Título: The Rainbow Thief
Director: Alejandro Jodorowsky
Año: 1990
País: Reino Unido
Duración: 87
El tío Rudolf (Christopher Lee) es un ricachón estrafalario que un buen día cae en coma en medio de varias prostitutas que le vienen a hacer el trabajo a domicilio. Y el Príncipe Meleagre (Peter O’Toole) es un tipo al que Rudolf ha criado, que vive en las alcantarillas, y que cuenta con recibir la herencia una vez casque su tío. Con esta idea de recibir la herencia atrae a Dima (Omar Sharif), un mendigo que se pondrá a ayudarlo en espera de cobrar y poder dejar esa vida de limosnas y robos que lleva.
Drácula, Saruman, Conde Dooku, Dr. Catheter, Rasputín, Fu Manchu... Y esto. La carrera perfecta para un actor.
La idea de mezclar a un príncipe en un mundo de mendigos, podría recordar, evidentemente, a Mark Twain y El Príncipe Y El Mendigo. Sin embargo, aquí la cuestión se traza desde un punto totalmente divergente, con un personaje que no acaba de entrar en la realidad, estando totalmente pasado de rosca, y un sirviente fiel que por ayudarle, y en vista de aquello que podrá lograr ayudándole, las pasa putas, recordando en sus formas más bien al Quijote visto desde el punto de vista de Sancho Panza.
Y aún mezclando estos dos referentes, la historia no acaba de enganchar, y la mayoría del tiempo discurre sin apenas interés, apoyándose únicamente en la buena actuación de Omar Sharif, que consigue hacer evolucionar más o menos todo el film cargándoselo a las espaldas y dándole el mínimo de dramatismo y ternura que necesita, acercándose en más de un momento a los papeles de mendigo clásico de Chaplin, y consiguiendo un personaje lógico, que no obstante evoluciona poco, y peca de ser excesivamente superficial, aún resultando en conjunto una buena interpretación.
Del resto del reparto, destacar a Peter O’Toole en su papel de Príncipe Meleagre, que consigue mantener a su personaje siempre dentro de su locura, pero con una apariencia exterior totalmente embaucadora, a excepción de los momentos en que se encuentra solo, bastante más forzados aunque sin ser, ni de lejos, un desastre. Por el lado de Christopher Lee, protagonista del prefacio y nada más, una actuación bastante forzada, aunque gracias a ello divertida y coherente con el carácter absolutamente excesivo y excéntrico de su personaje. Entre los restantes destaca Jude Alderson, relativamente bien en su interpretación por el poco carácter de su personaje, y Ian Dury, excesivamente frío y recitando las frases, pero sin acabar de hacerse creíble.
Pero bueno, el problema aquí es que el ritmo narrativo es más bien nulo, resultando más bien escenas sueltas que una historia en sí misma, al no existir ningún punto que hile todo ni que suponga un interés al espectador más allá del qué pasará cuando el tío Rudolf muera. Y así, se puede resumir el guión, firmado por Berta Domínguez, en un prefacio básicamente de relleno, que resulta divertido por las excentricidades del tío Rudolf, prácticamente dignas de un mismísimo Dalí, un montón de paja una vez se nos ha presentado a los personajes principales, y un desenlace bastante sacado de la manga y que le da un punto fantasioso e irreflexivo al film, cayendo en tópico, y que se suma a la vehemencia con que se mira al mundo de los mendigos, la incoherencia que hay en las relaciones entre ellos y al vano intento de establecer metáforas que no llevan a ninguna parte realmente, sino a un aspecto superficial mucho más profundo de lo que realmente es.
De hecho, podemos encontrar muchas referencias en la forma del guión al modo habitual del sr. Jodorowsky, con esa acumulación de extrañezas en cada escena, pero con inconexión entre sí que lo hace extraño y extravagante a partes iguales. Solo que aquí, las extrañezas carecen de demasiado significado y solo trata de buscar un gusto estético bizarro con ellas. A excepción, si queremos, de determinados elementos de crítica como los mendigos, que parecen sacados del sindicato de Mendigos de M, El Vampiro De Düsseldorf o La Ópera De 3 Centavos, o la supuesta vidente, que protagoniza una escena que, al menos, resulta divertida por sí misma.
Desde la dirección del sr. Jodorowsky se ve un intento, bastante bueno desde el punto de vista tradicional, de conseguir dar un poco de fuerza a las escenas, y si bien encontramos un uso de la cámara muy soso, consigue maquillar en gran medida las faltas narrativas y al menos dar un buen aspecto con ayuda de la dirección de foto de Ronnie Taylor, naturalista y oscuro, consiguiendo retratar de un modo bastante coherente y digno el mundo en que se ambienta. Especialmente en las partes de exteriores.
El montaje de Mauro Bonanni, con una falta de coherencia entre planos en más de una ocasión, aunque consiguiendo hilar bastante bien el conjunto. Especialmente reseñables los cambios de escena, que benefician mucho el ritmo narrativo, aunque obviando el paso del tiempo para el espectador, lo cual le da un aire de mayor ensoñación, si lo sumamos a esa inconexión entre escenas que comentábamos más arriba. Destacar también negativamente el final, donde el tiempo se alarga demasiado para poder conseguir fuerza, y perdiendo ahí la gran oportunidad de, al menos, justificar todo el vacío anterior con un final fuerte y lleno de tensión.
En el sonido, a cargo de Jaya Bishop, bastante poco destacable, fallando en los enlaces entre planos al marcar demasiado las diferencias de sonido en más de una ocasión sin aparente motivación lógica, y sacando al espectador del film con esto. También poco destacable la música de Jean Musy, bastante vacía y superflua, e incluso resultando cansina en algún momento como el del bar, aunque funcional y coherente con el tono del film.
Resumen:
Una peli bastante vacía y con poco atractivo ni interés, donde el guión es el principal problema por ser solo un montón de situaciones más o menos bizarras, por mucho que desde la técnica y desde las interpretaciones se consiga mejorar en gran medida el resultado final.
PUNTUACION
Originalidad/Riesgo: 6.0
Técnica: 7.0
Guión: 5.0
Actuación: 7.5
TOTAL: 6.5
Originalidad/Riesgo: 6.0
Técnica: 7.0
Guión: 5.0
Actuación: 7.5
TOTAL: 6.5
No hay comentarios:
Publicar un comentario