martes, diciembre 14, 2010

I, Zombie

Título: I, Zombie: The Chronicles Of Pain


Director: Andrew Parkinson


Año: 1998


País: Reino Unido


Duración: 79









Buscando muestras para sus experimentos del doctorado, Mark (Giles Aspen) es atacado y mordido por una mujer desconocida y moribunda. Tras tres semanas vagando, a causa de la mordedura ya ha empezado a matar para alimentarse, y es consciente de que no podrá volver a su vida anterior. Su novia Sarah (Ellen Softley) en un principio hace lo posible por encontrarlo, pero pronto va perdiendo la esperanza y comienza a mirar hacia delante en su vida, al tiempo que, paralelamente, Mark se va pudriendo y descomponiendo a medida que su enfermedad sigue poseyéndolo.

Rescatar a una mujer con aspecto de zombie es bueno moralmente, pero quizás sea algo peligroso...


Los cambios físicos siempre son traumáticos. Y si no, que se lo pregunten a los personajes de las pelis de Cronenberg en la época de la nueva carne, desde Videodrome hasta eXistenZ o a los protagonistas de las pelis de adolescencia como Secretos Del Corazón o À Ma Soeur. Así que es de esperar que el paso de persona normal a zombie también lo sea. Y más cuando, como en este caso, sigue más los principios de los infectados que no necesitan llegar a morir para ser zombie, y aún por encima duran meses, frente a las escasas horas de los zombies de las pelis tradicionales.

Esta transformación ya es un lugar común en todas las cintas de zombies, normalmente con la excusa del plantearse matar a un compañero de fatigas yhttp://www.blogger.com/img/blank.gif esa duda moral. De todos modos, también ha sido explotado con mayor o menor éxito como el centro de la historia en cintas como Mortal Zombie. Andrew Parkinson pretende aquí llevar todo a un tono mucho más filosófico y existencial, mostrando el proceso de putrefacción y degradación que va afectando al protagonista interna y externamente y sus reacciones para con el mismo.

La expresión 'te voy a comer la boca' nunca tuvo tanto sentido.


Así que pretende ser una idea algo original aunque basada en cuestiones clásicas del cine zombie, y eso lo consigue en cierta medida. El problema que presenta, eso sí, es el ritmo excesivamente pausado, causado en gran medida por lo tremendamente pretencioso de la idea frente a lo vacío que acaba resultando el guión, quedándose en lo evidente del proceso de degradación moral de quien tiene que matar contra su voluntad para sobrevivir, y que se refleja en su degradación exterior por la podredumbre.

También el amor está presente en la historia, intentando ser un lazo que nos cree la impresión de humanidad en Mark y nos haga ver su pérdida de conexión con el mundo, pero consiguiendo todo lo contrario ya que establece una trama alternativa que no acaba de importar al no afectar en absoluto a la vida de Mark, sino solo a la de Sarah. Además, cuando nos ponemos a pensar en la cantidad de vacíos que quedan respecto a cómo Mark sobrevive sin que nadie sospeche de él, ni lo busque la policía en su nuevo piso cuando estaba declarado como desaparecido, ni nada, aún destaca más este celo excesivo por mostrar lo que pasa con ella. Lo mismo que ocurre con esos momentos de pseudodocumental que tampoco ofrecen nada al espectador más que cubrir tiempo.

Lo de pudrirse acaba haciendo que necesites un arreglillo aquí o allá.


Y esta lentitud se ve acrecentada al pensar en el trabajo narrativo de cámara que hace Parkinson. Aún siendo conscientes de su bajo presupuesto y realización casera, la cámara se hace torpe, con poca coherencia ni sentido, y presentando desde planos-contraplanos innecesarios e incluso incómodos hasta planos contemplativos que no llevan a ningún lado. Eso sí, una de las cosas que hay que reconocer es la sordidez que la fotografía de Jason Shepherd consigue transmitir a la cinta, recordando incluso a las pelis del sr. Buttgereit en más de un momento. Sobre todo en los momentos en los que se combina con la sangre, dando protagonismo a ésta en el plano, y apoyándose en la enorme calidad de los efectos, que parecen haberse llevado ellos solos casi todo el presupuesto.

El montaje zafa bastante bien y realmente es un apartado bastante cuidado, si bien aparecen problemas de ritmo, que aparentan ser más un por la calidad del material rodado que un error en sí mismo de los montadores, Gary Hewson y el propio director. Incluso se permiten un buen trabajo en determinados momentos como son las ensoñaciones de Mark, que se suceden con cambios bruscos a la realidad y logran mucho de cara a fomentar la subjetividad y la catarsis con el protagonista en el espectador.

El apartado sonoro, también a muy buen nivel teniendo en cuenta la clase de película con la que nos encontramos, buscando un aspecto donde las voces priman absolutamente sobre los ambientes y la escena. Cosa que, teniendo en cuenta la cantidad de voz en off que hay, se entiende esto. Lo que sí se le podría echar en cara, es el exceso de música, que intentando ayudar a digerir mejor los pasajes más lentos, acaba produciendo el efecto contrario, y llega a resultar bastante repetitiva en más de una ocasión, por acertada que sea en cuanto a lo sucio y sórdido que transmite.

Pues hala, me llevo la pelota.


Pero todo este trabajo técnico, no se ve acompañado por las interpretaciones, tremendamente forzadas en los diálogos, y sin llegar a decir nada al espectador. Especialmente reseñable Giles Aspen, quien a pesar de llevar el protagonismo no logra hacerse creíble en casi ningún momento de diálogo, aunque reconozco que en las partes de voz en off está más acertado. Y tampoco convence en sus movimientos como zombie, y menos aún cuanto más avanzado es el estado de putrefacción. Ellen Softley, por su parte, también tremendamente forzada y pareciendo, en ocasiones, que incluso interpreta a alguien que está fingiendo, más que a una mujer enamorada.

El resto del reparto, apenas tiene tiempo ante la cámara, aunque podríamos destacar a Dean Sipling, quien consigue que al menos en ese ratito su personaje parezca ser alguien creíble y no solo un títere moviéndose al azar. En el plano negativo, Nick Mallinowski, en esa secuencia haciendo de un policía tan poco creíble que parece convertir la peli en un corto hecho entre amiguetes de coña más que algo con las pretensiones que tiene esto.

Uno de los peores policías posibles entre todos los amigos del director.




Resumen:
Una peli cuyas pretensiones se le quedan grandes, ya que los fallos de guión, de narrativa y de interpretación la llevan a resultar bastante vacía y desde luego muy lenta, a pesar del buen nivel que los técnicos demuestran, y más al considerar lo ajustado del presupuesto.





PUNTUACION

Originalidad/Riesgo: 8.0
Técnica: 7.0
Guión: 4.0
Actuación: 4.0

TOTAL: 6.0

1 comentario:

Anónimo dijo...

But do the research to have the Blue Book valuation on your
automobile Super Real a
evening out here, new clothes there, as well as the usual expenses that happen like car
and house maintenance, can all add together extremely quickly.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...