sábado, noviembre 28, 2009

El Secreto De Sus Ojos

Título: El Secreto De Sus Ojos


Director: Juan José Campanella


Año: 2009


País: Argentina / España


Duración: 127










Una vez retirado, Benjamín Expósito (Ricardo Darín) decide escribir una novela basada en un caso que le impactó y cambió la vida 30 años atrás. Para ello, llama a su compañera de trabajo de entonces, Irene (Soledad Villamil), con la cual siempre hubo algo más que compañerismo, pero nunca se atrevieron a reconocerlo mutuamente, y juntos, acaban rememorando ese tiempo pasado y lo ocurrido entonces.

Qué es la justicia sino una forma de venganza? Un castigo por malas acciones cometidas? Una forma de mantener el orden social? Pues que quieren, a mi eso me suena en gran medida a venganza, o a excusas para justificarla. Pero esto ya quedaba bastante bien explicado en films como 12 Hombres Sin Piedad y en otros como La Naranja Mecánica vemos que en gran medida incluso acaba quedándose corta en relación a lo que los afectados querrían hacer con los acusados, con lo cual incluso podríamos verla (desde un punto de vista demagógico) como un modo de proteger a los criminales.

Y aquí, en cierto modo, se trata lateralmente esta misma cuestión. Y es que aunque la trama se centre en contar la investigación para la captura de un violador y asesino, la verdadera historia que se nos va contando, es la que atraviesa transversalmente esta investigación entre los dos protagonistas, punto de inicio y fin del relato que se nos hace.

Este punto de arranque nos sirve para ir ejecutando una presentación de los dos protagonistas y hacernos ver quienes son y dónde van a ir a parar, soltando la información justa para que los tramos de flashbacks que supone la novela nos sorprendan y nos involucren, jugando con ciertos datos que ya se nos van dando desde el tiempo presente y explicándolos en gran medida.

De este modo, el guión evoluciona en ambos tiempos narrativos simultáneamente, permitiéndose con ello el fragmentarlos absolutamente, y cometiendo los errores al respecto precisamente en el tramo final, donde ya se ha terminado la novela y el tiempo pasado, y el cierre de toda la historia global se va llevando a cabo saltando de un lado a otro con una conexión poco marcada entre ellas (aunque perfectamente coherente, las elipsis son demasiado grandes para mi gusto).

Además, el final del caso para mí ahonda demasiado y acaba cayendo en vueltas innecesarias (personalmente le habría puesto un pequeño punto más de sadismo, aunque reconozco lo dado que soy a los excesos en ese plan). No obstante, el ritmo narrativo es más que bueno, y los giros de la historia realmente son sorprendentes e inesperados, logrando hacerse entretenida e ir imprimiendo ese punto de importancia paralela a la investigación y a la historia entre los protagonistas.

A nivel técnico, destaco los planos secuencia con los que el sr. Campanella nos introduce dentro de la película, ayudándose con una fotografía naturalista muy sencilla, que hace mucho más creíble y realista toda la cinta, consiguiendo, aún así, algunos planos bastante preciosistas en algunos momentos como ese en el que Sandoval espera, borracho, a que Benjamín consiga que su mujer le deje dormir en casa. También hay que destacar algunos planos que precisamente pretenden este preciosismo, pero se hacen extraños en el conjunto por lo poco naturales de los mismos, y cortan un poco el sentimiento que produce el resto de la cinta, como algún aberrado en el interior del juzgado.

El montaje, perfectamente sincronizado con el ritmo que exige el guión, y jugando muy bien sin perderse entre los dos tiempos narrativos, consiguiendo fundirlos en uno, y donde solo le echaría en cara algún momentillo más problemático al romper esos planos secuencia que nos brinda la cinta en pos de una simplificación narrativa. El sonido, excepto algún momento que parece no estar bien la voz dentro de las actuaciones, sin sincronía, pareciendo apuntar a doblajes a priori innecesarios, en general logra pasar inadvertido, teniendo incluso un buen trabajo en la diferencia de ambientes y de la sonoridad que nos hace sentir cada plano.

Y los actores, francamente convincentes, especialmente Ricardo Darín, que aunque dude en algún momento, logra crear a un personaje y desde un principio nos deja ver sus sentimientos más allá de su expresividad corporal. Algo menos de esto lo hace Soledad Villamil, que acaba necesitando expresarlos por vía dialogal, pero también por la personalidad del personaje. Y eso si, ambos muy bien en cuanto a la variación entre el pasado y el presente y el aprendizaje y maduración de sus personajes al respecto.

También destacable Pablo Rago, quien convence, y mucho, en todas las facetas y profundidad de su personaje, con la locura y dificultad que su dolor supone. Ya me convenció menos Javier Godino, que no acaba de ser lo suficientemente asqueroso como para que lo odies, aunque de todos modos logra crear al personaje en la medida de lo posible con el poco tiempo que tiene en pantalla. Del resto, todos bastante solventes, y Guillermo Francella especialmente divertido en todas sus facetas, siendo destacable en sus momentos de borrachera, pero también en sus genialidades, sorprendiendo en su monólogo sobre la Pasión, (que me hizo pensar en GELP y su película mientras lo escuchaba).

Vamos, un film sobrio, contundente, y muy bien estructurado, que logra hacerse entretenido y muy fluido, además de jugar con el espectador a la hora de narrar la historia que se le quiere narrar.









PUNTUACION

Originalidad/Riesgo: 7.5
Técnica: 8.5
Guión: 8.0
Actuación: 8.0

TOTAL: 8.0

2 comentarios:

Damián Villa dijo...

esta peli me sorprendió positivamente. concuerdo en la mayoría de aspectos contigo. creo que es un análisis bastante acertado, aunque no me voy a meter en fonduras de cinefágo a las que no alcanzo. en apariencia, crees que vas a ver una peli cien por cien sobria y hasta fría, pero no es el caso. los dos protagonistas (especialmente él) tienen mucho carisma, están bien construídos por los respectivos actores, el de darín es un papelón, insisto y en mi opinión, soledad villamil es más fría y transmite a través del diálogo porque su personaje así lo exige. por tanto, chapó para ella igualmente. la trama está realmente conseguida, intrincada pero no confusa, nunca pierde el interés y crea un constante cambio de rumbo que llega a perturbar, como le sucede al prota. hay planos que está cojonudos. el del estadio de fútbol es sensacional, desde el plano aéreo, super original, hasta la persecución en plano secuencia, de lo mejor de la cinta. vamos, que yo le pongo un 9 y creo que no me excedo.

Luis E. Froiz dijo...

Si, yo por lo que recuerdo de la cinta (que parece increíble que la haya visto ya hace 2 años y medio), es de esas maravillas que te encuentras casi por casualidad y terminas con un sabor de boca inmejorable en todos los sentidos.

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