miércoles, agosto 26, 2009

Foxy Brown

Título: Foxy Brown


Director: Jack Hill


Año: 1974


País: USA


Duración: 94











Dalton Ford (Terry Carter), el novio de Foxy Brown (Pam Grier) es asesinado tras salir del hospital donde le hicieron la cirugía estética para protegerlo de la mafia. Tras esto, Foxy busca venganza desesperadamente, haciendo lo posible por acercarse a los que mataron a su novio y hacerlos sufrir lo máximo posible.

Drogas, prostitutas, mafias y corrupción: las grandes lacras que el cine blaxploitation nos ha enseñado que sufría la población negra en los años setenta con películas como Coffy (que vendría a ser como la primera parte de Foxy Brown), Dolemite o la presente. Bueno, básicamente lo que se sufre en cualquier zona marginal, vamos. De todos modos aquí el mensaje racial no es tan brutal y demagógico como cabría esperar, y a excepción de que los mafiosos y los policías corruptos son actores blancos (de hecho, solo aparecen un par de blancos decentes, y ni siquiera tienen importancia en la trama), no va mucho más allá, evitándonos mucho discurso político en pos de buscar un film de acción empleando estos problemas para crear la trama.

Una trama que se va liando rápidamente en las corruptelas, siguiendo un esquema estructural básico y típico en sus giros argumentales de traiciones, asesinatos y planes para vencer desde dentro al crimen organizado, todo ello con una protagonista muy fuerte e independiente. Con esta estructura, logra un ritmo más que aceptable, y entretiene, pero cae en algunos errores al tirar hacia delante sin mirar los sucesos anteriores, quedando cosas sin explicar, como sería lo referente al entierro de Michael Anderson, Foxy dejando la heroína sin ningún problema físico, o el qué fue de la prostituta a la que ayuda. Todos ellos errores que se quedan al borde de la suspensión de incredulidad, planteando preguntas que nos deberían ser respondidas en pos de una credibilidad más redonda.

Técnicamente, se nos presenta algo bastante simplón, pero no por ello menos efectivo. De hecho, funciona bastante bien, y aunque deja ver sus carencias presupuestales en cuanto a los efectos y las actuaciones en las escenas de acción, esta sencillez en la dirección nos permite introducirnos mucho más en la historia, dejando el trabajo narrativo en manos principalmente del guión y de la acción que ocurre ante la cámara, permitiéndonos olvidar que existe un narrador, al no cometer tampoco errores destacables. Lo mismo ocurre con el montaje, la fotografía y el sonido, sencillamente hechos con oficio, sin errores, pero tampoco teniendo grandes aciertos ni innovaciones.

De todos modos, le echo en cara la linealidad que siguen los aspectos técnicos, creando con ello una ambientación que no acaba de convencerme, especialmente en cuanto a los interiores de la mafia o a la escena que se desarrolla supuestamente en México, que no acaban de romper con el resto del film lo suficiente como para marcar una diferencia con las calles de los barrios bajos o la casa de la propia Foxy, perdiendo la oportunidad de introducir mejor al espectador en la historia.

Pam Grier, por su parte, está convincente en su papel de mujer fuerte en busca de venganza, aunque en el plantel actoral destacaría más a Antonio Fargas, interpretando a su hermano, logrando hacer creíble ese típico personajillo odioso que no es capaz de pensar las consecuencias de sus actos y culpa a su alrededor de no llegar a donde querría estar, en lugar de ver que es su ineptitud lo que lo lastra. Kathryn Loder también está muy bien en su papel, aunque se fuerza en alguna ocasión, pero al menos logra darle bastante profundidad al personaje de proxeneta que interpreta. El otro actor importante, Peter Brown, está correcto, pero sin nada más, mostrándose a veces sumiso y otras poderoso, no dejando muy claro a su personaje.

Vamos, un film discreto, con cosas buenas y cosas malas, y que solo destaca por su característica de la blaxploitation, pero poco más debido a que es tremendamente sencillo y simplón.








PUNTUACION

Originalidad/Riesgo: 7.0
Técnica: 6.5
Guión: 6.5
Actuación: 7.5

TOTAL: 7.0

2 comentarios:

Javi Camino dijo...

No has mencionado lo mejor y más importante de toda la película: las tetas de Pam Grier, que es el núcleo sobre el que gira la historia.

En cuanto a la credibilidad, estamos hablando de una peli en la que una mujer de escotes y vestidos imposibles aniquila a toda una organización criminal, como bien dices, lo que suele ocurrir a diario en el ghetto.

¿Sin embargo que deje la drogas resulta increíble?

Luis E. Froiz dijo...

No menciono lo de las tetas de Pam Grier, porque se presupone que cualquier película en la que saliera ella en los setenta, todo orbitaría alrededor de ellas. No hay más que ver The Big Doll House, The Big Bird Cage, Coffy... A fin de cuentas, llegó a aparecer en una peli de Russ Meyer, y eso ya indica mucho sobre su busto y su importancia en su carrera.

Respecto a lo que cita de la credibilidad, no veo el porqué su vestuario es un hándicap y no algo a favor de poder cargarse una organización criminal si es la hostia, lo prevée todo a la perfección, y la organización cuenta con menos de 10 miembros (bastante patosos aún por encima) como es el caso.

Además, esto es el principio argumental, por tanto está bastante explicado el hecho de cómo ocurre todo, con una cierta coherencia que, como digo, se ve rota en esos errores. Y precisamente la coherencia dentro de la ficción mostrada es la que marca la credibilidad a la hora de criticarla, no la credibilidad en la realidad. Para eso está otro tipo de cine, no la blaxploitation de acción.

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