martes, septiembre 07, 2010

The Dirty Dozen (Doce Del Patíbulo)

Título: The Dirty Dozen


Director: Robert Aldrich


Año: 1967


País: Reino Unido / USA


Duración: 150









Al comandante Reisman (Lee Marvin) se le ha obligado a ser voluntario para liderar una misión muy especial: coger a 12 hombres condenados a pena de muerte o a largas condenas, y llevarlos a una misión casi suicida para matar a unos cuantos altos mandos del ejército nazi. Aunque no todos ellos son precisamente los más fáciles de entrenar ni los más disciplinados, Reisman es capaz de entenderlos y aprovechar sus cualidades, pues él mismo es igualmente un renegado dentro del ejército. Y además, les ayuda el saber que si vuelven vivos, podrán salvarse de sus condenas.

Dandola a un lado y mirando para otro. Luego Laudrup copiaría el estilo con un balón.


La guerra es algo horrible, donde un montón de gente lucha a muerte y las pasa canutas para que otro montón de gente que casi ni salió de casa se lleve todo el mérito. Eso es algo que sabemos de un montón de pelis como Salvar Al Soldado Ryan, Apocalypse Now o La Gran Evasión. Pero claro, al menos esos hombres han de estar entrenados en condiciones para poder llegar no a ser un Rambo una vez termine la guerra, pero sí saber sobrevivir. Y ese entrenamiento ha de ser duro, como se ve en La Chaqueta Metálica, o en El Sargento De Hierro.

Y bajo estas dos premisas, se fundamenta este guión escrito por Nunnally Johnson y Lukas Heller, basado en novela de E. M. Nathason. Cogiendo unos personajes que no acaban de entrar en toda la disciplina y cadena ciega de mando que es el ejército, consigue toda la fuerza que tiene la rebeldía de un grupo de personas reconvertida en un trabajo en común con el que lograr salir todos beneficiados, sin llegar a dejarse subyugar por los mandos que no aceptaban desde un principio, pero recogiendo las cosas buenas de estos. Vamos, lo mismo que cuando En Dragon Ball los malos se iban volviendo del bando de Son Goku y compañía para enfrentarse a males mayores, o la unión de todos los villanos a la que se enfrentaba el caballero oscuro en el Batman del 66.

No cualquier nerd de instituto de los 80 puede llegar a ser soldado.


Así, la película se va estructurando en bloques muy concretos y definidos, que separan las distintas fases que el grupo irá atravesando, desde que son seleccionados y conocen al comandante Reisman hasta que demuestran su valía en la lucha real. Con esto, aunque estableciendo saltos elípticos que provocan golpes bastante bruscos, la película se hace entretenida, al distribuirse más en una serie de capítulos que en toda una trama continua.

Más de uno vería aquí una influencia indiscutible para el sr. Tarantino...


Además, todas estas elipsis permiten ir explicando y dejando a la fuerza de la lógica la evolución de los personajes, más que notable en la mayoría de los casos, entremezclándose todo con varios momentos de humor relativamente acertados (variando en función del momento), que apoyan la atención del espectador, evitando un discurso excesivamente monótono y falto de acción, que es de lo que peca toda la primera parte, mientras aún ni siquiera conocemos realmente a los protagonistas.

Y es que en ellos recae la gran parte de la atención de la película, ya que la dirección de Robert Aldrich se centra más en las actuaciones que en establecer una narrativa atenta al juego de la cámara. Aún así, este resulta acertado y con una muy buena dirección de fotografía de Edward Scaife, jugando mucho con los elementos del escenario para crear los encuadres, pero sin llegar a mucho más que mostrar acertadamente a donde dirigir la atención del espectador, obviando en más de una ocasión el situarlo dentro de la escena.

Lee Marvin, Charles Bronson y un busto de Hitler en un mismo plano. Alguien puede pedir más?


