Título: Otto; Or, Up With Dead People
Director: Bruce La Bruce
Año: 2008
País: Alemania / Canadá
Duración: 94
La historia, para que sepan de qué hablo: Otto es un chaval convertido zombie y del cual desconocemos cuanto tiempo lleva en este estado. Para poder sobrevivir en sociedad y que no lo palicen por ser gay y ser zombie, decide que debería buscar un modo de conseguir dinero y dormir bajo techo. Encuentra la solución en una película porno gay de zombies que una artista absolutamente underground (como es evidente con esa temática) está produciendo y rodando desde hace años debido a la falta de financiación, con un claro y duro mensaje político de destrucción de los valores sociales.
Es decir, en esta película hay zombies, y hay sexo homosexual, y hay metacine, y hay experimentación, y hay discurso político-nihilista, y hay una penetración vía intestinal tal y como le gustaban al buen señor Dahmer (bueno, casi), y hay poco presupuesto (y además se nota). Debo seguir? No, no debo, es excesivo. Con esta enumeración cualquier ser cabal debería ir corriendo al primer lugar cercano a su casa donde pongan la película y verla (ya sea el bar del Paco o el museo de arte moderna/contemporánea de su ciudad), como hicimos otras muchas personas cuando supimos que teníamos la oportunidad de verlo (lo menos éramos 7 personas en la sala, te cagas).
No obstante, no es oro todo lo que reluce, y es que la cinta es de esas que te dejan con un sentimiento ambiguo y no sabes a ciencia cierta si te gusta o no, ya que es excesivamente densa para lo tremendamente freak de la trama, y su ritmo es pausado, como el caminar de un buen zombie, cosas que suelen pesar en argumentos tan disparatados, recordando en cierto modo a joyas como The Addiction por esta mezcla de cine de género (en un caso son vampiros y en otro zombie), discurso filosófico, y elementos sobre la humanización del monstruo, o la monstruización del humano.
Además, se mueve de un modo tremendamente complejo para el espectador respecto a la realidad y la ficción introducida dentro del film, descontando que algunas de las actuaciones no destacan precisamente por su calidad, ni el montaje es precisamente una obra maestra que sentará cátedra, dejando patente esta falta de presupuesto de la que hablaba, y con la que normalmente soy bastante más permisivo que en esta ocasión, porque hay algo que no me lo permite, quizás todo el trabajo de la fotografía y experimentación fílmica que contiene.
Resumiendo, que no creo que tengan todo el día para estar ahí leyendo mis sandeces y con esto ya se habrán hecho una idea de por qué ver (o no) el film. Deja al espectador más frío de lo que debería, y sin embargo mola sobretodo por el argumento y ciertas partes de la narrativa y la técnica.
Es decir, en esta película hay zombies, y hay sexo homosexual, y hay metacine, y hay experimentación, y hay discurso político-nihilista, y hay una penetración vía intestinal tal y como le gustaban al buen señor Dahmer (bueno, casi), y hay poco presupuesto (y además se nota). Debo seguir? No, no debo, es excesivo. Con esta enumeración cualquier ser cabal debería ir corriendo al primer lugar cercano a su casa donde pongan la película y verla (ya sea el bar del Paco o el museo de arte moderna/contemporánea de su ciudad), como hicimos otras muchas personas cuando supimos que teníamos la oportunidad de verlo (lo menos éramos 7 personas en la sala, te cagas).
No obstante, no es oro todo lo que reluce, y es que la cinta es de esas que te dejan con un sentimiento ambiguo y no sabes a ciencia cierta si te gusta o no, ya que es excesivamente densa para lo tremendamente freak de la trama, y su ritmo es pausado, como el caminar de un buen zombie, cosas que suelen pesar en argumentos tan disparatados, recordando en cierto modo a joyas como The Addiction por esta mezcla de cine de género (en un caso son vampiros y en otro zombie), discurso filosófico, y elementos sobre la humanización del monstruo, o la monstruización del humano.
Además, se mueve de un modo tremendamente complejo para el espectador respecto a la realidad y la ficción introducida dentro del film, descontando que algunas de las actuaciones no destacan precisamente por su calidad, ni el montaje es precisamente una obra maestra que sentará cátedra, dejando patente esta falta de presupuesto de la que hablaba, y con la que normalmente soy bastante más permisivo que en esta ocasión, porque hay algo que no me lo permite, quizás todo el trabajo de la fotografía y experimentación fílmica que contiene.
Resumiendo, que no creo que tengan todo el día para estar ahí leyendo mis sandeces y con esto ya se habrán hecho una idea de por qué ver (o no) el film. Deja al espectador más frío de lo que debería, y sin embargo mola sobretodo por el argumento y ciertas partes de la narrativa y la técnica.
PUNTUACIÓN
Originalidad/Riesgo: 9’5
Técnica: 6’5
Guión: 7’0
Actuación 3’5
TOTAL: 6’5
Originalidad/Riesgo: 9’5
Técnica: 6’5
Guión: 7’0
Actuación 3’5
TOTAL: 6’5
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