Título: Inglourious Basterds
Director: Quentin Tarantino
Año: 2009
País: USA / Alemania
Duración: 153
En una granja de la campiña francesa, una familia judía es masacrada en 1942, escapando solamente Shosanna (Mélanie Laurent), la hija mayor, que conseguirá hacerse una nueva identidad como regente de un cine. Por otro lado, un grupo de judíos americanos al mando del Teniente Aldo Raine (Brad Pitt) van cobrando prestigio como asesinos de nazis, atemorizando a todo el ejército con su crueldad y la precisión de sus emboscadas. Todos ellos son personajes cuyo principal motor está en el odio a los dirigentes del Reich, y el Coronel Hans Landa (Christoph Waltz), quien ya había sido el autor de la muerte de los padres de Shosanna, al igual que el intento del soldado y héroe nazi Frederick Zoller (Daniel Brühl) por ligarse a Shosanna van a liar y embarullar las cosas dando nuevos giros a la guerra.
Una cosa que ocurre a menudo cuando se presiona sin freno a un colectivo social, es que parte de este colectivo acaba saltando y defendiendo sus derechos, habitualmente con más violencia de la necesaria, al estar los ánimos especialmente encendidos por el odio. Esto es, básicamente, la historia de los insurgentes de casi cualquier guerra de independencia o revolución que podamos ver, desde la Revolución Francesa hasta lo ocurrido en el fuerte Navidad. Este es un argumento que consigue mucha fuerza una vez es adaptado a la ficción, y no en vano, ahí están Braveheart o 300 mostrando lo heroico de estas acciones. De hecho, siempre funciona como modo directo de venganza que es, al igual que a nivel individual también se ve esa misma idea en Carrie o en Ondskan.
Un Hitler tan absurdo como el Adolf de Megavixens.
Y el sr. Tarantino no es ajeno a esta idea, así que decide mezclar el odio contra los nazis que lógicamente tendría cualquier judío ante la represión en dos tramas, una protagonizada por un equipo de renegados y que lleva el peso de la historia en cuanto al despiporre y la diversión de la violencia y la otra por una trama de enredo que acaba llegando hasta la consecuencia lógica a raíz del odio acumulado por Shosanna tras la muerte de su familia.
Debido a ello, el comienzo de la película se hace extremadamente fragmentado, con escenas tremendamente largas, y que chocan entre la sobriedad de la trama de Shosanna y la violencia desencadenada de los Bastardos. Pero una vez el espectador va entrando en la historia y entiende hacia donde se dirigen ambas, todo empieza a cobrar un sentido, hasta el punto de encuentro final, que supone un clímax cojonudo, lleno de fuerza tanto por el lado de la sobriedad y la intensidad del cine europeo de entreguerras con ejemplos directos en cosas como La Regla Del Juego como del despiporre del exploitation más desenfrenado, donde la evidencia directa serían los Macaroni Combat.
Lo curioso, ante esa fragmentación para ir explicando paralelamente ambas tramas, es lo bien que funcionan las escenas en sí mismas, y el hecho de que aunque puedan no llegar a casar correctamente en el conjunto, por separado están llenas de buenos detalles y mantienen al espectador enganchado con el buen ritmo que desarrollan, siempre en coherencia con la intención de cada una. A excepción, eso sí, de toda la parte central de la trama de Shosanna, cuando conoce a Frederick y este la va intentando cortejar, bastante coñazo y falto de fuerza, además de suponer un montón de enredos innecesarios.
Esto lo hace Tarantino variando su forma de dirigir la película en base a la diferencia de estas tramas, aunque nunca olvidándose de la exploitation y elementos que se permiten aligerar un poco todo el uso de diálogos, motor fundamental de muchas de las partes en que se divide la peli. La dirección de foto de Robert Richardson ayuda a esto, procurando dividir ambas tramas en sus gamas de tonalidades dentro de lo posible, siendo más fría y cruda la de los Bastardos y más cálida la de Shosanna, aunque sin ceñirse absolutamente a esto, pues en momentos como es el del bar o el encuentro en la sala de proyección al final se intercambian en gran medida estos principios.
