Título: Charley Varrick
Director: Don Siegel
Año: 1973
País: USA
Duración: 111
Charley Varrick (Walter Matthau) planea y ejecuta el robo a un pequeño banco del sur de USA. Pero en el robo no todo sale bien. Muere su mujer Nadine (Jacqueline Scott) y otro de los ladrones, y al ir a repartirlo con el que queda vivo, se dan cuenta de que todo ese dinero es, probablemente, de la mafia, que lo quería blanquear. Así que Charley hará lo posible para evitar la persecución a la que será sometido el dinero.
Algo que me encanta del discurso moral, es lo fácilmente que se le pueden tergiversar las cosas para dar la razón a la parte que nos interese, basándonos simplemente en explotar lo bueno que hay dentro de lo malo, y comparándolo con cosas peores. Digo esto porque en este film, en realidad, el protagonista es también el villano. Es el que ha hecho el mal desde el comienzo de la historia, jodiendo a una serie de personas que, lógicamente, lo persiguen, además de no demostrar arrepentimiento a pesar de las consecuencias del robo, y, sin embargo, la película pone de su lado.
Y esto no es solamente por ser quien tiene el máximo carisma, como ocurriría en Ichi The Killer, ni por engañar al espectador, como en tantos films categorizados era yo, y ni siquiera por conceptos de subcultura pop como los asesinos de las sagas de terror como Viernes 13 o Halloween. Sencillamente es por una orientación del discurso que tergiversa y pone al malo como bueno. O quizás tergiverse yo y sea la mafia y los corruptos quienes son los malos. Lo que está claro es que nadie aquí es lo que definiríamos como un buen chico, o al menos nadie que cuente en la historia.
Esta capacidad para situar a Charley Varrick como el bueno se logra gracias a un protagonismo absoluto desde el principio, con un Walter Matthau que consigue un papel perfecto como personaje frío y duro, que calcula todos sus movimientos, y engaña tanto a sus rivales como al espectador, aunque le echaría en cara una falta de expresividad demasiado grande que quita humanidad al personaje en busca de esa frialdad. Por su lado, Joe Don Baker también hace un buen trabajo como asesino, aunque aquí se peca precisamente de lo contrario, de no hacerlo lo suficientemente frío, y por ello no acojonar todo lo que debería.
Y con estos dos personajes, se establece la historia en paralelo, centrándose en Charley Varrick, como decía, pero sin olvidarse de presentar al espectador la persecución, para crear el suspense necesario, al ver como sus planes están peligrando debido a la cercanía cada vez mayor del asesino de la mafia. Planes de los que se calcula perfectamente hasta donde debe verlos el espectador, en un diálogo que a veces cuenta menos de lo que nos hace creer, y otras todo lo contrario. Y parte de ello ambientado en una de mis ciudades favoritas por su nombre: Albuquerque. De todos modos, le echaría en cara algunas escenas y situaciones que parecen incluidas como relleno para hacer más comercial el film, como sería la que hay en la casa de la srta. Ford, y que solo logran perder lógica a los personajes y sus acciones.
Técnicamente, un film perfectamente planteado, de un modo muy clásico, como es de esperar por parte de un director como Don Siegel, pero que aún así emplea algunos movimientos de cámara más veloces y menos estáticos que en lo que entenderíamos por clásico. Se nota en este sentido la cercanía de una obra como Harry El Sucio (por cierto, destacable la referencia a Clint Eastwood, precisamente por esta cercanía), con un aspecto muy similar en cuanto a la sobriedad de la dirección pero la ambientación como film de acción con personaje al que coger cariño a pesar de ser bastante cabrón. De todos modos, la ambientación y la narrativa audiovisual no alcanza a proporcionar la suficiente fuerza como para enganchar al espectador y clavar la película en la retina.
De este modo, la fotografía busca y encuentra un aspecto creíble y bastante natural, aún a pesar de tener algunos planos que se decantan por la estética, especialmente en las transiciones entre escenas. El montaje, jugando con esta narración paralela, peca de introducir demasiados planos para resituar al espectador, dando con ello un aspecto un poco televisivo en ocasiones. Respecto al sonido, a excepción de algunos momentos mal trabajados en la edición como el ruido de fondo en las conversaciones telefónicas, que se fragmenta de un modo extraño, correcto, y con una música que ambienta sin molestar, haciendo su papel tradicional en un historia como esta.
Resumiendo, un film más que correcto, pero con defectos que no le permiten llegar al nivel al que podría con ayuda de un guión más contundente y un mejor planteamiento técnico.
PUNTUACION
Originalidad/Riesgo: 7.0
Técnica: 7.5
Guión: 8.0
Actuación: 7.0
TOTAL: 7.5
Originalidad/Riesgo: 7.0
Técnica: 7.5
Guión: 8.0
Actuación: 7.0
TOTAL: 7.5
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