viernes, septiembre 18, 2009

Aquel Maldito Tren Blindado

Título: Quel Maledetto Treno Blindato


Director: Enzo G. Castellari


Año: 1978


País: Italia


Duración: 95











En la 2ª Guerra Mundial, un grupo de soldados americanos que se dirigen a ser juzgados consiguen liberarse gracias a un ataque sorpresa alemán. En su camino para escapar hasta Suiza, se encontrarán envueltos en una misión que no les corresponde para infiltrarse y robar un tren nazi que transporta una bomba peligrosísima.

Qué sería del cine sin la guerra, fuente inagotable de historias, y base, para bien o para mal, de la sociedad humana y su evolución a lo largo de los siglos. Base que, por suerte, parece que se ha ido calmando tras la barbaridad que supuso la 2ª GM (o por lo menos, la tendencia no es a que cada vez sean más violentas como ocurrió hasta ese momento). Y por supuesto, siendo el conflicto más violento de la historia, y además contemporáneo al crecimiento del cine, ha sido el más tratado en el celuloide. La lista de ejemplos es interminable, y nos encontramos films tan dispares como Evasión O Victoria, Salvar Al Soldado Ryan, Banderas De Nuestros Padres, Cartas Desde Iwo Jima, Pearl Harbor, Tora! Tora! Tora!, El Submarino (Das Boot), El Hundimiento

Y por supuesto, los italianos no iban a ser menos que el resto del mundo, especialmente en los setenta, con toda la exploitation en pleno auge y las pelis de guerra sucias triunfando por todo el mundo gracias a Doce Del Patíbulo (después ya vendrían otros tiempos y la explotación de la 2ª GM se convertiría en sentimentaladas influenciadas por La Lista De Schindler del estilo de La Vida Es Bella), así que se pusieron manos a la obra apareciendo ahí el macaroni combat, que combina elementos del spaghetti western y de ese cine bélico que citaba antes, con representantes tan dignos como la presente.

Aquí las influencias bélicas claramente vienen dadas por films como La Gran Evasión (la estética del Teniente Yeager (Bo Svenson) evidencia bastante esto) o La Gran Ilusión, especialmente en toda la primera parte con la mezcla de discurso social y la escapatoria de los protagonistas hacia Suiza, sirviéndose, eso sí, de los elementos básicos de explotación por medio de explosiones, disparos, e incluso algo de carne femenina en una escena que ya El Blog Ausente se encargó de lanzar hacia lo más alto de la representación icónica pop con este post.

De este modo, los elementos con los que se juega desde la dirección, van enfocados directamente a esta búsqueda de espectacularidad, consiguiendo una ambientación bastante buena a pesar del bajo presupuesto, y dando, gracias a esta fijación por lo espectacular, más importancia al guión y su narrativa que a la narrativa audiovisual en cuanto a la cuestión dramática. Un guión que evoluciona bien, con giros bien marcados que, aunque son excesivamente radicales, no acaban de chocar y suponen una evolución bastante natural de la historia.

Gracias a esto, el ritmo del film es más que adecuado, aunque le echaría en cara el último pedazo, que debido a la separación de los protagonistas pierde fuerza, y aunque la historia sí tenga un aspecto y un desarrollo bastante bien pensado, desde la dirección no se ha sabido aprovechar todo el potencial que la misión y su ejecución tenían, cargándose el final al quitarle toda la fuerza dramática por no saber a qué atender y fijarse demasiado en las explosiones y no en lo heroico (aunque quizás era la intención precisamente el no convertirlos en héroes, lo que explicaría el final de Tony (Peter Hooten)).

Eso sí, el trabajo de edición también cobra importancia en ese tramo final, especialmente con todo el montaje paralelo que no acaba de conseguir contar correctamente todas las historias, y pierde en cierto modo al espectador entre ellas (aunque es difícil no entender qué ocurre, y es esa simplicidad la que salva al montador del linchamiento). Destacaría aquí negativamente las escenas a cámara lenta, con un sentido dramático nulo y que solo evidencian más los trucos del cine, sacando al espectador de la película.

No obstante, el montaje del resto del film sí que se presenta casi sin problemas, a excepción de errores que parecen más de falta de metraje que de técnica en la cabina. Este mismo problema parece evidenciarse en el sonido, en ocasiones demasiado desincronizado en los diálogos (aunque por lo general bien cuadrado), y con algunos folies bastante cantosos como el mordisco a la manzana para romper un cuello, pero también dentro de lo salvable en general.

Las actuaciones, por su parte, en el límite, siendo salvables gracias al tipo de cinta de que se trata, especialmente en el caso de Fred Williamson (de hecho unos años más tarde se estrenaría un remontaje haciéndolo protagonista absoluto, convirtiendo la película en una blaxploitation con el bonito nombre de G. I. Bro), con un personaje bastante simple (como todos aquí) y duro, pero que al menos logra ser creíble en su dureza. Bo Svenson, por su parte, otro de los más destacables, además de por el uso de 2 idiomas (la diferenciación de los idiomas que hablan las facciones aquí es tenida en cuenta, no como en tantas cintas del estilo), por la creación del personaje más complejo del film, aunque no convenza en muchos momentos. Por el resto destacaría a Michael Pergolani con su ladronzuelo chusco que al menos relaja la tensión del film, y a nadie más, por lo simple de sus personajes y lo limitado de las actuaciones.

Vamos, un film muy divertido que representa muy bien el espíritu de los Macaroni Combat, con sus explosiones y elementos exploitation, además de las típicas carencias y aciertos de la explotación italiana.








PUNTUACION

Originalidad/Riesgo: 7.0
Técnica: 7.0
Guión: 7.5
Actuación: 6.0

TOTAL: 7.0

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