jueves, noviembre 13, 2014

Cineuropa 2014 (I): The Salt Of The Earth

Título: The Salt Of The Earth


Director: Juliano Ribeiro Salgado / Wim Wenders


Año: 2014


País: Brasil / Francia / Italia


Duración: 110










Wim Wenders es, sin duda, uno de esos directores cuya fotografía suele ser majestuosa tal y como podemos apreciar en maravillas como El Cielo Sobre Berlín o Paris, Texas. Pues aquí se une con alguien todavía más impresionante que él en su capacidad de plasmar el mundo en imágenes: el fotógrafo brasileño Sebastião Salgado, un hombre que plasmó todo el horror y la pocilga social en que se convirtieron África y otras regiones entre los 70 y los 90 y que no hace tanto nos sorprendió con su Genesis, un libro que, tal y como se plasma en el film no es sino un canto de amor al planeta y a la naturaleza. Para ello, se junta en la dirección con el propio hijo de Salgado, Juliano Ribeiro, y componen uno de los documentales más mágicos y humanistas que un servidor se ha echado a la cara.

El film comienza con las ideas claras, mostrando fotografías de Salgado con sus impresiones por encima en voz en off, imágenes que de vez en cuando darán paso a la imagen del fotógrafo mirando a cámara en un blanco y negro totalmente coherente con el que él utiliza en sus trabajos y con el propio trabajo de campo. También el relato de Wenders aparece de fondo, así como el del propio Juliano Ribeiro, y sus opiniones se harán relevantes según pase el metraje, profundizando en la obra y la visión del mundo del brasileño, y un poquitillo en su vida privada (sobre todo en su relación con su familia).

Para muchos, éste podría tratarse de un documental sobre un fotógrafo y su obra pero, al igual que pasa con la propia obra de Salgado, la trascendencia va mucho más allá, pues es un relato de amor/odio al hombre y desde luego amor absoluto a la naturaleza en su pasaje final. Todo acompañado por imágenes de ensueño y entrando directamente al interior del espectador, tanto por lo horrible de momentos como las matanzas de Tutsis en Ruanda como por el relato precioso de Salgado despertando en una playa en la que se había quedado dormido, tan apartada del mundo humano que en ese momento estaba siendo investigado por dos leones marinos que no llegan a comprender que el ser humano pueda ser una amenaza en absoluto.

Para contar todo ello, el documental utiliza un ritmo pausado, necesario para la narración y para que sean las imágenes las que hablen -algo que por otro lado no es extraño precisamente en la carrera de Wenders-, consiguiendo de este modo unir toda la carga emocional con el impresionante trabajo visual. Así, la película funciona no sólo para aquellos amantes de la fotografía que podrían estar interesados en la obra de Salgado –de hecho habría quien podría reclamar a este respecto algo más de atención al uso de la técnica (entendida como tecnología) que hace el fotógrafo- sino que realmente funciona como trabajo humanista contado por un aventurero que ha vivido mucho y ha visto lo sobrecogedor del mundo en ambas vertientes, la absolutamente terrible y la absolutamente maravillosa.


PUNTUACION

Originalidad/Riesgo: 8.0
Técnica: 10.0
Guión: 9.5
Interés: 9.0

TOTAL: 9.0

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