jueves, abril 07, 2011

El Incal

Título: L'Incal


Autor: Alejandro Jodorowsky (guión), Moebius (dibujo)


Año: 1980-1988


País: Francia


Edición: Norma Editorial


Tomos: Integral de 312 pag.









John Difool es un detective de pacotilla que un día, de pronto, se encuentra con que tiene en su poder el Incal, una pequeña pirámide de luz de la cual desconoce todo, excepto que le ayuda y tiene ciertos poderes. Pero mucha gente quiere robárselo, motivo por el que, con ayuda de su loro de cemento Deepo, irá escapando y encontrándose aliados esenciales para proteger el Incal, como el Metabarón, mayor cazarrecompensas del imperio, Tanatah y Animah, protectoras del Incal luz y del Incal negro, Kill, un hombre-perro, o Soluna, el andrógino perfecto nacido de Animah y criado por el Metabarón.

Si hay quien las come, por qué no cabalgar ratas?


En el mundo de la ficción seriada hay obras que suponen para sus autores, un continuo trabajo a lo largo de un montón de años, jugando a camino entre el continuo vagar y mirar hacia adelante para ir enganchando al público, y por tanto seguir existiendo, y la búsqueda de una consecución final, no entendible para el público hasta completarse. Esto podemos verlo en algunas pocas series televisivas, como Twin Peaks o Carnivale, o en gran cantidad de cómics, donde además el trabajo se vuelve mucho más personal que en audiovisual. Autores como Akira Toriyama, que tuvo como principal ocupación Dragon Ball durante 11 años aún a pesar de hacer otros trabajos y acabar tirando demasiado hacia adelante a ciegas (también debido al ritmo de trabajo), Alan Moore y David Lloyd, que curraron durante 5 años en V de Vendetta, o Jodorowsky y Moebius en la presente obra así lo atestiguan.

Si, un hombre perro, y John Difool disfrazado de detective prototípico en primer término.


Esto tiene su parte buena en cuanto a la posibilidad que da a la historia de evolucionar, de girar sobre sí misma y renovarse, convirtiéndose en estructuras tremendamente complejas, pero también la parte mala del evidenciar cómo en muchas ocasiones esta evolución no está prevista desde un principio, sorprendiendo tanto al público como al autor en sus giros. De entrada, es la impresión que uno se lleva de los primeros tomos de El Incal, en los cuales la historia vaga sin demasiado rumbo, a pesar de enganchar y resultar intrigante por lo extraño del planteamiento y lo poco que sabemos de lo que ocurre, y quién es ese John Difool, y qué hace el Incal, y todas esas tramas de traiciones de poder que se nos presentan.

Pero, ah, una vez que se nos descubre la trama, y vamos entendiendo quien es cada uno de los personajes, y como de grande es el peligro al que se están exponiendo, todo gana muchísimos enteros, aumentando en ritmo e interés hasta llegar a su culmen en el clímax final, perfectamente pergeñado, y dando un sentido y una profundidad enormes a todo el conjunto. De este modo, el conjunto de los 6 tomos se divide en 3 parejas, donde primero conocemos a los protagonistas, luego se enfrentan realmente al conflicto evidente, y finalmente llegan a lo profundo, estableciendo un viaje de aprendizaje que termina en cotas de metafísica y de la filosofía vital habitual en Jodorowsky.

Una de las mayores putadas cuando vas a por alguien: descubrir que se ha suicidado antes de que llegaras.


Contado todo con un uso de las elipsis que se hace constante, y usando a los personajes para aclarar lo aclarable en el tiempo eliminado, consiguiendo así un ritmo veloz, que obvia los tiempos excesivamente muertos o las tareas más aisladas, en pos de una continuidad lo más grande posible dentro de cada página. Y esto lo hace usando como base las directrices más puras de la ciencia ficción, en un futuro donde hay viajes espaciales, una infinidad de mundos diferentes, una compenetración enorme con la tecnología, obviando la naturaleza, y en una sociedad que difiere solo en parte de la actual, con tendencia a la lucha constante para conseguir el poder por parte de muchos de los habitantes, y que si bien no acaba de explicar en toda la profundidad que podría, sí muestra y organiza de modo coherente para que el lector no se pierda en el maremágnum de planetas, galaxia, imperio y demás jerarquizaciones.

Para ello, fundamental el trabajo de Moebius, quien recrea y muestra de un modo más que acertado todo este mundo extraño y complejo, donde vemos parajes como el planeta de Oro, las ciudades-pozo o el planeta Tecnos, diferenciados todos ellos entre sí por los juegos de colores y por un gran uso de los espacios y de los diseños con que estarían construidos y mantenidos, aunque manteniendo, casi siempre, una luminosidad especial que permite entender toda la escena, por exagerada que pueda parecer al comienzo. Destacaría dentro del dibujo, también, los diseños más monstruosos y fantásticos como seres vivos, desde los bergs o los mutantes, hasta los elementos de la tiniebla, o la imagen real de Soluna.

La idea de un bosque de cristal me encantó desde un principio. En serio.


De todos modos, esa buena definición del diseño de los espacios, se queda solo en el diseño, puesto que a la hora de ambientar escenas complejas como partes de combates, entre viñeta y viñeta pierde demasiado al lector si se limita a observar el dibujo, frenando demasiado la acción. Esto ocurre sobre todo al cambiar los puntos de vista y los tamaños de los planos que utiliza para las mismas. Aún así, rápidamente uno vuelve a resituarse, apoyándose en el contexto, sin ningún problema.

En cuanto a los personajes, tenemos un gran trabajo ya no solo en el personaje principal que es John Difool, sino también en los coprotagonistas, donde todos los rasgos están definidos, mostrándose a través de sus acciones y diálogos. Especialmente si tenemos en cuenta lo complejo de todo respecto a la evolución que sufren en relación a su contacto con el Incal y al aprendizaje que van teniendo a lo largo de la historia. Respecto a los personajes que rellenan y ayudan a la evolución de las tramas, se encuentran mucho menos definidos, con una importancia solo pasajera y concreta, y respondiendo en base a esto, aunque mostrando un mínimo de complejidad y profundidad.

Cuando estás hablando con una figura geométrica mágica y omnisciente, realmente la existencia pega un giro interesante.



Resumen:

Una historia que, aunque en su comienzo trastabilla un poco y no parece tener muy clara la dirección que va a tomar, a medida que avanza engancha por su complejidad, adentrándose cada vez más en la metafísica de Jodorowsky, y todo ello con un dibujo aparentemente sencillo pero efectista y muy detallado y unos personajes perfectamente definidos.





PUNTUACION

Originalidad/Riesgo: 9.0
Dibujo:: 8.5
Guión: 9.0
Personajes: 9.5

TOTAL: 9.0

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