Como reflexión final del festival, me gustaría destacar antes de nada un par de temas que me venían rondando la cabeza desde la mitad del mismo. En primer lugar, esa constante presencia de la tercera edad y cierto temor al envejecimiento y la pérdida de conocimiento aunque sumado a una reivindicación del mismo como fuente de inspiración vital. Desde Amour hasta Robot & Frank, pasando por Paradise: Love, Like Someone In Love o Vous N'Avez Encore Rien Vu, podemos apreciar ese argumento planteado en distintas ópticas, pero siempre jugando con el elemento común de la soledad y la presencia de la muerte. Algo destacable, sobre todo si tenemos en cuenta que aquí había películas de Alain Resnais (90 años), Abbas Kiarostami (72), Bernardo Bertolucci (72), Michael Haneke (70) o Manoel de Oliveira (104). Vamos, una constante que se venía también con los directores, aún a pesar de la presencia de gentes como Benh Zeitlin (30) o el jovencísimo Xavier Dolan que con sus 23 años ya presentaba aquí sus 3 largometrajes (y filmando el 4º: un tipo al que estoy seguro que envidiamos todos los que nos queremos dedicar a esto y todavía luchamos por comenzar una carrera teniendo unos cuantos años más que él). Una pena el haberlo descubierto tarde y no haber asistido a ninguna de sus pelis. Algo que demuestra a las claras que los grandes maestros de esto se nos están haciendo mayores por mucho que vengan nuevas generaciones. Si el arte de un tiempo funciona como representación de su pensamiento, es esto una prueba de que sentimos que nuestra sociedad se anquilosa y envejece, o simplemente una prueba de que realmente lo hace?
Por otro lado, querría hablar de la situación del audiovisual, primero gallego y después español, que por mucho que se pueda criticar y rajar desde una perspectiva puramente industrial, me parece que está en un buen nivel. De aquí, tenemos documentales como el propio hecho por un servidor y Carlos Pensado Escuros, Roncos E Compasados, del que no hablaré más por una obvia cuestión profesional a la hora de escribir. Pero también CoraSons de Paco Abelleira, Morreu O Demo, Acabouse A Peseta de Pedro Solla o Fóra, de Pablo Cayuela y Xan Gómez Viñas por citar solamente aquellos que fui a ver en ese horario extraño y de un solo pase que se puso a los productos de nuestra tierra. A ello, sumamos ese trabajo de Margarita Ledo, A Cicatriz Branca al que no pude asistir por cuestión de compaginar horarios o ya en el nivel estatal A Puerta Fría de Xavi Poboa, El Muerto Y Ser Feliz de Javier Rebollo o Summertime de Norberto Ramos del Val. Una presencia bastante grande y bien acogida en general, que demuestra que todavía hay salud por mucho que se llore. Una pena ver ahora estos títulos y darme cuenta que me los dejé en el tintero. Queda la satisfacción de haberlo hecho lo mejor que pude y supe, aunque la conciencia critique el haber dejado esto de lado.
Respecto a esas otras películas que me dejé sin ver, desde luego la gran decepción fue Holy Motors, que esperaba con ansia tras su acogida en Sitges y cuyo pase escogido por un servidor era el del día 14 (en el que los piquetes de la huelga no permitieron que el festival abriera con servicios mínimos, que era lo que pretendían hacer, pasando las 2 películas con más interés por parte del público. Me disgusta pensar que si seguimos sin considerar la cultura un bien de primera necesidad, así nos seguirá yendo). Ahora, esperar al formato doméstico y echarle un vistazo. Por otro lado, este año al menos conseguí ver las 3 mejor votadas (The Hunt con un 8'17, Beasts Of The Southern Wild con 7'81 y Robot & Frank con un 7'75) aunque A Royal Affair, que consiguió un 7'71, se quedó a las puertas.
Las grandes sorpresas de lo que vi, pues un Resnais que sigue siendo el mismo loco experimentador de siempre así como Vinterberg ya parece haberlo abandonado, igual que Kiarostami o Haneke no parecen querer seguir siendo ellos y prefieren buscar más intimidad con su público, aunque conmigo no lo consigan. Por otra parte, una pena que Pascal Laugier no mantuviese el nivel con esta The Tall Man, pero es que Martyrs lo había puesto muy alto. Y desde luego, sorprendido gratamente por Ulrich Siedl, director del que no había visto nada y que me encantó con esas 2 partes de la trilogía Paradise y su narración fría, aséptica y muy sórdida como buen austríaco que es. No nos olvidemos de The Imposter, esa pequeña joya de la narrativa documental (o mockumental?) que personalmente considero la mejor película del festival, sobre todo por lo original y arriesgado de la propuesta.
