martes, febrero 08, 2011

Alicia En El País De Las Pornomaravillas (Alice In Wonderland: An X-Rated Musical Fantasy)

Título: Alice In Wonderland: An X-Rated Musical Fantasy


Director: Bud Townsend


Año: 1976


País: USA


Duración: 78









Alice, o Alicia si lo prefieren (Kristine DeBell) es una joven bibliotecaria que se ha pasado la vida sin disfrutar. Un pretendiente, William (Ron Nelson), intenta conseguir que la muchacha se suelte, con escaso éxito. Pero ella empieza a pensar, y se da cuenta al coger una edición de Alicia En El País De Las Maravillas que nunca se ha permitido disfrutar, y comienza a fantasear con ello. Y entra en un mundo de fantasía persiguiendo a un conejo (Larry Gelman) a través de un espejo, donde le enseñarán a dejarse llevar y disfrutar de sí misma y de los placeres que puede llegar a alcanzar.

Qué mágicos son los fundidos...


La historia de Alicia En El País De Las Maravillas es una de esas que han sido reinterpretadas hasta la saciedad. Desde la famosa versión de Disney del 51, más o menos fiel al libro, hasta aquella exploit contra las drogas y la vida liviana de la juventud pecaminosa que la Something Weird produjo en los 60, y que se parecía en el título y poco más que era Alice In Acidland, hay un montón de versiones para todos los gustos. Incluso nos podemos encontrar cine español de la transición que lo recoge para recordar lo amargo de la dictaplasta de Paquito, en Alicia En La España De Las Maravillas.

Así que no era raro que acabara también existiendo alguna versión porno. Que si las hay de Caperucita con Las Aventuras Eróticas De Caperucita Roja, de El Chapulín Colorado en El Pitilín Colorado o incluso de un videoclip, corto o como quieran definirlo como Thriller, con Driller, cualquier cosa es posible. Lo que no es tan normal, aunque ese ejemplo de Driller nos lleve la contraria, es que además, la película sea un musical. Pero bueno, pensándolo un poco, el musical es otro género que se da mezclado con todo con relativa facilidad, que no hay más que pensar en La Leyenda De La Ciudad Sin Nombre o en Happiness Of The Katakuris.

El Sombrerero Loco, con una cabeza al aire.


Lo que está claro es que juntando 3 géneros tan propios y con tantos seguidores fieles como lo es una adaptación de un cuento bastante infantil, el cine porno, y el musical, el productor William Osco sabía que algún nicho de mercado tenía que tener. La cuestión es que no es precisamente fácil de encontrar. Pero bueno, que si no siempre está el público bizarro de la era de Internet para reciclar cualquier producto que se salga de la norma. Y especialmente, si está hecho con el buen hacer de esta cinta.

Porque sí, aunque parezca mentira teniendo en cuenta la clase de peli que tenemos entre manos, está bastante bien hecha. A ver, el guión es corto, pero piensen que es que hay mucho que rellenar con canciones y escenas porno. Pero todo ello está bastante bien hilado, y de hecho incluso la sexualidad de las escenas va subiendo poco a poco (lo poco a poco que permiten los 80 minutos que dura), y siempre está ahí esa pátina de humor de la mayoría del cine pícaro de los 70, que junto a la trama onírica que ya todo el mundo conoce de la obra original, le da un toque muy fresco a la historia. Sí, se le puede echar en cara que son escenas muy salteadas y que se podría explotar más ese lado surrealista. Pero ese defecto también lo tenía la novela original, así que no se le puede echar tanto en cara.

El cuerpo de ayudantes de los reyes, marcándose un baile.


De hecho, es que la novela, en una versión muy resumida, y cogiendo también algunos elementos de Alicia A Través Del Espejo, está bastante bien adaptada al contexto que se nos trata. Y la justificación de esa Alicia en plan joven adulta, pues funciona bastante bien. Evidentemente, todo esto lo digo desde esa superficialidad de la historia que sobrevuela todo el guión que Bucky Searles firma como B. Anthony Fredricks. Pero tampoco busca más.

