lunes, noviembre 09, 2009

Por Un Puñado De Dólares

Título: Per Un Pugno Di Dollari


Director: Sergio Leone


Año: 1964


País: Italia / España / RFA


Duración: 99











Un pistolero yankee misterioso llega a un pueblecito de México gobernado por dos bandas rivales. Aunque al principio parece posicionarse a favor de una de ellas, pronto veremos que sus planes no conciernen a nadie más que a sí mismo, que solo intenta ganarse la vida, y a los que considera injustamente dañados en el conflicto.

A ver, a estas alturas, hacer una crítica de cualquiera de las pelis de la trilogía del dólar no es precisamente algo novedoso. Todos estamos de acuerdo en ello. No obstante, y precisamente por su importancia, no puedo resistirme a hacerlo yo también. Precisamente por ser la primera de las tres, la importancia de Por Un Puñado De Dólares recae, ya no tanto en la técnica desarrollada tras las cámaras para contarnos la historia, sino en lo que rompe con las premisas básicas de los westerns llegados de América, centrándose en un aspecto mucho más violento del mundo del oeste, aunque de todos modos aprovechando las líneas argumentales basadas en la individualidad y la codicia. Y curiosamente, aprovechándose de cine japonés, copiando Yojimbo para estructurar el guión.

De este modo, se nos plantea una historia con un protagonista absoluto, presentado como tal ya desde un comienzo, y del que no tarda en mostrársenos que su vida solo se rige por sus propias normas, y que sabe cómo alcanzar lo que quiere en todo momento. Vamos, que es un tipo duro de cojones, con el que más vale no enemistarse. Y precisamente por este personaje que se come tanto la historia, ésta se ve obligada a hacer bastantes giros para mantener al espectador enganchado, siempre bajo la premisa de la violencia, aunque sin obviar unos principios morales de justicia, que nuestro héroe acaba representando, aunque sea juez y verdugo en más de una ocasión.

De este modo, el ritmo apenas decae, exceptuando algunos momentos mientras se prepara el desenlace final, donde el film comienza a plantearse de un modo más repetitivo, pero sin ser un problema que se note excesivamente. Por otro lado, también hay que tener en cuenta en relación a estos giros argumentales cómo no llegamos a entrar nunca en la mente del protagonista, buscando más que una catarsis o una identificación con él, una admiración que nos lleva a apoyarlo, precisamente porque además es el único con coraje y un sentido de la justicia del pueblo al mismo tiempo (porque en el cine, la violencia sí representa justicia).

Además, todo esto viene apoyado por un gran trabajo tras la cámara, que nos coloca en todo momento en la posición mental adecuada para opinar sobre los personajes lo que el sr. Leone quiere, y de este modo condiciona al espectador, pero ayudando a introducirlo en la historia y a hacerle disfrutar del film. Y aún por encima, nos encontramos con algunos planos francamente magníficos tanto a nivel narrativo como estético, y quiero citar al respecto el momento del intercambio de prisioneros visto desde la puerta de la cantina, sencillamente genial, o los subjetivos del final.

Donde echo en falta algo es en la fotografía, al contar con demasiadas noches americanas, que si bien están justificadas, como suele ocurrir no acaban de dejar claro que estamos viendo escenas nocturnas. De todos modos en interiores sí está tremendamente cuidada, dando un aspecto muy poco forzado, pero ayudando enormemente en este condicionamiento del espectador que citaba respecto a la forma de los planos. La música también ayuda a este condicionamiento, y estando a cargo de Ennio Morricone también sienta cátedra, innovando enormemente, y clavándose en la memoria colectiva, aún sin llegar al nivel de las dos colaboraciones con Leone posteriores.

Lo que sí se podría echar en cara son los doblajes, probablemente condicionados por presupuestos y por el hecho de contar con actores de demasiadas nacionalidades distintas. Pero de todos modos, ni siquiera son demasiado cantosos en el aspecto sonoro, y no afectan a la narración en absoluto, ya que las actuaciones se basan mucho en el aspecto físico y sobre todo, en la mirada de los personajes, donde claro, Clint Eastwood es un grande con su mirada. El resto del elenco está también a un nivel muy alto, y consiguen crear, en conjunto, un pueblo y unas bandas muy reales y creíbles, con cada uno de los roles muy bien definidos, especialmente entre los Rojos, quienes tienen mucha más importancia en todo el film.

Vamos, una obra que no solo innovó enormemente, sino que lo hizo con mucha calidad, y, aunque tiene algún defecto que otro, resulta absolutamente recomendable para comprender la evolución ya no solo del western, sino del cine, a partir de los años 60.







PUNTUACION

Originalidad/Riesgo: 8.5
Técnica: 9.0
Guión: 8.0
Actuación: 8.0

TOTAL: 8.5

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