jueves, agosto 13, 2009

Speedway

Título: Speedway


Director: Norman Taurog


Año: 1968


País: USA


Duración: 94












Steve Grayson (Elvis Presley) es un piloto de carreras que está arrasando en las últimas pruebas. Gracias a ello, está consiguiendo suficiente dinero como para poder ayudar a los que le rodean, además de darse una vida de lujo. El problema surge cuando se descubre que sus impuestos no han sido correctamente pagados por culpa de su mánager, así que empiezan a quitarle los bienes, tanto a él como a los que ha ayudado.

Hay que reconocer que la idea de juntar al rey del rock con la hija de la voz en una misma cinta, debía de ser muy apetecible para cualquier productor, y si además le metemos la emoción de los deportes de motor (aunque sea el NASCAR) por el medio, pues ya está todo organizado para pegar un buen pelotazo. Y es que es esa ventaja del género musical, que se mezclan con todo, como demuestra la existencia de La Leyenda De La Ciudad Sin Nombre, West Side Story, o La Mujer Es Un Buen Negocio (y que a fin de cuentas, los de Manolo Escobar, sería lo más parecido a las de Elvis hecho en España). Y digo musical porque, no se puede tildar de otra cosa teniendo varias canciones metidas con calzador (que este es un género al que le ocurre lo mismo que al porno o al gore, que para coger sus características y meter canciones, a veces hay que excusarse con hilos), aunque lo que prime sea la historia.

El problema, de entrada, está en el combinar las canciones que evidentemente ambos actores protagonistas van a cantar, con estas carreras, sin dejar ninguno de los elementos demasiado de lado. Así que hala, a cantar en bares con coches a modo de mesa (ya saben de donde sale el Jack Rabbit Slim's de Pulp Fiction), y de las carreras metemos unas cuantas imágenes, donde incluimos algunos accidentes, y con ello, especialmente al principio, liamos al espectador, que no es ni capaz de saber en que coche corre Elvis, ni quienes son de su equipo, ni nada. Ni siquiera con la ayuda del comentarista del propio circuito (por suerte, al cabo de un rato sí va quedando claro cual es su equipo y su coche, porque esta primera carrera dura bastante). Y el problema está en que nos lo muestran como si tuviéramos que saberlo, y mucho del tiempo de carrera canta a relleno cosa mala.

Y más o menos, así se va estableciendo la narrativa, con poca información al espectador, que se entera gracias a lo evidente y sencillo de la historia, y preocupándose más de introducir las canciones, (que al principio hasta quedan medianamente lógicas en la historia, hay que admitirlo, aunque después ya estén más forzadas) que en guiarlo. Todo ello pincelado con un montón de momentos de humor bastante simplón que dan un aire fresco y hacen menos evidentes las carencias que tiene la historia y lo poco profundo de sus giros. Lo peor es que argumentalmente podría dar mucho más de sí, aún sin llegar a ser una obra que vaya a ningún lado más que al entretenimiento sin pensar y a hacer caja, pero está demasiado dejada por encima, sin fuerza ni dramatismo.

Esto es culpa, en gran parte, de una dirección que no toma en serio la posibilidad de contar nada, y se queda en una muestra de imágenes que queden medianamente bien conjuntadas, siguiendo las reglas básicas para que no sea un cantazo de un modo correcto, como es de esperar en un director con casi 50 años de carrera, pero sin preocuparse de hacer otra cosa que mostrar lo que hay delante de cámara, que total el público solo quiere ver a Elvis y a Nancy. En cuanto al montaje, algunos fallos de raccord, especialmente en los movimientos de los personajes, y algunas partes que pierden el ritmo, destacando especialmente las carreras por lo que comentaba antes de no permitir al espectador el orientarse bien en la imagen.

Los actores, pues cantar cantan bien, y por supuesto, tienen un dueto (era imposible evitarlo, la verdad es que la tentación debía ser muy fuerte), pero poco más. Sus caras no transmiten nada más que el “nena mira como lo peto” habitual de Elvis, o ese aspecto de perdida que siempre tiene Nancy Sinatra. Y el resto, no destacan precisamente por encima de estos protagonistas, haciendo una honrosa excepción Bill Bixby haciendo de mánager y amigo del protagonista, y que al menos alcanza el nivel al que se orienta a llegar toda la cinta.

En resumen, una película poco interesante, salvo por la presencia de Nancy Sinatra y Elvis Presley en ella, que solo aportan algo a nivel musical, y que intenta entretener, pero apenas lo consigue.










PUNTUACION

Originalidad/Riesgo: 3.5
Técnica: 5.5
Guión: 6.0
Actuación: 4.5

TOTAL: 5.0

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