sábado, febrero 20, 2010

The Serpent's Tale

Título:Karanlik Sular


Director: Kutlug Ataman


Año: 1995


País: Turquía


Duración: 83












A la salida de un cine, un hombre entrega a otro un paquete, pidiéndole que lo lleve a su casa (del que lo da). Al llegar, se lo da a su madre, que le explica que el hijo había muerto tiempo atrás. Pronto se verán todos involucrados en una trama que incluye un libro de leyenda que puede contestar a todas las preguntas, pero a cambio de un precio muy caro, sumándose a todo ello una especie de niña inmortal y un extraño profeta.

Cine turco de terror. Solo estas cuatro palabras son necesarias para definir la película a la hora de hablar de ella y/o venderla en occidente. Tanto da el argumento, tanto da el equipo técnico y artístico o los premios que haya recibido. Todo gracias a la falta de costumbre que hay de ver cine de estas nacionalidades (y es que incluso los más gafapastas, que adoran el cine de oriente próximo (u occidente lejano), se ven atraídos por el hecho de que es turca).

Aunque eso sí, el hecho de que no se trate de alguna cosa absurda y exploitation (sirvan como ejemplo Santo Y Capitán América Contra Spiderman o Süpermen Dönüyor), ni tampoco un film de reflexión sociopolítica evidente como El Rostro Secreto o Nubes De Mayo le hace más difícil la entrada en el mercado occidental, ya que a priori su mercado no es ni el de freaks (ni frikis) ni el de gafapastas.

Y es una pena esa dificultad para entrar como una película más, ya no solo por la reflexión que podríamos hacer sobre la poca globalización real que existe (y que no vamos a hacer, verdad?), sino porque se trata de una obra bastante interesante en su extraña forma narrativa, estableciendo una mezcla entre dimensiones existenciales que alteran un poco lo habitual entre más allá y más acá habitual, aunque siguen bebiendo de la misma fuente que se haría en las historias de fantasmas que no consiguen escapar como La Maldición.

A esta mezcla de dimensiones, se le suma una cierta alteración temporal, avisándonos de ello en una intro que pretende crear leyenda de basarse en realidad al estilo de Holocausto Caníbal o las historias de El Necronomicón (de cuya leyenda bebe de un modo bastante evidente), alteraciones que pueden llegar a perder en la primera parte de la película, mientras que no se va estableciendo la historia y nos va enganchando, sumándosele a esto la poca velocidad del guión, que sin embargo avanza constantemente en las tramas en que se va separando tras la presentación.

Y esto se nos cuenta con un aspecto que bebe directamente del cine más tradicional de los noventa, sin pretender innovar en la cuestión técnica, pero sin embargo sorprendiendo con algunos planos que estéticamente son más que correctos, además de ayudar al desarrollo narrativo como sería el plano del edificio en ruinas del cementerio (también hay algunos, como algún cenital, que solo aportan el tema estético, que conste). No obstante, cae en un aspecto poco involucrador, muy frío, también siguiendo con esa estela más noventera, cosa bastante errónea en un film extraño y más bien malsano en su historia. Eso sí, a la fotografía, hay que aceptarle que es buena en cuanto a la textura que transmite (en ciertos momentos recordando en la cutrez y en los tonos de colores a cosas como El Rey De La Muerte).

En cuanto al montaje, muy sencillo y falto de pretenciosidad, fallando sencillamente en la cuestión que citaba antes de la pérdida en la historia (aunque esto estaba ya incluido desde guión, así que en realidad el problema viene de atrás y no es de montaje) y bueno, en algún momento con poca continuidad entre planos (pero solamente en momentos puntuales). El sonido, bastante aceptable, y de hecho, no acabo de atreverme a decir si las voces están dobladas o no.

Eso sí, las actuaciones, se cargan en gran parte lo construido para la historia, y todos los actores se dedican a soltar sus textos sin más, de un modo anodino e impersonal, pudiéndose destacar un poco por encima a Gönen Bozbey, que de hecho para algo acaba cogiendo el crédito de protagonista, que bien podría haber sido para Daniel Chace por su importancia para la historia (que no por su calidad interpretativa).

Por tanto un film extraño, con demasiados defectos, pero unos cuantos aciertos y un mínimo saber hacer que logran que, al menos, sea interesante de ver, aunque solo sea por la curiosidad de que sea una película turca de terror.






PUNTUACION

Originalidad/Riesgo: 7.5
Técnica: 6.5
Guión: 7.0
Actuación: 4.5

TOTAL: 6.5

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