martes, enero 03, 2012

Man On The Moon

Título: Man On The Moon


Director: Milos Forman


Año: 1999


País: Reino Unido / Alemania / Japón / USA


Duración: 118









Biopic sobre la vida de Andy Kaufman (Jim Carrey), humorista que triunfó en Estados Unidos durante los años 70, contada desde que comienza a triunfar en clubs de comedia hasta que George Shapiro (Danny DeVito) lo descubre y lo hace triunfar en la televisión nacional. Desde allí, buscará la destrucción de valores mediante su humor extraño, negro, violento y desde luego corrosivo, además de su propia destrucción profesional.


El mítico número de Mighty Mouse.


Antes de comenzar el análisis, supongo que todxs ustedes conocen la vida y obra de Andy Kaufman. Y si no es así, les animo a que la lean en la Wikipedia o en algún otro lugar, porque es fascinante. Y digo la de Andy Kaufman por no meterme a teorizar sobre si Jim Carrey es o no él. Que a fin de cuentas, lo que siempre digo cuando hablo de esta conspiranoia, es que si alguien fue capaz de fingir su muerte para hacerse pasar por un actor 10 años más joven que acabó teniendo éxito, ese fue Kaufman. Pero hoy me ceñiré a la historia oficial y daremos por supuesto que Jim Carrey solo es un admirador de Andy Kaufman con la enorme suerte de haberlo interpretado en la pantalla.

Dicho esto, decir que la fusión entre el talento de Milos Forman y Jim Carrey, con Danny DeVito metido por el medio y arriesgándolo todo para hablar de la leyenda que fue Andy Kaufman, es uno de esos augurios que uno sabe que o se acaba convirtiendo en una peli mofa de sí misma, o en algo cojonudamente divertido. O ambas cosas simultáneamente.

El guión, básicamente establece una relación más o menos veraz de lo que fue la vida de Kaufman, recogiendo los mejores momentos de su vida profesional, y mezclándolos con parte de la vida privada, con un trabajo de investigación cojonudo (algún incidente que no spoilearé, se descubrió aquí que era un montaje). Además, estableciendo un gran juego con el espectador al estilo de Kaufman, engañándole constantemente al respecto de lo que era el personaje real o el creado de cara a la galería, y descubriéndoselo después poco a poco, para dejar ver también al Andy real, con sus obsesiones como el rechazo a las drogas y el vegetarianismo, entre otras muchas.

Tony Clifton, acompañado como se merece.


Con ello, el guión funciona muy bien, es muy veloz, y para quienes disfrutamos del humor de Kaufman muy entretenida. Eso sí, quizás en la parte final resulte excesivamente sentimental, y aunque se hace bonita y tierna, eso solo le da un aire de producto para poder vender en Hollywood fácilmente. Además, se echa de menos un poco más de caso a Tony Clifton y una continuidad un poco más marcada, sin tantos saltos. Pero claro, tampoco sería plan de llevar la peli hasta las 3 horas, que eso tampoco sería comercial, y estamos hablando de una peli ya muy difícil para el público al que iba dirigida.

Lo importante es que el personaje principal queda muy bien retratado (como personaje de ficción. Como relación a la realidad, por lo que sé de Kaufman también, pero eso solo lo sabrán quienes le conocieron), y con una interpretación de Jim Carrey muy a la altura de lo que se espera de él, con sus momentos de locura absoluta e histriónica, sus caídas hacia una actuación más suave… También muy correcto Danny DeVito, aunque con un personaje que sirve mucho más de apoyo a la cordura, con lo cual pierde gracia en pos de una mayor intensidad dramática.

Los falsos Shapiro y Zmuda, o los reales DeVito y Giamatti, o qué se yo.


Por parte de Paul Giamatti, algo similar a lo que pasa con DeVito, que tiene un papel mucho más secundario y no llega a desarrollarlo en exceso. En el tiempo que tiene en pantalla, está aceptable, y con algún momento bastante bueno. Y por cierto, citar la aparición de personajes reales de la historia como George Shapiro o Bob Zmuda (interpretados por DeVito y Giamatti respectivamente), haciendo cameos cojonudos que le dan aún mayor credibilidad a la cinta solo por involucrarlos en el proyecto.

Con todo esto, una puesta en escena por parte de Milos Forman que opta por la fórmula clásica para quedarse ausente casi todo el tiempo, dejando que sea la historia y los personajes quienes cobren importancia para el espectador. Por supuesto, con ello consigue una narrativa sin fisuras, rápida como el guión y donde destacan las actuaciones, presentadas desde un punto de vista medio entre el espectador directo, la historia desde la perspectiva de los personajes, y la propia realidad televisiva, de la cual, aún así, tiende a escapar. Con ello, nos acerca a Kaufman, si, pero siempre dejando toda esa pátina del personaje como algo esencial en él, y permitiendo con ello que la leyenda siga en eso, leyenda.

El pequeño Andy Kaufman, en sus 4 minutos de aparición en la peli.


Combinada esta dirección con una fotografía de Anastas Michos tradicional, tendiendo a la iluminación natural y a los planos de simple visión, de acuerdo con esa puesta en escena que comentaba antes. Para ello, también un montaje de continuidad hecho a tres bandas por Adam Boome, Lince Klingman y Christopher Tellefsen que tampoco arriesga y se queda en la fórmula clásica, dando ritmo a la historia y simplemente haciendo su trabajo sin pretensión de que se note a la hora de ver la peli. Destacar aún así algún momento como es el paso de las distintas mujeres en la parte de la lucha libre mixta.

La banda sonora, nuevamente en esa misma onda natural y sin hacerse notar, con buena mezcla entre esa realidad televisiva y la realidad de Kaufman en los momentos de actuación (especialmente destacables los comentarios durante las peleas), y con la dificultad durante las canciones, bien solventada, con oficio y nuevamente, rigiéndose a normas ya establecidas por la industria. Porque sí, esto, a fin de cuentas, acaba teniéndolo casi todo industrial, a pesar de que la historia es contracultura pura.

Pena que este estilo de lucha libre no llegase a WWE o a UFC.

Resumen:
La vida profesional de Andy Kaufman, el gran genio del antihumor, o humor dadá o como quieran llamarlo, resumida a grandes rasgos con un guión muy bien desarrollado (aún con sus partes sensibleras) y contada con mucho oficio, pero sin riesgos de fuera de la industria hollywoodiense. A destacar la magnífica actuación de Jim Carrey.



PUNTUACION

Originalidad/Riesgo: 8.0
Técnica: 7.0
Guión: 8.5
Actuación: 9.0

TOTAL: 8.0

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