Título: The Squid And The Whale
Director: Noah Baumbach
Año: 2005
País: USA
Duración: 81
Estamos a mediados de los 80. Bernard (Jeff Daniels) y Joan (Laura Linney) se van a separar. Ambos son doctores en literatura, y mientras él ve que su carrera como escritor está cada vez más abajo, a pesar de su pretenciosidad intelectual constante, ella está viendo como la suya está creciendo en cuanto a popularidad. Bajo esta situación, sus dos hijos Walt (Jesse Eisenberg) y Frank (Owen Kline) se ven situados en el medio de la pareja debido a la custodia compartida, y acaban irremediablemente por ir tomando partido por uno u otro de sus progenitores.
Una peli donde hay un niño que bebe cerveza y embadurna libros con semen, con un padre y un hermano intelectuales que citan y hablan de Kafka y Godard además de "versionear" Hey You e ir a ver Terciopelo Azul, ya de entrada tiene unos atractivos cojonudos. A ello, sumamos un guión preocupado por la creación y desarrollo de personajes realistas y humanos con sus luces y sus sombras, procurando como es evidente con este cóctel presentarnos un drama familiar, en esta ocasión con el egocentrismo como eje fundamental en el conflicto, y que gana enteros con la actuación más que solvente de un joven Jesse Eisenberg, un Jeff Daniels también cojonudo, y sobre todo Owen Kline, que resulta misteriosamente perturbador toda la cinta. Eso sí, las situaciones y los giros de personalidades y opiniones de los personajes llegan a resultar más efectistas que creíbles y la cinta termina en un punto ambiguo que no me convence, al dejar un final que no es ni abierto ni cerrado sino solo un pequeño epílogo sobrante. Por cierto, muy grande también el póster de La Maman Et La Putain, referencia en cuanto a determinados detalles, sobre todo del personaje de Daniels.
Por la parte del trabajo de dirección, Noah Baumbach nos presenta todo de un modo íntimo y buscando la cercanía a los personajes por medio de planos cerrados y con muchísima cámara en mano por parte de la dirección de foto de Robert D. Yeoman, ambientándolo con espacios cerrados que confluyen con esa idea general del film. Y buscando la mayor naturalidad y realismo posible, desde la perspectiva clásica, sin arriesgarse a nada más que la cámara en mano ya citada, y con un montaje a cargo de Tim Streeto también sencillo y que pasa por no destacar. Aunque con demasiado énfasis en los planos contraplanos de las conversaciones para mi gusto.
PUNTUACION
Originalidad/Riesgo: 6.5
Técnica: 7.0
Guión: 7.5
Actuación: 7.5
TOTAL: 7.0
Originalidad/Riesgo: 6.5
Técnica: 7.0
Guión: 7.5
Actuación: 7.5
TOTAL: 7.0
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