Eso sí, el problema que se le puede echar en cara es el poco exceso de celo en cuanto a la puesta en escena y el control de la misma por parte de los actores que, si bien tiene excepciones en momentos de planos secuencia perfectamente hilados como es el de Shosanna y Hans bajando la escalera, cae en numerosos raccords de movimiento que resultan bastante chocantes en montaje, por cierto hecho como no por Sally Menke, y que por lo demás no presenta demasiados problemas. Únicamente algunos con la acción paralela en algún momento hacia el final, que pueden liar al espectador respecto al momento en que está exactamente, o las decisiones de obviar en guión de algunos detalles que dejan la trama incompleta para el espectador preguntándose, por ejemplo, como y porqué detuvieron a Utivich. Esto, además, destacando ante el poco miedo a mostrar en muchas ocasiones flashbacks puntuales que varían tiempo, espacio y personajes para mostrar lo que se estaba explicando, o la situación mediante rótulos y momentos de estilo documental de elementos importantes para que el espectador se oriente.
El sr. Hitchcock ayudando a ilustrar en Sabotaje sobre los peligros del celuloide.
Esto, combinado con unos efectos principalmente analógicos, como era de esperar al ser hechos por Greg Nicotero, apenas presentes pero muy interesantes una vez que aparecen, sin cortarse en mostrar la violencia explícita del corte de cabelleras o del marcado de nazis, al igual que los cadáveres tremendamente mutilados por las balas, y resultando autoconsciente de lo posiblemente evidente de los trucajes, pero basándose precisamente en la muestra de sangre y carne para justificarse.
En el sonido, no hay problemas especialmente destacables, con un buen trabajo tanto en directos como en foleys, aunque se podría echar en falta algo más de sonidos de fondo para apoyar la ambientación en la mayor parte del film. Pero esto se compensa con un uso de la música no constante, pero sí muy habitual, apoyando la narración, pero también ayudando a recoger parte de la atención del espectador, y resultando, en más de una ocasión, excesivamente presente por lo extraña y separada que parece estar de la imagen.
Todo con unos personajes definidos a la perfección, y con unas interpretaciones entre las que destaca la de Christoph Waltz, genial en un personaje que varía de registros, actúa dentro del propio film, a veces parece cuerdo y a veces loco como un Julio Iglesias truhán e incluso demuestra dominar 4 lenguas, por mucho que en el doblaje español se empeñen en eliminar estos rasgos del film. Brad Pitt, consiguiendo hacer un personaje que está fuera totalmente de la realidad y que, aunque en su primera aparición parece excesivamente fuera de tono a pesar del genial discurso de ánimo, a medida que avanza metraje consigue ganar en carisma y en fuerza ante la historia, además de credibilidad.
A Mélanie Laurent, le acaba pasando gran parte de lo mismo que a Daniel Brühl, y es que se quedan con un aire demasiado seco y sin llegar la primera a demostrar el odio que siente, ni el segundo a ser lo suficientemente asqueroso. Porque un héroe de guerra nazi no debería ser el chico bueno y entrañable que toda madre querría de yerno en que parece querer convertir Brühl a su personaje.
Entre el resto, destacar el papel de Eli Roth, divertido y colgado, aunque forzado y sin el carisma que podría tener un tío que mata nazis a base de destrozar sus cabezas con un bate, y el de Michael Fassbender, que da el punto de sobriedad al grupo de los Bastardos de modo coherente y calmado, sobresaliendo sobre todo en la escena de reclutamiento que protagoniza. Además, una muy buena Diane Kruger, profunda y creíble, y un Til Schweiger que consigue hacerse con el público a base de lo colgado que parece estar y ese aire de rudeza que le convierte en una especie de héroe en potencia pero que nunca llega a destacarse en lo relatado.
Resumen:
Una peli que combina muy bien en su guión elementos de entretenimiento y exploitation pura con otros mucho más sobrios y calmados mediante la mezcla de tramas y un trabajo técnico e interpretativo mejorable pero aún así relativamente bueno, consiguiendo con ello un conjunto entretenido y lleno de grandes momentos.
