sábado, agosto 22, 2009

Pulp Fiction

Título: Pulp Fiction


Director: Quentin Tarantino


Año: 1994


País: USA


Duración: 148











Vincent Vega (John Travolta), y Jules Winnfield (Samuel L. Jackson) son dos matones a sueldo de Marsellus Wallace (Ving Rhames). Éste les encarga misiones que van desde el ir a recuperar una maleta y cargarse a los que lo putearon, hasta entretener a su mujer Mia (Uma Thurman) una noche que él estará fuera. Por otro lado, Marsellus también tiene contactos con boxeadores como Butch (Bruce Willis), que en ocasiones se plantean el timarlo. Con estas premisas, se presentan las tres historias contenidas en un film que sigue las estructuras de las revistas Pulp al contárnoslas en el mismo paquete.

Una obra que resulta un auténtico homenaje a toda la subcultura que mamó el sr. Tarantino a lo largo de toda su vida, convirtiéndose en una obra base para explicar la evolución de la contemporaneidad en el concepto artístico (o postmodernidad para los gafapastas irredentos). Y es que aquí, las referencias están por todas partes, desde diálogos (citaremos a Lash LaRue en el diálogo entre el Lobo (Harvey Keitel) y Vincent), la ropa (vean si no la camiseta de Meteoro (adoro el nombre hispano) que lleva Lance (Eric Stoltz)), fragmentos que ven los personajes (el de Clutch Cargo cuando Butch niño (Chandler Lindauer) está viendo la tele), frases (la cita de Ezequiel 25:17, sacada del comienzo de The Bodyguard), y así hasta la infinidad, especialmente si analizáramos todas las existentes en el JackRabbit’s Slim, que precisamente emplea ambientación basada en la subcultura de los 50.

Con todas estas referencias, el sr. Tarantino hila una historia compleja y bien estructurada, dividida en tres capítulos conectados entre sí, pero con personalidad y desarrollo completo individualmente. Es gracias a esta personalidad independiente que el sentido, a la hora de desordenar el orden cronológico, no se pierde en absoluto, sino que de hecho gana en interés y hace al espectador sentirse más inteligente al obligarlo a ver y entender esos pequeños hilos que los unen y convierten en un film completo y unificado.El problema se plantea en el riesgo a desorientar al espectador al recomenzar 3 veces, pero precisamente estos hilos que las unen permiten plantear un interés ya desde el comienzo, al igual que todo el tiempo a modo de prólogo que existe, que ya nos orienta en dos de las tres historias al adelantarnos pedazos de la última, que podríamos considerar, de este modo, la principal.

Destaca en su guión, también, la cantidad de puntos vacíos que se quedan sin explicar, dando lugar a múltiples explicaciones sobre todo desde el advenimiento de Internet (como la famosa pregunta de qué lleva la maleta, ante la cual mi respuesta favorita es la de que son los diamantes de Reservoir Dogs, muy por encima de la de que es el alma de Marsellus Wallace), y otros puntos no tan negros pero de comprensión más compleja de la que nos tiene habituados el cine comercial como puede ser el hecho de que Mia se mete la heroína de Vincent, o que Marsellus llevaba el café a Vincent y por esto él no se asustó al escuchar entrar a Butch mientras cagaba. Al mismo tiempo se combina con referencias a otros films suyos, tanto los escritos como el único que había dirigido (destaca por conocido el hecho de plantear a Vincent Vega como el supuesto hermano del sr. Rubio de Reservoir Dogs), y con unas dosis de violencia muy arraigadas en la historia, basando en gran medida en esto y en los diálogos perfectamente naturales e inteligentes el gran atractivo de la película en la cuestión más comercial de la misma.

Con esto, crea toda una narrativa compleja, y bien ejecutada, que aún así tiene algún defecto como es el punto del supuesto milagro, que se combina con un error de raccord que hace imposible el decantarse por la razón o por la fe (miren que los agujeros de bala de la pared están antes de que la pistola dispare en esa secuencia, pero no en la anterior que discurre en la casa). Por tanto, se demuestra que el riesgo a depender demasiado del aspecto técnico se paga, y en este caso el montaje juega una mala pasada a la posibilidad de comprender el film de un modo omnisciente.

No obstante, la técnica aquí mostrada en la dirección está muy pulida y planeada, al mismo tiempo que igualmente influenciada que el guión, con homenajes a gente del calibre de Godard y los planos secuencia por el hotel en Alphaville, o el momento en que Marsellus ve a Butch en el coche, idéntico al de Psicosis. Aún así, logra una personalidad propia que vuelve a la película grandilocuente y novedosa, al tiempo que sí deja este aspecto pulp y subcultural con cosas como el ocultar durante mucho tiempo la cara de Marsellus, creando una película fresca y ligera al tiempo que compleja en su análisis. Destacar el juego con el foco siempre definiendo perfectamente a los personajes sobre el fondo, dándoles muchísima personalidad y fuerza, elemento básico para apoyar el guión. Para esto también se suma el montaje, que deriva entre lo dinámico y lo más tranquilo en relación a las formas de los planos, y en relación a las formas de los diálogos (eje fundamental del film al fin y al cabo).

