Título: Miss Julie
Director: Liv Ullmann
Año: 2014
País: Noruega / Reino Unido
Duración: 129
1880. Víspera de San Juan. En una mansión vemos a la cocinera Kathleen (Samantha Morton) y a un criado, John (Colin Farrell) hablando sobre su ama, la señorita Julie (Jessica Chastain). Ella es elegante y altiva, pero también solitaria, y sus bajos instintos la atraen hacia ese criado educado e inteligente que tenemos ante nuestra vista. La relación de desprecio mutuo está ahí, pero que a él también le atrae es evidente, incluso a pesar de tener una relación desde hace años con la cocinera. Este triángulo que se forma irá degenerando a lo largo de la noche hasta cotas inimaginables.
Gracias a las maravillas que protagonizó, especialmente bajo dirección del que fuese su pareja Ingmar Bergman, Liv Ullmann llegó a ser considerada por un servidor como la mejor actriz femenina que había visto en pantalla. Algo que no negaría hoy en día, la verdad. No obstante, y aunque se le nota una cierta similitud estética con el gusto del director sueco, parece que no acaba de cuajar aquí lo que se nos quiere contar con lo que al final se nos cuenta ni con el cómo se nos cuenta. Una pena porque con una historia de diálogos adaptada de una obra de August Strindberg que ya había sido llevada al cine en otras 3 ocasiones, con 3 personajes moviéndose entre muy poquitos sets y una intención dramática muy obvia, es imposible destacar realmente ninguna cualidad.
Para empezar, está el caso del guión, excesivo desde el comienzo. Tan excesivo que en alguna escena que se suponía debería estar al límite del drama la gente del público en la sala llegaba incluso a soltar risas. Un error provocado por la falta de respiración y de comedimiento en la intención de hacer un drama en cada secuencia. Además, está el continuo salir y entrar de los personajes, no en escena, que es normal sobretodo al adaptar una obra de teatro, sino en estado de excitación y de locura. Al respecto de los mismos, para mí no deja de ser curiosa la elección de Jessica Chastain, una actriz que provoca que físicamente la protagonista femenina no deje de ser como una extensión de Liv Ullmann un poco al uso de lo que ocurría en Persona, aunque no llegue a su nivel interpretativo, cuestión esencial para que la historia funcionase correctamente.
Al final, solamente en la parte técnica se le puede reconocer un mérito grande, especialmente en la fotografía y en el aprovechamiento del espacio para acabar creando una obra teatral filmada dentro de esa cocina y con los pequeños añadidos de las habitaciones y poco más. Pero esa parte técnica no acaba de justificar todo el resto del trabajo, que la arrastra hacia un tono casi telenovelesco a partir de una pretensión excesiva, analizando las diferencias entre clases y con una reflexión sobre la humildad, el ser humano, el sexo y el amor tan poco sofisticada que ni siquiera aporta.
PUNTUACION
Originalidad/Riesgo: 5.5
Técnica: 7.0
Guión: 4.0
Actuación: 7.0
TOTAL: 6.0
Originalidad/Riesgo: 5.5
Técnica: 7.0
Guión: 4.0
Actuación: 7.0
TOTAL: 6.0
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