martes, junio 21, 2011

Viva

Título: Viva


Director: Anna Biller


Año: 2007


País: USA


Duración: 120









Barbi (Anna Biller) y Sheila (Bridget Brno) son dos amas de casa que empiezan a rondar los 30. La primera es más cohibida, mientras que la segunda ve con buenos ojos la liberación sexual de la mujer, y se siente atraída por ella como mujer de carácter hedonista que es. Así que cuando ambas rompen sus matrimonios de manera simultánea, Sheila convence a Barbi para arriesgarse a vivir su vida liberada, acabando por irse a mundos de subversión moral extraños para ellas, pero, como querían, llenos de aventuras.



Si, eso en esta peli es un intento de ir sexy.

Lo de la recuperación nostálgica de muchas cosas de los 60, 70 y 80 es algo que todos hemos aceptado ya desde hace algún tiempo. Y no seré yo quien lo critique, especialmente dentro del cine, donde esta recuperación y homenaje nos ha dado joyas como la Grindhouse de los sres. Tarantino y Rodríguez, o la propia Machete del segundo, además de Hell Ride, Hobo With A Shotgun, Los Mercenarios o Sukiyaki Western Django. Y tantas otras que podríamos citar, recogiendo esa vertiente de diversión pura.

Y lo que hace Anna Biller en la presente cinta, es básicamente lo mismo, pero recogiendo en cierto modo el espíritu de las nudies metiéndolo en un contexto setentero de liberación sexual que se enlaza directamente con esos circuitos de liberación actuales en los cuales cosas como Shortbus tuvieron una acogida más que buena. Y la verdad es que la merecía.

De este modo, la historia, más bien sencillita y muy directa, consigue un aire desenfadado que, especialmente en la primera parte, está lo bastante llena de humor como para que entretenga. Hacia el conflicto, sin embargo, la trama se va volviendo más lineal y con menos ritmo, librándose por lo exagerado que es todo en el mundo que nos presenta, tanto por los personajes, como las situaciones, donde incluso llega a permitirse meter varios momentos de canciones que no vienen excesivamente a cuento y rupturas de la 4ª pared, como, sobre todo, la ambientación.

Porque si hay un aspecto cuidado en toda la película, este es el de la ambientación. Basta ver un par de fotogramas para sentirse totalmente desplazado a los años 70 americanos, con todo ese despendole y absoluto desfase que se proponía en blaxploitations como Coffy o en las pelis de Russ Meyer. Y así, consiguiendo dotar a todo de un carácter excesivo y de cierto tono paródico que incluso retrotrae a un carácter de cartoons hechos con imagen real. Similar en ello a la sensación que tengo al ver Speed Racer o LazyTown.

Díganme que eso no son dibujos animados andantes.


Esto lo enlaza en el aspecto técnico con la fotografía de C. Thomas Lewis, tremendamente lúcida y esplendorosa, apoyándose en torno a todo ese cúmulo de colores que representaban tan bien la liberación sexual post hippie. Y la hippie también, pero eso aquí no se trata. Incluso en alguna ocasión, hacia el final, con un juego de desenfoque y enfoque al ritmo de los jadeos de Viva que, personalmente, me pareció cojonudo.

Desde lo que es el trabajo más de emplazamientos de cámara, destacar el juego entre la dirección de Anna Biller y su propio montaje. Digo esto por la cantidad de fallos de raccord de movimientos y posiciones y saltos de eje que nos propone a lo largo de la cinta, y la verdad es que sin llegar a denotar nunca si son realmente errores o aciertos en cuanto a esa búsqueda de un espíritu de serie B mal ejecutada técnicamente a la que rinde homenaje en otras partes.

Por lo demás del montaje, no resulta excesivamente confuso, y tiene un buen ritmo, destacándose las escenas de musical y esa secuencia de animación psicodélica que se queda añeja hoy en día, pero demasiado moderna (por la forma y el color, que no por los motivos) para la época que representa. También citar esos cambios de escena fundiendo a negro que se repiten una y otra vez, en ocasiones incluso dejando parados a los personajes en su posición final, y que resultan cansinos por su capacidad para transportarnos a un espacio ya excesivamente televisivo. Pero qué coño, nuevamente no sé si es intencionado!

De esto hablo cuando digo lo de la psicodelia anacrónica.


A ello, añadimos una banda sonora en la que la música está presente de un modo muy constante, apoyando la narración y ese ambiente irreal y sexualmente agradable que transmite. Principalmente, por su línea estilística, emparentada directamente con las bandas sonoras del porno setentero. Por lo demás, bastante simple en cuanto a sonidos, destacando la voz sobre todo, muy inteligible, y ambientaciones más bien sosas que se apoyan precisamente en esa presencia de la música para resultar imperceptibles en su ausencia.

Respecto a las actuaciones, pues qué decir. Nuevamente nos encontramos con algo que nos atrae hacia esas nudies en su poca calidad naturalista, pero en esta ocasión, estoy casi seguro que sin ser intencionado, o como mucho, exagerado por no poder acceder a mucho más con sus actores. Empezando por la protagonista, la propia Anna Biller, que está bastante exagerada en la mayor parte de las escenas y nunca llega a enganchar por culpa de eso, o Bridget Brno, la más aceptable en cuanto a la óptica naturalista que estoy tomando como referencia para analizarlas, pero aún así también terriblemente sosa y poco comunicativa.

De los chicos, Chad England directamente parece una caricatura andante, cosa que ocurre también, en gran medida, con Jared Sanford. Aún así, este último dando algún momento más o menos interesante e incluso creíble. Donde ya se alcanzan niveles mucho más exageradamente irreales es entre los actores de reparto, siendo buen ejemplo de esto Marcus DeAnda o John Klemantaski. Claro está que, teniendo en cuenta las caracterizaciones que llevan, no es fácil poder tomárselos en serio. Y de hecho, con esas actuaciones fuera de tono, consiguen elevar el nivel de diversión de la cinta, así que qué coño, pensemos que es una apuesta real de la directora por lo histriónico. Pero conste, que si fuese así, podrían ir más allá también.


Y con lo del desenfoque que molaba, me refería a esto. Imagínenlo yendo y viniendo a ritmo de jadeos.


Resumen:

Otra mirada vuelta hacia el cine de los 70 y 60, en esta ocasión hacia las nudies, pero dándole un aura de liberación sexual muy interesante por su transportación a la actualidad, además de jugar con una técnica y una narrativa que no llega a dejar claro hasta donde homenajea a lo trash y cutre, o realmente comete errores, llegando, no obstante, a un punto ambiguo que le da aún más diversión al conjunto.



PUNTUACION

Originalidad/Riesgo: 8.5
Técnica: 7.5
Guión: 6.5
Actuación: 6.5

TOTAL: 7.5

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