Igual que Bud Townsend en la dirección, donde se va a una búsqueda de lo simple, sin complicarse demasiado, pero planteando bastante bien la ambientación en el país de las maravillas, y consiguiendo un buen equilibrio entre las partes, siguiendo en gran medida las convenciones de los dos géneros “especiales” que toca, con ese dejar ver las coreografías en los momentos musicales y jugar por el espacio mientras estas se suceden, o meter planos genitales y explícitos en las secuencias porno. En cuanto al resto, consigue que los diálogos primen y sean secuencias que encajan bastante bien con las restantes. Además, permitiéndose algunos momentos de delirio moderno y pop como es la aparición de textos pidiendo a Alicia que corra, o los propios títulos de cada uno de los capítulos. Eso sí, con algunos momentos bastante extraños y poco afortunados en la evidencia de querer suavizar algunas escenas y no hacerlas muy explícitas para hacer la versión softcore, como son raccords donde a la reina le salen pantys, o planos que se colocan de manera imposible para no mostrar más genitalia de lo necesario.

La Reina de Corazones, envidiosa del Rey, tambien quiere cosas con la cabeza de Alice.


Además, con la simplicidad de la fotografía de Joseph Bardo, casi toda en exteriores y con luz natural, en lo que parece un parque o algo similar. Y con ello, pues un buen trabajo que cubre bastante bien y que se combina con la dirección de arte de Ed Duquette, que suple bastante bien la evidente falta de presupuesto que tenían. De este modo, entre los dos le dan a la peli el aire necesario de credibilidad, completándose con los disfraces extravagantes de todos los personajes, combinando esa cutrez con lo sexy y con el mundo ya conocido del país de las maravillas.

Una pena que mucho del trabajo desde estas áreas se vea entorpecido por el montaje de Shaun Walsh, excesivamente torpe en muchos momentos, sin cubrir demasiado bien las roturas de continuidad o planos desenfocados que parecen no tener mucha lógica, dando además la impresión de haber sido cortado para la versión no porno del film, y es que mete algunos cambios que solo se pueden justificar por eso. Y aún por encima con esos extractos metidos a posteriori que sí son porno, que en algún momento están totalmente a machete.

Metanarrativa!


En el sonido de William Wang, algunos altibajos, con momentos donde las voces están más alejadas o con algún eco en el interior de la biblioteca, pero sin grandes problemas. Eso sí, muy vacíos, y diría que dependiendo mucho de la música. Pero qué cojones, si es un musical. Por cierto, música también de Bucky Searles, al igual que el guión, pero ahora firmando con su nombre. No como en sus papeles como actor, que también los tiene, y donde es donde es Bradford Armdexterbre, haciendo de Humpty Dumpty en una secuencia realmente absurda y genial en ese sinsentido porque sí con que se resuelve. Aunque él, algo exagerado y sin toda la gracia que pretendía tener. Y que de hecho sí tiene en el papel de ayudante de la Reina.

Ya dejándolo de lado, y yéndonos a por la protagonista, Kristine DeBell, decir que consigue un buen registro dadas las circunstancias, no siendo ninguna pasada en ningún aspecto pero cantando medianamente, follando y chupando más o menos y actuando bastante bien para ese tono superficial que la peli tiene. Por su lado, Larry Gelman, firmando como Jerry Spelman y haciendo de un Conejo Blanco más o menos interesante, aunque algo forzado y sin ese toque de bufón su traje le exige a gritos. Aún así, mucho mejor que el Sombrerero Loco Alan Novak, muy forzado sobre todo en las primeras escenas que interviene, pero gracias a ello dándole un aire extravagante al personaje, que evidentemente no le viene tan mal. Pero no se hace creíble.

Pobre Humpty Dumpty, intentando curar su impotencia con ayuda de dos enfermeras...


Entre los restantes, destacar al Rey de Corazones, John Lawrence, al que se le ven buenas intenciones, pero quedándose demasiado comedido y solo soltando sus frases. Y la Reina, Juliet Graham, con una genial cara de mala hostia y de altivez, pero siempre siendo traicionada por ella, forzando muchísimo la actuación y sirviendo solo para esa parte porno, aunque ni siquiera tenga demasiado. También hablar de Bree Anthony y Tony Richards, que se pasan el rato retozando y siendo muy buenos en sus papeles, y Ron Nelson, bien y creíble en lo poco que tiene, sobre todo dramáticamente, consiguiendo que el inicio y el final de la película funcionen.


Si, aquí los capítulos tienen títulos muy poco evidentes.


Resumen:
Una peli que no es, ni de lejos, la mejor ni como adaptación, ni como porno ni como musical, pero que combina bastante bien los tres conceptos, moviéndose con ligereza entre ellos, con un trabajo técnico correcto y unas actuaciones que están a la altura de las circunstancias que se le van exigiendo.




PUNTUACION

Originalidad/Riesgo: 8.5
Técnica: 7.0
Guión: 7.0
Actuación: 6.5

TOTAL: 7.5

1 comentario:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
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