jueves, junio 25, 2009

El Topo

Título: El Topo


Director: Alejandro Jodorowsky


Año: 1970


País: México


Duración: 125












El Topo es un pistolero que lleva con él a un niño pequeño, al que ayuda a convertirse en un hombre en un mundo de violencia y perversión. Un día lo abandona por una mujer, que le exige convertirse en el mejor pistolero venciendo a los 4 maestros de un desierto, y El Topo hará lo posible para lograrlo. Creo que esto es suficiente para que se hagan una idea sin destripar nada, que en este caso es sumamente difícil. Cosas del surrealismo.

Realmente al señor Jodorowsky le gusta hacer las cosas de la manera más difícil para poder clasificarlo y criticarlo (quizás por eso se merece más respeto del que tiene por parte de la sociedad hoy en día). Y es que si nos ponemos clásicos, la peli que nos trae hoy por aquí, se debería clasificar como un western, especialmente la primera mitad. No obstante, olvídense de un western clásico, crepuscular, superwestern o spaghetti (aunque lo vendan como tal). Esta cinta necesita una nueva concepción, y es que bebe de las caraterísticas de todos ellos, y sin embargo no se parece a ninguno. Es más bien lo que se deben imaginar al estar Jodorowsky detrás de la cámara.

Eso sí, su simbología onírica aquí se ve hace menos evidente que en obras como Fando Y Lis, y no me entiendan mal, puesto que no desaparece, sino que aquí más que estar presente mediante escenas extrañas, está envolviendo la historia, dejando mucho más sutiles las escenas de bizarrismo y perversión que tanto me atraen a mí de la gente del grupo Pánico (que por mucho que nieguen su seriedad como grupo, seguiré defendiendo que tienen un surrealismo onirista propio y diferenciado). Además, quiero destacar negativamente la cantidad de animales que palmaron para poder hacerse la peli, cosa que no soy capaz de excusar con el “eran otros tiempos” habitual. Aún así, odio plantear críticas morales a nadie, y por tanto, una vez comentado, no seguiré dándole vueltas al asunto.

Destacaría , a la hora de arrancar con la simbología y la narración, lo bien planteada de la descripción del comienzo de los topos, que aunque biológicamente no es precisamente exacta, si nos sirve para entender la filosofía que nos transmite el guión sobre el triunfo, la derrota, la superación personal y la sociedad y relaciones humanas en general. Esto es lo único que diré en este sentido, pues considero que cada persona debería entender lo propio y sacar sus conclusiones, y solo el propio autor tiene la verdad del significado (y probablemente ni eso).

La verdad es que dejando esta cuestión más propia del guión y la narrativa aparte, el resto de lo presentado sí es un western, con una ambientación muy buena, también con su punto de extrañeza, pero que no deja de hacer referencias como el primer duelo, en un círculo muy similar al de El Bueno, El Feo y El Malo, o el propio vestuario negro que viste El Topo al comienzo del film, heredero directo de muchísimos westerns de serie B como Django o King Of The Bullwhip.

Técnicamente, se presentan los defectos con el sonido de tantas cinematografías de la época, gracias a la falta de presupuesto y la necesidad de doblar e insertar demasiados sonidos, dejando la sincronía como un defecto a pulir que, no obstante, aquí casi pasa prácticamente desapercibido. Y esto porque, aún sin ser una obra maestra del uso de la cámara, sí nos ayuda a olvidarnos de la técnica y sumergirnos en la extraña historia que se nos presenta. Y qué coño, para eso es el cine en su forma básica, no para lucirse y demostrar técnicas tan pulidas que acaben hasta molestando al espectador.

Vamos, un film muy superior a la media en casi todos los aspectos, gracias a uno de los directores más personales de la historia del cine, que no solo aprovecha para hacer un homenaje a uno de sus géneros favoritos, sino que también plantea una filosofía propia y profunda.






PUNTUACION

Originalidad/Riesgo: 8.0
Técnica: 8.0
Guión: 8.0
Actuación: 8.0

TOTAL: 8.0

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