso, con un montaje de la mano de Zdenek Stehlík también en la misma onda, y jugando a la perfección con las variaciones temporales de la última parte, sin dudar en repetir planos para confeccionar las repeticiones temporales y consiguiendo apoyar a la perfección el ritmo que el guión exige. Además, muy destacable algún momento como esas secuencias con actores multiplicándose perfectamente construídas y falseadas, además de la secuencia de créditos iniciales, con un perfecto juego con la música y las imágenes de archivo con nazis, y principalmente Hitler, que ayuda ya a meter el humor en el cuerpo al espectador en un vídeo perfectamente youtubero pero hecho unos cuantos años antes.

Si hay hasta familias circenses!


Además, plagando la cinta de más momentos en los que se enlaza con el sonido de Adolf Böhm para aligerar el peso de la historia, con ruiditos absurdos y divertidos incluso con el simple abrir de un maletero (que además apoya parte de humor chusco). Y una música de Karel Svoboda no excesivamente presente, pero ayudando cuando es necesaria en todo ese trabajo de aligeramiento y apoyo al avance.

En cuanto a las actuaciones, Petr Kostka destaca con su manera de llevar prácticamente todo el peso de la historia, consiguiendo crear un personaje que es perfectamente creíble en ese aspecto de buenazo y perdedor, aunque tenga algún momento de duda, especialmente a la hora de multiplicarse en escena. Y perfecto también en lo poco que sale haciendo de su hermano, en contraste absoluto.

No se porqué, pero me fascinan las encarnaciones de Adolf.


Vladimír Mensík, por su parte, sin una actuación muy compleja, pero rindiendo a la perfección para el trabajo que debe hacer, consiguiendo hacerse divertido como antagonista y un mínimo peligroso. Al igual que pasa con Jirí Sovák, que incluso llega a conseguir resultar acojonante en cuanto a su parte nazi desquiciada. Entre los restantes, destacaría a Vlastimil Brodský, que tiene un mínimo papel como parte del trío antagonista, aunque pasando bastante desapercibido y plano.

También es menester tratar todo el grupo de segundos papeles, fundamentales para el avance de la trama y la evolución de la misma, consiguiendo todos ese mínimo exigible necesario para esta comedia fresca. Especialmente si nos centramos en Valerie Chmelová, quien incluso se permite una evolución en el personaje y en los saltos temporales, y en Josef Vetrovec, aunque éste más forzado, al igual que puede pasar con Zuzana Ondrouchová y con esa interpretación de Hitler que hace Frantisek Vicena. Aún así, como digo, todos ellos consiguiendo apoyar el estilo fresco y desenfadado de la historia, y si hubiera que poner a alguien a un nivel más bajo, sería la pareja formada por Otto Simánek y Marie Rosulková, especialmente él, aunque también es cierto que tienen más tiempo en pantalla que muchos otros secundarios y eso es mucho de su problema.

Manual de estilo llevando gorra. Capítulo 1.



Resumen:

Una historia absurda y psicotrónica que da pie a una comedia desenfadada y fresca con un guión sólido y bien planteado que consigue entretener en todo su metraje gracias también al buen trabajo técnico y artístico.





PUNTUACION

Originalidad/Riesgo: 8.5
Técnica: 8.0
Guión: 9.0
Actuación: 7.0

TOTAL: 8.0

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martes, octubre 05, 2010

Maté A Einstein, Caballeros

Título: Zabil Jsem Einsteina, Panove


Director: Oldrich Lipský


Año: 1970


País: Checoslovaquia


Duración: 95









Las mujeres no pueden tener hijos y les está empezando a salir barba. El gobierno ya no sabe qué hacer para superar este problema, y ahí es donde el profesor Moore (Jirí Sovák) da la solución: para evitar que con el desarrollo de sus teorías se construyan las bombas G que han llevado a tal situación, lo mejor es viajar a 1911 y matar a Einstein (Petr Cepek) antes de que desarrolle sus teorías.

Con este plano empieza la peli, dejando claro lo de las mujeres con barba.


Hablando de viajes en el tiempo, ya es tópico e innecesario el citar a H. G. Wells, al igual que, ya ciñéndonos al intentar arreglar el presente mediante remiendos en el pasado, están ahí las sagas de Regreso Al Futuro o Terminator. Incluso sería menester hablar de 12 Monos y La Jetée. Solo tienen que buscar un poco en Google para encontrar artículos al respecto, con todas ellas en común.

Pero como es habitual con el cine checoslovaco, Maté A Einstein, Caballeros pasa desapercibida a pesar de ser un ejemplo anterior a la mayoría (excepto La Máquina Del Tiempo y La Jetée, aún no cité ninguna obra anterior), y que juega a la perfección con el concepto de las líneas temporales alternativas y el movimiento por ellas, mezclándose con la realidad al incluir a Einstein en la trama, dando con esto un principio de absurdez en la historia general cojonudo que se pasa por el forro toda premisa de credibilidad como historia sobre el joven Einstein.