Pero eso, que los actores están a la altura de lo exigido, y, aunque por ejemplo al comienzo Lee Marvin está excesivamente forzado, sin llegar a hacer entender el interior de su personaje, a medida que pasa metraje va mejorando y va consiguiendo una mayor credibilidad. Por su parte, Charles Bronson en un personaje de su estilo de tipo duro, frío y distante, relativamente bueno por lo coherente de toda la cinta, creándole una personalidad definida a su personaje.

John Cassavettes, en su papel de inconformista absoluto, bastante bien y con el personaje mejor definido, dando a entender al espectador todos sus razonamientos interiores y su modo de comportarse, además de hacerse entrañable y evolucionar más que ningún otro. También impresionante Terry Savalas, con un personaje ido de la olla como un asesino que se cree la mano de Dios, y que se comporta a la perfección todo el tiempo, integrándose a pesar de odiar y despreciar a todos sus compañeros.

Entre el resto, podríamos destacar a un Donald Sutherland perfecto en su papel de imbécil, o a Robert Ryan como el antagonista de Reisman, que solo cree en las reglas y en el ejército como algo organizado y estructurado, sin el cerebro y la lógica aplicada que representa el grupo protagonista. Pero eso, todos ellos a un nivel más que aceptable, y con una evolución destacable.

Lo mejor en un tiroteo: saltar hacia quien está disparando.


Y todo este trabajo de dirección se apoya en un montaje sencillo y básico, con unos cuantos errores especialmente de raccord y de saltos incómodos de plano, pero que crea un buen ritmo y ayuda en esa explicación sobre las acciones que ocurren de un modo bastante acertado. Especialmente notable el trabajo en la parte de la batalla final, consiguiendo crear la tensión y el ritmo necesarios en cuanto a tiempos de acción, y dando mucha fuerza a todo, aún teniendo algún pequeño bajón.

Donde sí se ven muchos más problemas es en el apartado de sonido, con unos cuantos saltos y cambios demasiado bruscos, que marcan demasiado la utilización de varias tomas en algunas escenas de la primera mitad del film, aún a pesar del buen trabajo que tiene en otras partes respecto al sonido ambiental. La parte musical, apoyando las sensaciones que como espectadores debemos sentir de un modo tópico para la época, acertada en cuanto a su tono militar, pero sin aportar demasiado más que eso.

Y terminando, unos efectos bastante buenos, creíbles y espectaculares teniendo en cuenta lo exigible desde los derrumbamientos hasta las explosiones, aunque pasándose en algún momento con los especialistas, con momentos en que les disparan desde fuera y saltan hacia delante por las ventanas.

Foto de grupo que muestra lo sucios, pero no lo del patíbulo, que eran.



Resumen:

Una película entretenida en cuanto a la evolución de los personajes y la lucha de los mismos por superarse y aprender a colaborar, apoyada en mucha crítica al sistema acartonado y absurdo de los ejércitos y una técnica simple pero efectiva.





PUNTUACION

Originalidad/Riesgo: 8.0
Técnica: 7.0
Guión: 9.0
Actuación: 8.0

TOTAL: 8.0

2 comentarios:

Damián Villa dijo...

una peli que me sorprendió positivamente. es verdad que el ritmo es irregular y que el final se convierte en pura macedonia de cadáveres, pero los personajes están muy bien desarrollados y la peli es entretenida de principio a fin, incluso en las fases de presentación y entrenamiento de los doce. destacaría la interpretación de algunos de los actores. para mí el mejor es tellys sabalas, quizás porque tiene el personaje más excéntrico, pero lo borda. resulta completamente inquietante y desquiciado. sutherland está muy bien. como con sabalas, su propio físico cuadra a la perfección con el rol asignado. también me gustó cassavettes, quizás el más importante de los doce por su peso en la historia. lee marvin y charles bronson son un poco ellos mismos, pero también están correctos. la parte de la infiltración es resultona, más que la de huída, en la que acabas un poco confuso con lo que acontece. muy entretenida. un 7.

Luis E. Froiz dijo...

Poco que añadir ya después de lo que dije y lo que dijiste :). Entretenimiento cojonudo y con grandes personajes.

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