Título: The Warriors
Director: Walter Hill
Año: 1979
País: USA
Duración: 92
En una reunión a la cual están convocadas todas las bandas con cierta importancia de NY, Cyrus, el jefe de los Riffs, la más poderosa de todas ellas, es asesinado. La culpa recaerá sobre los Warriors, nativos de Coney Island, y que deberán correr y enfrentarse tanto al resto de las bandas como a la policía si quieren llegar a su hogar para poder tener una oportunidad para sobrevivir.
No entiendo por qué esta no es una de esas pelis a las cuales la gente hace referencia constante e incluso grupos de personas se disfrazan en homenajes. Pero bueno, es algo que ocurre por lo general con el género de pandillas, que es que no sé por qué nadie lo está reivindicando, cuando se trata de uno de los mejores que el cine nos ha dado. Y es que realmente se trata de una maravilla en cuanto al uso de la amistad, la confianza mutua y las traiciones, y cómo no, eso que tanto gusta a todo buen freak en las pelis: la violencia. Y además, se suelen encuadrar en la serie b setentera, así que no podemos pedirle más!.
Pues eso, que nos encontramos ante una película que desarrolla perfectamente las bases canónicas del género pandillero, con una más que cuidada estética (quien podría olvidar jamás las pintas de pandillas como los Baseball Furies, los Rogues o los propios Warriors?), que, eso sí, la obliga a anclarse drásticamente entre los años 70 y los 80 precisamente por esas pintas que los muchachos se nos traen, sean de la pandilla que sean, con peinados afro, pantalones apretados o all stars para mostrar no lo cools que son, sino lo barriobajeros.
El ritmo que sigue todo el film es bastante fluido, gracias a que no dejan de pasar cosas, y además se maneja con varios hilos narrativos a un mismo tiempo (con unos cortes para diferenciarlos hechos a base de cortinillas que qué quieren que les diga, aunque al principio quedan horteras, acaban teniendo su sentido y hasta cierto gusto, oigan), y que aunque flaquea precisamente porque queda muy definido en capítulos, jodiéndose en cierto modo hacia el final de la historia, un poquitín descolgado y extraño, logra enganchar bastante gracias a la acción continua. Al menos a alguien como yo. Se echan de menos, eso sí, algunas frases lapidarias que un film como este debería tener a raudales.
Querría destacar el acierto de estar rodada totalmente de noche, logrando una ambientación jodidamente opresiva y barriobajera de NY, con todo lleno de pintadas, suciedad, y calles absolutamente vacías por las cuales corren nuestros protagonistas. Además, la banda sonora hace su labor en este sentido y también logra meternos en el cuerpo la jodienda a la que se enfrentan los protagonistas, ya sea con guiños letrísticos cojonudos o con la propia sensación que causa en ciertas partes, de locura incómoda bastante brutal.
En el resto de la técnica, nada destacable, salvo quizás el uso del sonido al principio del film, donde se juega con él constantemente apareciendo y desapareciendo durante el asesinato de Cyrus, y también el gran acierto del momento final con las botellitas entrechocando. Quienes la hayan visto, saben exactamente de qué hablo. Una pena que todas las copias que he visto hasta ahora, tengan un ligero desfase respecto a la sincronización, y que esto pese tanto en determinados momentos. Aún así, es lo suficientemente ligero como para ser perdonable y no destrozarnos el visionado de la cinta.
Vamos, que un film para fans de la serie B y la violencia pandillera tal y como se hacía entre los 70 y 80, que sirve como bandera para todo el género, y que se merece todo el reconocimiento que ha empezado a tener casi 30 años después de su estreno gracias al mundo de los videojuegos, pese a tener ciertos defectos que hacen que no sea la película perfecta.
No entiendo por qué esta no es una de esas pelis a las cuales la gente hace referencia constante e incluso grupos de personas se disfrazan en homenajes. Pero bueno, es algo que ocurre por lo general con el género de pandillas, que es que no sé por qué nadie lo está reivindicando, cuando se trata de uno de los mejores que el cine nos ha dado. Y es que realmente se trata de una maravilla en cuanto al uso de la amistad, la confianza mutua y las traiciones, y cómo no, eso que tanto gusta a todo buen freak en las pelis: la violencia. Y además, se suelen encuadrar en la serie b setentera, así que no podemos pedirle más!.
Pues eso, que nos encontramos ante una película que desarrolla perfectamente las bases canónicas del género pandillero, con una más que cuidada estética (quien podría olvidar jamás las pintas de pandillas como los Baseball Furies, los Rogues o los propios Warriors?), que, eso sí, la obliga a anclarse drásticamente entre los años 70 y los 80 precisamente por esas pintas que los muchachos se nos traen, sean de la pandilla que sean, con peinados afro, pantalones apretados o all stars para mostrar no lo cools que son, sino lo barriobajeros.
El ritmo que sigue todo el film es bastante fluido, gracias a que no dejan de pasar cosas, y además se maneja con varios hilos narrativos a un mismo tiempo (con unos cortes para diferenciarlos hechos a base de cortinillas que qué quieren que les diga, aunque al principio quedan horteras, acaban teniendo su sentido y hasta cierto gusto, oigan), y que aunque flaquea precisamente porque queda muy definido en capítulos, jodiéndose en cierto modo hacia el final de la historia, un poquitín descolgado y extraño, logra enganchar bastante gracias a la acción continua. Al menos a alguien como yo. Se echan de menos, eso sí, algunas frases lapidarias que un film como este debería tener a raudales.
Querría destacar el acierto de estar rodada totalmente de noche, logrando una ambientación jodidamente opresiva y barriobajera de NY, con todo lleno de pintadas, suciedad, y calles absolutamente vacías por las cuales corren nuestros protagonistas. Además, la banda sonora hace su labor en este sentido y también logra meternos en el cuerpo la jodienda a la que se enfrentan los protagonistas, ya sea con guiños letrísticos cojonudos o con la propia sensación que causa en ciertas partes, de locura incómoda bastante brutal.
En el resto de la técnica, nada destacable, salvo quizás el uso del sonido al principio del film, donde se juega con él constantemente apareciendo y desapareciendo durante el asesinato de Cyrus, y también el gran acierto del momento final con las botellitas entrechocando. Quienes la hayan visto, saben exactamente de qué hablo. Una pena que todas las copias que he visto hasta ahora, tengan un ligero desfase respecto a la sincronización, y que esto pese tanto en determinados momentos. Aún así, es lo suficientemente ligero como para ser perdonable y no destrozarnos el visionado de la cinta.
Vamos, que un film para fans de la serie B y la violencia pandillera tal y como se hacía entre los 70 y 80, que sirve como bandera para todo el género, y que se merece todo el reconocimiento que ha empezado a tener casi 30 años después de su estreno gracias al mundo de los videojuegos, pese a tener ciertos defectos que hacen que no sea la película perfecta.
PUNTUACION
Originalidad/Riesgo: 8.0
Técnica: 7.5
Guión: 8.0
Actuación: 7.0
TOTAL: 7.5
Originalidad/Riesgo: 8.0
Técnica: 7.5
Guión: 8.0
Actuación: 7.0
TOTAL: 7.5
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