PUNTUACION
Originalidad/Riesgo: 8.0
Técnica: 7.5
Guión: 8.5
Actuación: 8.0
TOTAL: 8.0
Originalidad/Riesgo: 8.0
Técnica: 7.5
Guión: 8.5
Actuación: 8.0
TOTAL: 8.0
4 comentarios:
Película con algunos aspectos de verdadero prodigio fílmico. El principal, sin duda, su uso de los idiomas, entrando en detalles realmente apasionantes y a los que el cine dudo mucho que pueda ofrecer con frecuencia. no solo se mezclan con excepcional coherencia las diferentes lenguas, casi siempre con el personaje de waltz como coprotagonista (maravilloso), sino que se refiere a matices grandiosos, como los diferentes acentos, tonos y dejes de cada región o país. todo con una coherencia, ya digo, sublime. por otra parte, la ambientación y los personajes son maravillosos. destaca sobre todos, hasta el punto de eclipsar al resto, el astuto y retorcido hans landa. waltz recrea un ser odioso a la vez que admirable (por su manera de moverse sobre el escenario en el que se ve involucrado), con una capacidad expresiva que marca a cualquier cinéfilo y un dominio de las lenguas que, o está manipulado cojonudamente por él, o es el puto amo de la interpretación. tiendo a pensar esto último. los bastardos son quizá un aspecto más flojillo de la peli porque no dan de sí todo lo que se espera, aunque no están mal. pitt hace de pitt, pero ralla a gran altura. es simpático, carismático y tan garrulo como se espera de un alto mando yankie. las dos chicas son tremendamente cautivadoras. parecidas, quizás, pero geniales también. diane kruger hace un personaje muy coherente e interesante. cuelo aquí a fassbender porque coinciden en el poco metraje que se les ofrece. otro crack. su aparición es de las pocas que roba cuota de pantalla (aunque no coincidan en ningún momento) a christoph waltz. la actriz francesa, no recuerdo su nombre, mola mucho en todo el desarrollo final en el cine, con ese vestido rojo que destaca tanto en el contraste con el resto del escenario y que evoca tan bien una época que incluso en la que se desarrolla el film ya estaba pasado, los felices años 20, a los que tanto ella como esa localización parecen aferrarse con añoranza. la peli tiene referencias al cine muy explicitas y al alcance de no expertos, entre los cuales me incluyo. las escenas, si bien tienden a ser larguísimas, al estilo tarantino, no caen nunca en diálogos de besugo que los no fans del genio de la quijada prominente no sportamos, del estilo de diez tios discutiendo que velocidad alcanza la corrida de un gorila congoleño en el videoclip de vanilla ice que nunca fue emitido por la MTV, ya me entiendes... aquí, toda esa pasión fílimica y su indiscutible inteligencia y buen hacer están puestos al servicio de unos personajes y un desarrollo que, si bien se desfasa como en tarantino es costumbre, está más contenido de lo habitual e incluso es resultón en la ucronía final relatada. la acción funciona, la fotografía tiene momentazos. en conclusión, un peliculón que exige indispensablemente su visionado en versión original, en el cual incluso el título es mejor. un 9 y pico.
Me llama la atención al respecto de la peli que ahora, de repente, resulta tener muchísimos detractores que parecen poner por delante Django Desencadenado o cualquier otra peli de Tarantino por encima cuando ésta, mal que bien, es técnicamente una sobrada y a nivel narrativo funciona, para mí, mejor que Django Desencadenado. Pero bueno, lo mismo había pasado con Death Proof y me imagino que ocurrirá con la nueva. De Tarantino sólo parece poder pasar a la historia sin críticos Pulp Fiction y en menor medida Reservoir Dogs.
Del resto, nada que objetar al comentario, salvo que esos diálogos son la marca personal del de Knoxville y siempre dan grandes momentos de comedia pop, el que para muchos es el gran género que realmente domina. Y a mí me divierten un montón.
estoy contigo. es una peli infravalalorada cuando, cinematográficamente hablando es la mejor de tarantino. quizás no tan innovadora como pulp fiction, pero es una peli de una perfección difícil de alcanzar. era la mejor de 2008 por delante de no es país para viejos, que también es un gran film, pero no tan redondo como este. y django, ya por su propia simpleza argumental, comparativamente hablando, y por sus personajes, es casi una obra menor (aunque las comparaciones son odiosas). ya sabes que yo aborrezco death proof. me parece una grabación hecha por mujeres a las que les vino la regla al unísono y lo llevan mal.
Jajaja lo que pasa es que Death Proof fue demasiado allá en su pretensión metafílmica de referencias y demás, pero me parece, precisamente por ello, muy bien elaborada en medio de dos mundos tan diferentes como el thriller/giallo y el cine de coches. Y además, es una peli protagonizada por personajes femeninos activos!
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