sábado, marzo 28, 2009

Wall·E

Título: Wall·E


Director: Andrew Stanton


Año: 2008


País: USA


Duración: 98










Estamos en el s.XXVIII aproximadamente. La Tierra ha sido casi destruída hace 700 años por la radiación, así que los humanos viven vagando por el espacio en una nave gigantesca con todas las comodidades. WALL•E es un robot destinado a la Tierra para recoger basura y hacer posible que la humanidad regrese algún día. Su único amigo es una cucaracha, hasta que un día llega EVE, un robot encargado de buscar algún atisbo de vida orgánica en el planeta. WALL•E se siente atraído inmediatamente, e intenta disfrutar del amor como ha visto que ocurre en Hello Dolly!. EVE, no obstante a que gusta de las atenciones de WALL•E, sigue su programación básica al ver una planta que el robot que da nombre al film le enseña. WALL•E, que no acaba de entender lo que ocurre, la perseguirá hasta donde haga falta para salvarla y protegerla.

Cuando alguien habla de esta película, es raro no escuchar hablar de lo increíble de las animaciones, o lo bonita (y por tanto buena) que es. Bien, pues para leer esas cosas, se van a otra parte. Yo la voy a despedazar de un modo bastante cruel, pues me parece que se ha sobrevalorado, y basándome en estas buenas críticas que tiene.

Arrancaré destruyendo la alabanza de las animaciones. No estoy diciendo que sean malas, no me malinterpreten, pero es que no es nada absolutamente novedoso e increíble. Las partes ambientadas en la Tierra son las más interesantes, por ese punto cyberpunk postapocalíptico que se presenta, con la gran ventaja que supone la animación para llevar esto al extremo. Un paisaje desolado, abandonado, y lleno de chatarra por todas partes. Pero la animación, bastante normal. Dentro de la nave, me recuerda en el colorido a la última de los Wachowsky, Speed Racer, pero pasado por un punto mucho menos delirante y de animación pura que en la citada.

Respecto a lo de “bonita”, pues qué quieren que les diga, reconozco que la historia de amor que guía la historia es sumamente entrañable, pero es que ver tan solo esto, sería un análisis muy poco profundo. En realidad trata de un film distópico al más puro estilo!. Tenemos por un lado una humanidad robotizada y condenada a la ignorancia y a no hacer nada, bebés que se desarrollan en matrices mecanizadas, al estilo de Un Mundo Feliz, y robots manejando todo para la buena y vacía vida de estos humanos, y que resultan ser más humanos que los que reciben el nombre, eso sí, para no hacer esto demasiado largo, no me meteré en la verosimilitud de por qué los robots desarrollan sentimientos, ni cómo o de dónde nace la planta que encuentra Wall•E en un frigorífico y que es la base de toda la historia, ni otros tantos defectos de guión que existen, pero que si me los explicaran y dejaran un poquito aparte la bonita historia de amor, habría logrado engancharme bastante más.

Otro detalle destacado muchas veces: La primera media hora no tiene diálogos, y no aburre!. Punto 1: es mentira. Vale que no hay diálogos hablados con voz, pero creo que la gente que sólo sabe hablar con palabras, debería morir. HAY MÁS FORMAS DE DIÁLOGO QUE UNA CONVERSACIÓN. Además, incluso se dicen cosas, aunque sean muy vagas y apenas entendibles. Punto 2: claro que no aburre, es la presentación de los dos personajes, de su relación, con todo lleno de música de esa para que la gente sepa si debe asustarse o llorar, que tantas veces sobra en el cine, referencias a Hello Dolly que nos ponen tiernos, y además, explosiones. Conclusión: Tiene diálogos, música y acción. Así claro que no aburre (y que conste que un poquito sí, pero poco).

Lo que sí destacaría por mi parte es el final de los créditos, con la animación del logo de Pixar y la interacción con Wall•E, y el personaje del robot limpiador M-O, que podríamos definir recordando a la ardilla de Ice Age. Es el mismo personaje, simple y llanamente, pero que siempre me hace reir, soy así de simple.

Por tanto, un film sobrevalorado de un modo brutal, ensalzado por lo bonito de los robots (y sí, todos pensamos en cortocircuito al ver a Wall•E, así que eso no debería ser tan bien considerado), que al no decidirse entre la distopía o la historia de amor, e intentar durar 90 minutos para que todos los públicos puedan tragarla, se queda en un punto muerto, con demasiados vacíos en el guión, y una banda sonora basada en referencias populares, para agradar al público más gafapastil y hacerles sentirse cultos e inteligentes.





PUNTUACION

Originalidad/Riesgo: 5.0
Técnica: 8.5
Guión: 4.0
Actuación: 7.5

TOTAL: 6.5

4 comentarios:

Damián Villa dijo...

con Wall·e tengo un claro talón de aquiles. la pleícula no será una obra maestra, decaerá de la mitad hacia adelante, puede ser facilona. pero a mi me encantó. será la ambientación, la personalidad del robot protagonista, esa primera media hora fantástica con una historia preciosa sobre la soledad y el amor incondicional o incluso esa poco sutil crítica final al conformismo humano y la destrucción del planeta. lo cierto es que me parece un film destacable y a mi, personalmente, me gustó bastante más que Up, que tiene un preludio genial pero el resto es puro pasatiempos (bueno, pero no magistral). a Wall·e le doy un 9.

Luis E. Froiz dijo...

Yo de esas dos me quedaría con Up, a la que aun así considero también sobrevalorada. Será que pido más a películas que, al fin y al cabo se organizan para un público muy masivo y familiar. De Wall-e, igualmente me encantó la ambientación desolada del comienzo.
La que destacaría por encima de las últimas de animación de Disney, aunque no meta mano Pixar en ella, es Rompe Ralph. A ver cuando sale en edición doméstica porque en cine me pareció muy muy buena.

Damián Pereira dijo...

no la vi. pero parece interesante el rollito homenaje al videojuego viejuno.

Luis E. Froiz dijo...

Si, realmente funciona muy bien, y para ser una película de industria se moja y aparenta ser diseñada por gente que vivió la explosión de las consolas.

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