Al final, un Cineuropa bastante interesante, sin ninguna grandísima obra maestra que me cambie la vida, pero con un nivel alto en las películas que pude ver. De hecho, en cuanto a la aceptación por parte del público solamente ha suspendido una película, La Noche de Enfrente, que no fui a ver probablemente por aligerarme la carga y no atraerme demasiado en su sinopsis. Yo añadiría a ese suspenso Papirosen, aunque en esta no se podía votar.
Por otro lado, querría hablar de la situación del audiovisual, primero gallego y después español, que por mucho que se pueda criticar y rajar desde una perspectiva puramente industrial, me parece que está en un buen nivel. De aquí, tenemos documentales como el propio hecho por un servidor y Carlos Pensado Escuros, Roncos E Compasados, del que no hablaré más por una obvia cuestión profesional a la hora de escribir. Pero también CoraSons de Paco Abelleira, Morreu O Demo, Acabouse A Peseta de Pedro Solla o Fóra, de Pablo Cayuela y Xan Gómez Viñas por citar solamente aquellos que fui a ver en ese horario extraño y de un solo pase que se puso a los productos de nuestra tierra. A ello, sumamos ese trabajo de Margarita Ledo, A Cicatriz Branca al que no pude asistir por cuestión de compaginar horarios o ya en el nivel estatal A Puerta Fría de Xavi Poboa, El Muerto Y Ser Feliz de Javier Rebollo o Summertime de Norberto Ramos del Val. Una presencia bastante grande y bien acogida en general, que demuestra que todavía hay salud por mucho que se llore. Una pena ver ahora estos títulos y darme cuenta que me los dejé en el tintero. Queda la satisfacción de haberlo hecho lo mejor que pude y supe, aunque la conciencia critique el haber dejado esto de lado.
Respecto a esas otras películas que me dejé sin ver, desde luego la gran decepción fue Holy Motors, que esperaba con ansia tras su acogida en Sitges y cuyo pase escogido por un servidor era el del día 14 (en el que los piquetes de la huelga no permitieron que el festival abriera con servicios mínimos, que era lo que pretendían hacer, pasando las 2 películas con más interés por parte del público. Me disgusta pensar que si seguimos sin considerar la cultura un bien de primera necesidad, así nos seguirá yendo). Ahora, esperar al formato doméstico y echarle un vistazo. Por otro lado, este año al menos conseguí ver las 3 mejor votadas (The Hunt con un 8'17, Beasts Of The Southern Wild con 7'81 y Robot & Frank con un 7'75) aunque A Royal Affair, que consiguió un 7'71, se quedó a las puertas.
Las grandes sorpresas de lo que vi, pues un Resnais que sigue siendo el mismo loco experimentador de siempre así como Vinterberg ya parece haberlo abandonado, igual que Kiarostami o Haneke no parecen querer seguir siendo ellos y prefieren buscar más intimidad con su público, aunque conmigo no lo consigan. Por otra parte, una pena que Pascal Laugier no mantuviese el nivel con esta The Tall Man, pero es que Martyrs lo había puesto muy alto. Y desde luego, sorprendido gratamente por Ulrich Siedl, director del que no había visto nada y que me encantó con esas 2 partes de la trilogía Paradise y su narración fría, aséptica y muy sórdida como buen austríaco que es. No nos olvidemos de The Imposter, esa pequeña joya de la narrativa documental (o mockumental?) que personalmente considero la mejor película del festival, sobre todo por lo original y arriesgado de la propuesta.
Al final, un Cineuropa bastante interesante, sin ninguna grandísima obra maestra que me cambie la vida, pero con un nivel alto en las películas que pude ver. De hecho, en cuanto a la aceptación por parte del público solamente ha suspendido una película, La Noche de Enfrente, que no fui a ver probablemente por aligerarme la carga y no atraerme demasiado en su sinopsis. Yo añadiría a ese suspenso Papirosen, aunque en esta no se podía votar.
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