En cuanto al sonido, destacar su música, un aspecto habitualmente muy cuidado en los films de Tarantino, que ya desde el comienzo nos hace una muestra de guiño con el cambio de registro desde el Misirlou a Jungle Boogie mediante un cambio de canal de radio analógica. Y con este eclecticismo continúa, dejándonos escuchar otras grandes canciones como serían Girl, You’ll Be A Woman Soon, o Son Of A Preacher Man, que ambientan al tiempo que en ocasiones hacen ciertos guiños a lo que puede ocurrir con la situación.

Las actuaciones, pues a un nivel muy alto, presentando personajes muy humanos, destacando por encima de los demás John Travolta y sus dejes medio colgados derivados de la drogadicción de su personaje, pero sin caer en el chiste bobo y fácil al respecto, y a Ving Rhames, que realmente llega a acojonar en su papel de Marsellus Wallace, duro, frío y capaz de cualquier cosa (o al menos eso es lo que hace pensar a los demás). De los personajes más secundarios, me quedaría con Harvey Keitel, y su interpretación del señor Lobo (nuevamente basado en otro film, La Asesina, donde de hecho era el propio Keitel quien hacía del personaje que inspiró a Tarantino), dejando perfectamente claro que es el jefe, y que es un sobrado que sabe exactamente lo que hace.

Vamos, un film muy complejo en su forma, del que se pueden analizar un millón de características y aún así seguir dejando muchas en el tintero, que sirve como homenaje a toda la subcultura, y resulta tremendamente entretenido por su ritmo, personajes, y buen planteamiento en general.











PUNTUACION

Originalidad/Riesgo: 8.5
Técnica: 8.5
Guión: 9.0
Actuación: 8.5

TOTAL: 8.5

4 comentarios:

Damián Villa dijo...

cuando uno se equivoca, se equivoca. siempre he despreciado bastante esta peli y cuanto más cinéfilo me hago más me sorprende. está llena de detalles incluso para los que no tenemos ni puñetera idea de las referencias fílmicas de tarantino. la estructura, por llamarla de alguna forma, es un personaje más de la película, mejorándola mucho, pues la trama en si es de peli normal. los personajes son bastante empolaos, aunque tienen carisma. los dialogos mezclan lo peor del tarantino durmiente con lo mejor del tarantino guionista. el señor lobo es realmente el jefe. un personaje destacable, aunque sea paródico. la música marcó tendencia (como en el caso de la contemporánea forrest gump, el soudntrack es un cpoia pega de mediados de siglo pero perfectamente implementado, dotando de más eprsonalidad al film). la forma en que compone el puzzle el director la coloca entre las pelis más innovadoras y, por ende, mejores de los 90. para mí no es la mejor, pero si estaría en un top 20 sin dudas. me sorprendió la premonición de kill bill: la historia está basada en el episodio piloto en el que participó Mia-Uma! jejeje. buen detalle. un 9 (partiendo de un 7!).

Luis E. Froiz dijo...

Escapa de la cinefilia! Cinefagia o muerte!
La peli, como dices, es espectacular por el momento y su forma, y une esos diálogos geniales que sé que no soportas de Tarantino y a los que te refieres como durmiente con unas tramas que se mantienen muy bien. Y sí, el señor Lobo es la hostia, probablemente el mejor papel de Keitel junto con el Teniente Corrupto de Ferrara.
Lo que comentas de la BSO, yo es que creo que eso fue lo que realmente la llevó a donde está, igual que con Reservoir Dogs. Era algo que enganchaba a todo el público independientemente del resto de la trama y la narración. Porque no hay que olvidar que además de ser la hostia, consiguió un éxito brutal, muy por encima de lo que cabría esperarse.

Damián Pereira dijo...

Bueno, hay de todo. aquí abundan los buenos diálogos, pero hay otros que son una ralladura de media hora. además, yo creo que ya se va dando cuenta de que se iba haciendo predecible, pk las pelis de tarantino se iban convirtiendo en sucesiones de diálogos de besugos de 30 minutos con truculento final, casi siempre con resultado inesperado, eso sí.

Luis E. Froiz dijo...

Nah, bueno, es una cuestión de gustos hacia su cine. A mí, personalmente tiende a gustarme. Pero sobre todo destacaría cómo consiguió destacarse (valga la redundancia) como autor a pesar de trabajar totalmente dentro de la industria. Y eso ya lo hace digno de respeto.

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