Título: Fando Y Lis
Director: Alejandro Jodorowsky
Año: 1968
País: México
Duración: 93
Fando y Lis son una pareja que se quiere, pero que tienen demasiados problemas para poder amarse. Ella está en una silla de ruedas, y él es quien la lleva a donde sea. A pesar de todo, no es extraño que la humille para sentirse mejor consigo mismo, siendo ella incapaz de hacer nada contra él, pues necesita completamente su ayuda. Un día, deciden ir a Tar, representación terrenal de la felicidad, ciudad donde pretenden conseguir llegar a aceptar sus problemas y vivir tranquilos y felices al fin.
Me resulta difícil decidirme por que flanco del film atacar primero para comentarlo, y es que tanto la relación protagonista de la historia, con sus dependencias y odios, sus escenas de humillación y el espíritu naïf que la rodea, como las simbologías, a camino entre lo onírico y lo surrealista, son cuestiones lo suficientemente interesantes como para ahondar de un modo mucho más profundo del que lo haré yo aquí hoy.
Así que ahora que he escrito el párrafo de arranque, me decido por comenzar con la historia, una historia en la cual se nos plantean los problemas de una pareja en base a sus propias interioridades, traduciéndose en odios y humillaciones por parte de él, y de súplicas y perdones en base a la dependencia por la parte de ella. De este modo, a pesar de la búsqueda de la felicidad que supone su viaje, sabemos que nunca lograrán llegar a su destino, y nos dejamos sumergir en el infierno que supondrá para ellos esta obsesión.
Por otro lado, como comentaba antes, está la simbología propia que los muchachos del Grupo Pánico supieron explotar desde su fundación, moviéndose siempre en un punto bebedor tanto del surrealismo más puro y convencional como del realmente basado en el subconsciente y lo onírico. Es destacable, además, la capacidad de provocación que se demuestra en el film, alcanzando ese maravilloso status a nivel publicitario que es la prohibición en ciertos países, gracias a las muestras constantes de sexo (no explícito) bizarro que nos guían a nivel piscológico en la aventura de los dos protagonistas, dejando solamente un aspecto similar a la realidad en los momentos de soledad de la pareja.
No obstante a todos estas maravillosas escenas que nos encantan respecto a relaciones complicadas, complejos que perturban nuestras psiques, surrealismo y sexo bizarro invadiéndolo todo, hay que reconocer que a la ópera prima del señor Jodorowsky se le nota mucho esa falta de experiencia y la falta de presupuesto a la hora de analizarla técnicamente. Además de los defectos del sonido, grabado a posteriori, que a excepción de los doblajes (en su cuestión de sincronías, que no de interpretación), es más que aceptable, se aprecian excesivos saltos entre los planos, enlazándose muy mal, y repercutiendo esto en muchas ocasiones en el ritmo narrativo, cosa que es una pena con el guión del que hablamos.
No obstante, las partes de experimentación que tiene el film respecto a planos insertados en momentos justos, alguna moviola, etc. así como su banda sonora (mención especial para “Qué Bonito Es Un Entierro”, canción que todo freak cinéfago debe saberse de memoria si quiere seguir siendo persona), son bastante interesantes respecto a la capacidad narrativa que tienen, y lo fácilmente que ayudan a comprender la situación de los personajes en determinados momentos, provocando de este modo una catarsis que parecería imposible.
Un film, por tanto, sumamente interesante (de hecho, métanlo en la carpeta de pelis necesarias para ser mejor persona) gracias a su capacidad narrativa por medio de simbología surrealista al estilo del Grupo Pánico, aunque con ciertas carencias técnicas que le hacen perder, aunque sea muy poco.
PUNTUACION
Originalidad/Riesgo: 9.0
Técnica: 7.5
Guión: 9.5
Actuación: 8.0
TOTAL: 8.5
Originalidad/Riesgo: 9.0
Técnica: 7.5
Guión: 9.5
Actuación: 8.0
TOTAL: 8.5
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