Título: Tusk
Director: Alejandro Jodorowsky
Año: 1980
País: Francia
Duración: 119
Cuando Elise (Cyrielle Clair (Oriole Henry de niña)) nace, muere su madre, y al mismo tiempo nace un elefante que su padre le dará a los 5 años. Este elefante, al igual que la propia Elise, es un luchador, que solo desea la libertad y seguir su propio camino, y la mujer siempre hará lo posible por ayudarle a conseguirlo, desde su posición privilegiada como hija de hombre adinerado inglés pero aún dominada por elementos sociales en la India colonial.
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La idea de tomar como ejemplo el maltrato y la esclavitud animal para representar la crueldad de los hombres incluso entre sí, no suena a algo novedoso. Así a bote pronto podemos encontrar trabajos como Al Azar, Baltasar para encontrar ejemplos dentro del cine, o incluso podríamos encontrar un paralelismo entre este uso metafórico y la humanización de los animales en las fábulas y las historias infantiles pudiendo citar como ejemplo Dumbo, donde, además de ser también un elefante el protagonista, se presenta de un modo lateral este maltrato sufrido por el propio protagonista.
Y aquí precisamente se busca este juego entre la brutalidad por la ambición de ciertos hombres y la búsqueda de libertad de quien se la merece luchando por ella pase lo que pase, por medio de una historia que se queda bastante clásica y evidente para lo que es el trabajo habitual del sr. Jodorowsky, al presentarse solo con esta metáfora evidente y luego poder extraerse, si se quiere, a un cierto respeto a la filosofía y religión hinduista, pero que apenas llega a tener importancia a lo largo de la historia tal y como está contada.
Aún así, hay algunas muestras interesantes a nivel narrativo como es el principio con el nacimiento simultáneo del elefante y la niña, que me recordó a la violación y los perros de Masacre en el Condado de Cuello Rojo por esa evidencia del montaje paralelo tan directo y poco sutil, y que en este caso marcará el desarrollo de las vidas de ambos protagonistas, creándose un lazo especial entre ellos, tal y como presenta desde un principio con esa conexión del sonido del bebé llorando mientras vemos al elefantito.
Además, toda la trama se va sucediendo de un modo bastante evidente, sin tener fuerza prácticamente en ninguno de sus giros, (aunque podríamos destacar favorablemente el momento del encierro de los elefantes tras su caza y ese buen momento del beberse la sangre de ellos como obsesión narcisista y absurda por la belleza), y el ritmo se va viendo excesivamente afectado por esto, retomando un poco para lo que es el clímax final pero sin llegar a resultar demasiado interesante en el conjunto.
Tampoco desde la dirección se estructura un film excesivamente resaltable, resultando todo bastante plano y consiguiendo solamente en ciertos momentos un buen valor narrativo, siendo el ataque de Tusk a otro elefante para proteger a Elise uno de los mejores momentos, principalmente por lo extraño que resulta el plano de ella gritando, absolutamente teatral y tétrico al mismo tiempo. Ni siquiera la fotografía de Jean Jaques Flori ayuda, al pesarle demasiado la grabación en la India y ese sol de muerte que parece haber casi todo el tiempo, perjudicando especialmente a momentos como la noche americana que se intenta hacer en vano.
Y el montaje de Jean-Philippe Berger, pues continuando con este tono plano y falto de vida que es el resto del apartado técnico, aunque funcionando en las ocasiones en las que tiene que destacar, como es ese comienzo con los dos partos que citaba antes, aunque bajando cuando se trata de intentar zafar los momentos violentos, demostrando demasiado la falsedad de los mismos, aunque supongo que poco se podría hacer con el material rodado que habría (pero algo mejor seguro que si). También destacar esos parones entre escenas, dejando planos congelados que, especialmente al principio, desconciertan y extrañan, sin aportar nada realmente, aunque poco a poco el cerebro del espectador se vaya acostumbrando y le dan, al menos, personalidad al film.
En cuanto al sonido, pues decir que consigue colar con bastante acierto las voces dobladas de los personajes, haciendo dudar en más de una ocasión si está el sonido recogido directamente, gracias al buen montaje del mismo por parte de Raymond Adam. Además, ayudado este apartado con una música de Jean Claude Petit, que cuaja perfectamente en la historia aportándole una extrañeza a la misma, aunque después se vaya volviendo todo excesivamente ochentero en gran medida por las aportaciones de Guy Skornik a la B.S.O. del film.
Vale, no es el sr. Belvedere, ni Geoffrey (ni sabía que se escribía así), pero un mayordomo hindú también mola.
En el plano actoral, pues sin demasiado destaque, con unos actores que sencillamente cumplen, sin profundizar en sus personajes, pero sin resultar incómodos ni faltos de credibilidad. Cyrielle Clair estableciéndose como una mujer demasiado contrastada, que falla en el punto medio necesario que una a la mujer defensora del elefante y la que responde a la educación que le fue dada para amar a un hombre y poco más. Y Christopher Mitchum, consiguiendo hacer un papel de americano explorador tópico sin demasiado problema, aunque eso, pecando de ser tópico, y también en cierto modo incongruente en cuanto a su relación entre el trabajo y el amor, sobre todo por la excesiva separación que casi lo convierte en dos personajes.
Por su parte Anton Diffring con el mismo problema de no acabar de definir todo el concepto de su personaje, que solamente está por ahí, opinando y actuando cuando se le exige, pero sin crearse un discurso coherente en todo el film que le permita parecer real. Y entre el resto del reparto, podríamos destacar a Serge Melin, que deja entrever mucho más de lo que dice su personaje al respecto de su relación con el de Michel Peyrelon, mucho más bajo y forzado. Y también a B. Chandrasherkhra, que consigue a un mayordomo frío y dedicado, pero con bastante carisma para el tiempo que está en pantalla.
Saben que un servidor está totalmente en contra del maltrato animal, así que esperemos que esto lo hayan ficcionado, después de los remordimientos de El Topo.
Resumen:
Un film menor en la filmografía jodorowskyana, con poco simbolismo, y ese poco muy evidente y una historia no demasiado profunda, que ni siquiera acaba de enganchar ni de destacar más que en momentos puntuales.
PUNTUACION
Originalidad/Riesgo: 7.5
Técnica: 6.0
Guión: 5.0
Actuación: 6.0
TOTAL: 6.0
Originalidad/Riesgo: 7.5
Técnica: 6.0
Guión: 5.0
Actuación: 6.0
TOTAL: 6.0
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