Y vamos enfocando ya el final de Cineuropa 2011. Un festival donde, mirando atrás, me doy cuenta de que seleccioné excesivamente en base a directores, y por ello (y por incompatibilidad de horarios), me quedé sin ver cosas como The Artist o Les Neiges Du Kilimandjaro. Una pena, porque fueron de lo mejor votado del festival. Pero bueno, supongo que las podré ver en alguna otra ocasión si son tan cojonudas.
Sin embargo, lo que si conseguí ver esta semana, que culminará con el maratón, fue:
-Faust (Fausto) (Aleksandr Sokurov, 2011):
Iba dispuesto a ver una de esas pelis de simple contemplación y contenido vacío que tanto le gusta hacer a Sokurov y me encuentro, por el contrario, con una peli donde el trabajo de cámara y montaje está relativamente encauzado bajo unos cánones más tradicionales (aunque el principio de cine como arte y no como espectáculo es el que sigue primando en todo el trabajo), que incluso me llama a ver el resto de la tetralogía del poder. Su trabajo con lentes anamórficas extrañas se mantiene, pero en pequeñas dosis que incluso le dan sentido y voz de narrador a la imagen, al enrarecerlo todo y dar ese aspecto de sueño. De todos modos, el desarrollo se torna tremendamente literario, fundamentándose todo en base a diálogos que dan un aire pesado que enlaza con la estética del film, pero llevándolo a que se vuelva más difícil de digerir.
Nota:
Originalidad/Riesgo: 8.0 Técnica: 7.0 Guión: 6.0 Actuación: 7.0
Total: 7.0
-A Torinói Ló (O Cabalo De Turín) (Béla Tarr, Ágnes Hranitzky, 2011):
La verdad es que salí de esta peli con dudas sobre como puntuarla aún después de aplaudirla en la breve y tímida ovación que se llevó al terminar. Si bien siempre he criticado el cine contemplativo vacío, que no muestra nada ni evoluciona, hay una poética en las imágenes y en los movimientos de los planos secuencia que nos presenta que me enganchó desde un comienzo. Porque es que realmente, lo único que se muestra, es el tedio de una familia rural piamontesa del s. XIX, pero de un modo muy bello mediante planos secuencia de entre 4 y 6 minutos de duración, combinándose con un compás musical que se clava en el cerebro desde la primera repetición. Eso sí, con un drama ausente, basado más en el seguir adelante y simplemente vivir, esperando a la muerte pero sin perseguirla que en nada más, cosa que ayuda a esa poética pero deja un poco vacía la posible profundidad que podría tener el film. Y eso que no le falta cierta reflexión sobre ese devenir de la muerte y el sinsentido de la vida que enlazaría precisamente con el origen nietzscheano de la historia.
Nota:
Originalidad/Riesgo: 9.5 Técnica: 9.0 Guión: 7.0 Actuación: 7.5
Total: 8.5
-Jerichow (Christian Petzold, 2008):
Una peli bastante normalita, con ciertos toques de tv movie incluso, tanto por su simplicidad de personajes, localizaciones e historia como por su trama repleta de elementos de amor, venganza y engaños bastante tópica. Aún así, consigue algún momento bastante interesante y los personajes están bastante bien desarrollados e interpretados. Pero en general eso, una historia sencilla, con más oficio que otra cosa, y sin ofrecernos nada especial. Lo único, el tratamiento que se puede encontrar sobre la guerra de Afganistán y la inmigración en Alemania como elementos pegados al guión, rodeándolo pero sin atacar directamente un discurso al respecto.
Nota:
Originalidad/Riesgo: 5.5 Técnica: 6.0 Guión: 6.0 Actuación: 7.0
Total: 6.0
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