Título: Filth
Director: Jon S. Baird
Año: 2013
País: Reino Unido / Alemania / Suecia / Bélgica / USA
Duración: 97
Una pandilla mata a un japonés en un túnel. Solamente hay una testigo, Carole (Shauna Macdonald). Su marido, Bruce (James McAvoy), es el encargado de investigar el crimen. Una investigación, además, que le podrá suponer un ascenso. Pero Bruce está más interesado en beber, follar y apostar que en hacer seriamente dicha investigación, por mucho que ese ascenso y todo lo que supondría sean una obsesión enfermiza para él. Una obsesión que también hace salir a la superficie a sus propios fantasmas.
Una comedia realmente divertida y, al mismo tiempo, retorcida, jugando con los tópicos de una investigación criminal aunque sin caer en la parodia sencilla. Hay mucha crítica llena de ironía hacia Escocia, lógica al tratarse de una adaptación de una novela de Irvine Welsh, así como a la corrupción de la institución policial y sobre todo un desarrollo del personaje principal absolutamente magistral. Porque básicamente toda la película se sustenta en la caída del mismo, desde su podio de autoconfianza y sobradez, hasta la aceptación de todas sus miserias, mucho más profundas de lo que el film nos deja entrever al comienzo. Pero siempre con muchísimo sentido del humor, réplicas brutales y precisamente con la sobradez de ese personaje como leitmotiv para que funcione el guión.
Lógicamente, para esto se nos narra siempre siguiéndolo a él, con un juego en la ocultación de información al espectador para mantener el interés en encontrar qué secreto oscuro se oculta en la vida del mismo. Además, haciendo muchísimo uso de planos tomados con mucho angular y bastante contrapicado, siempre con un color potente en la fotografía, dándole mucho más poder y presencia si cabe. De todos modos hay que destacar el uso de las alucinaciones, desde momentos repentinos con su subida de sonido para acojonar hasta conversaciones enteras, generando un ambiente enrarecido en esos momentos y llevándonos al interior del personaje, esencial para comprender la manera en que está narrada la historia. Para mejorar aun más la cosa, James McAvoy está espléndido y mantiene al personaje y el tono histriónico de todo el conjunto durante todo el metraje, posicionándose totalmente por encima de todos sus compañeros de reparto, que tampoco es que estén mal. Y ya como punto final, querría destacar la inclusión del Sandstorm de Darude dentro de la banda sonora, uno de mis temas favoritos del dance del final de los 90 y que a día de hoy sigue casi olvidado pese a haberlo petado entre 1999 y 2000.
Originalidad/Riesgo: 8.0
Técnica: 8.0
Guión: 9.0
Actuación: 8.0
TOTAL: 8.5