The Terror Of Tiny Town

Título: The Terror Of Tiny Town


Director: Sam Newfield


Año: 1938


País: USA


Duración: 62

En un pueblo del oeste americano curiosamente habitado solo por enanos, las reses de dos hombres enfrentados desde tiempo atrás están siendo robadas. Ambos se acusan mutuamente, influenciados por el verdadero ladrón, y tendrán que ser los miembros más jóvenes de las familias quienes tengan que buscar un modo de solucionar el problema y así, poder amarse tranquilamente y en paz.

Ahh, qué tiempos aquellos en los cuales era aceptada y explotada la diferencia de un colectivo como los enanos a la hora de hacer cine (y cualquier espectáculo), en lugar de la corrección política sin sentido en la que vivimos sumergidos hoy en día, eliminándolos de la sociedad mediante la total desaparición desde el punto de vista mediático. Aunque siendo un poco críticos, quizás el mejor modo de presentarlos no era tampoco la empleada en esta película, usándolos más como atracción desde un punto de vista de la superioridad de los normales que teniendo ningún tipo de acercamiento a su mundo como ocurría en La Parada De Los Monstruos.

Es curioso, de todos modos, la poca presencia que los enanos han tenido en la historia del cine, y salvo ejemplos entre los que destacan la ya citada La Parada De Los Monstruos, También Los Enanos Empezaron Pequeños y Willow, es difícil pensar en títulos donde tengan una importancia en la historia, quedándose de este modo curiosamente sin un lugar en el entretenimiento, salvo pequeños papeles sin demasiada importancia, como podría ser el caso de El Mago De Oz, Sardú o los Oompa Loompas de Un Mundo De Fantasía. No obstante, normalmente tienden a tener un punto de explotación menor del hecho de ser diferentes al ciudadano medio que el presente film, basado en la simple muestra de ellos como chistecitos con patas en muchas ocasiones.

Pero no se equivoquen, tampoco es una constante de humillación e indignidad, puesto que, entre los chistes sobre la altura y la presentación desde un comienzo como una peli de enanos, realmente nos encontramos con una historia de western bastante decente, aún sin ser original en su estructura, ya que recoge muchos elementos adaptados de Romeo y Julieta, amén del centrarse en los cowboys y la vida de campo como en los westerns de la época, no quedándose de este modo en una mera atracción de feria, con un nivel narrativo bastante bueno. No sobra metraje en ningún lado (menos mal, porque dura una hora escasa), a excepción de lo absurdo de la presentación (cosa que sería brutalmente punible si sucediera en la hora escasa que dura), y la historia evoluciona de un modo lógico y sin demasiados tropezones, con un buen ritmo.

De hecho incluso se le echa de menos algo más de tiempo y explicación para algunos momentos como la presentación de la chica protagonista, que no acaba de dejar claro quién es hasta que lo sacamos por lógica. Por otro lado, y dejando de lado la cuestión temporal que serviría para excusar esto, sobran las canciones y desde luego hay un exceso de momentos de un humor bastante burdo y que se carga lo cosechado en la trama principal, ya que no llega a necesitar este tipo de cosas para aliviar la tensión narrativa.

En cuanto a la técnica, no hay pegas que poner, y esa es la mayor alabanza que se le puede hacer, puesto que tampoco busca la innovación en una época donde ya empezaba a existir una serie de principios aceptados en cuanto a la utilización de la cámara y del montaje, adoptando estos principios sin problema. Solo criticaría ciertas repeticiones de algún plano para alargar un poco más y controlar el ritmo, siendo un error de planteamiento en la preparación del rodaje que al menos se ha corregido en montaje, y algún errorcillo más que se puede razonar por su limitación presupuestaria.

Eso sí, las actuaciones de los actores dejan claro su poca dedicación al mundo de la interpretación, estando todos ellos a un nivel muy bajo, y destacando un poco por encima Little Billy Rhodes, el malvado, y Charles Becker, el cocinero, quien lleva mucho del peso humorístico que tanto sobra, pero que al menos lo hace correcto y crea un personaje con una personalidad algo más interesante y aparentemente menos vacío y tópico que sus compañeros, quienes se cargan literalmente todo el planteamiento tras las cámaras bajando el nivel de un modo brutal.

Vamos, una película curiosa, y no mal hecha desde detrás de las cámaras y desde el concepto de la historia, pero que cae en un exceso de explotación y poca preocupación por la calidad desde la producción, escogiendo a los actores solo por su tamaño y preocupándose de que el público no pierda la oportunidad de hacerse conscientes de que son enanos lo que está en pantalla.

PUNTUACION

Originalidad/Riesgo: 7.0
Técnica: 7.5
Guión: 5.5
Actuación: 3.5

TOTAL: 6.0