Viaje en el tiempo, ahora también en 3D!.


El problema es que este absurdo se queda simplemente en la premisa básica del guión, escrito por el propio Oldrich Lipský en conjunción con Milos Macourek y Josef Nesvadba, e inspirado en la obra de este último, con todo el rollo de las mujeres barbudas, la bomba G y la necesidad de viajar al pasado a matar a Einstein antes de que desarrolle sus estudios, y básicamente en el desenlace final. Pero poco más nos ofrece, convirtiéndose en una comedia bastante sencilla y simple, con solo unos cuantos momentos destacables, y basándose, principalmente, en una cantidad de enredo enorme, que ayuda al espectador a poder entrar fácilmente en la trama, pero no da todo lo que podría con la idea original.

De hecho, incluso se le puede echar en cara el poco caso que se le hace a las consecuencias de los viajes y a lo extraño de las historias que se forman, a pesar de que tenga un momento de explicación de la desviación que influenció directamente a Regreso Al Futuro y un poco de presente alternativo con esas variaciones del pasado. Pero todo con una apariencia de muy poca importancia. De todos modos, avanza bastante bien y de modo fluido, resultando interesante también por la repetición de tiempos y acciones en la segunda mitad, donde el espectador ya conoce mucho mejor todo el plan y lo que va a ocurrir, y se permite, por tanto, una mayor complejidad de todo el enredo en que caen los personajes.

Doc debería haber aprendido a seleccionar donde explicar los viajes.


A todo ello ayuda la dirección del sr. Lipský, simple, funcional y sin las experimentaciones que presentaba en films como Happy End o Lemonade Joe, sino buscando una narrativa más pura y directa. Además, hay que reconocer que consigue un buen trabajo en cuanto a la diferencia de ambientación futurista y pasada sobre todo gracias a la ayuda de la foto de Ivan Slapeta, jugando mucho con el aspecto de ambos mundos, y buscando un mínimo de experimentación en cuanto a los encuadres que haga dinámica la presentación, y sobre todo en algunos falseamientos de efectos, llegando a mostrar momentos de pantomima como los que ocurren con la silla y el pegamento.

El montaje, hecho por Miroslav Hájek, sin excesivos problemas y apoyando ese punto simplista y sin excentricidades que busca el conjunto de la peli. Aún así, destaca el trabajo en cuanto al falsear determinados momentos como lo de bajarse del carruaje en marcha con aceleración, o los viajes en el tiempo con esos desdobles de imagen. En cuanto a los defectos, algunos raccords mínimos, y algo de pesadez en general, pero bueno, también por la complejidad de toda la narrativa en paralelo que establece, sobre todo, en todo el segundo viaje al pasado.

No es un punk con cargo, solo es un afeitado mal hecho.


Con el sonido, ocurre lo mismo que con el resto de los aspectos técnicos, una búsqueda de lo sencillo y sin nada loco ni destacable, pero hecho con oficio y saber hacer por parte de Jirí Kejr. Así, apoya la imagen sin demasiados problemas, y no deja ningún error destacable. Y a ello se le suma la música, compuesta por mucha clásica como lo es la propia Sonata en Mi Menor de Mozart que toca Einstein, y combinando y jugando a la perfección entre lo diegético y lo extradiegético, llegando a transformarse uno en lo otro sin miedo, y acompañando a la acción correctamente.

Entre los actores, destaca Jirí Sovák, con un personaje principal bien conseguido, que consigue moverse bien por la película y con un mínimo de profundidad, aunque no demasiada. Jana Brejchová, por su lado, consigue involucrar al espectador, convirtiéndose en la heroína y creando un personaje complejo dentro de los límites que tiene, cargando con la mayoría del peso que hace avanzar la historia.

Lo malo de tocar mientras teorizas, que te aislas del mundo.


De los demás, hay que tener en cuenta a Petr Cepek, con la complejidad de interpretar a un personaje real, y precisamente obviando mucho de la realidad para crear un personaje por si mismo, aunque sin desarrollarlo en absoluto (tampoco tiene tiempo), y a Lubomír Lipský, el personaje más complejo por sus cambios de registro en los distintos tiempos en que se mueve la peli, y consiguiendo salir airoso en todos ellos, gracias también a lo ligero de sus apariciones. Ventaja que también tiene, y sin embargo no aprovecha, Iva Janzurová, plana en casi todo su tiempo, y destacable solo en los momentos más de putón.

Eso es darle al público lo que quiere: carne.



Resumen:

Una comedia con una idea cojonuda pero un desarrollo discretito, en el que prima más la trama de enredo que la del absurdo de viajar en el tiempo para matar a Einstein, rodada con sencillez y sin aspavientos, pero basándose en eso para tampoco cometer errores y primar el desarrollo del enredo.





PUNTUACION

Originalidad/Riesgo: 8.5
Técnica: 7.0
Guión: 6.5
Actuación: 6.5

TOTAL: 7.0

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