martes, octubre 26, 2010

No Moriré Sola

Título: No Moriré Sola


Director: Adrián García Bogliano


Año: 2008


País: Argentina


Duración: 86









Leonor (Marisol Tur), Yasmin (Magdalena de Santo), Moira (Andrea Duarte) y Carol (Gimena Blesa) van conduciendo su coche por una zona rural cuando se encuentran con una mujer tirada en mitad de la cuneta. La intentan rescatar y llevar al pueblo más cercano para denunciar que le han disparado, pero esta acción las llevará a una situación de alerta donde su integridad física se verá alterada seriamente, ya que los asesinos las perseguirán para violarlas y acabar con unos testigos tan incómodos como esas chicas.


Nota: Cuando un móvil va a sonar, mejor será evitar que en pantalla se vea que está sin sonido.


Uno de los géneros más característicos y definibles dentro de lo que fue la exploitation de los 70 y primeros 80 es, sin duda, el de violación y venganza. Y también uno de los más olvidados y menos mencionados, aunque de él salieran clásicos como I Spit On Your Grave (A.K.A. Day Of The Woman o La Violencia Del Sexo en su finísima traducción), Thriller: A Cruel Picture (A.K.A. Desenlace Mortal en una algo menos fina traducción) o La Última Casa A La Izquierda. Incluso si quieren cosas que mezclan en otros géneros esa misma idea, como Lady Snowblood.

Pero aún con ese olvido, la idea seguiría ahí, latente y asomando de vez en cuando en películas para televisión y dramas simplones, pero rebajando toda esa violencia y suciedad que impregnaba aquellas producciones. Por supuesto que la trama ha sido empleada en más ocasiones. Ahí están Irreversible o ¡Dispara!, pero ofrecen más de lo que era el género puro y duro. Sin embargo No Moriré Sola es, en gran medida, una readaptación de esos principios sin alterarlos, y de hecho homenajeándolos en créditos, resultando solo modificado el hecho de que ahora, el cine exploit se hace en un terreno de todavía menos presupuesto.

Un baño cualquiera en una gasolinera perdida, compitiendo contra el baño de Trainspotting.


Y es que esto es lo principal que destila la cinta, una simplicidad y falta de presupuesto enorme, que el director García Bogliano intenta suplir sin demasiado éxito, especialmente a la hora de dar ritmo a un guión excesivamente corto y que se queda en las meras estructuras del género, al ser excesivamente escueto y solo profundizar en la presentación para, después, quedarse en un vacío donde la situación ya se guía a sí misma por los cauces habituales. Pero bueno, tampoco se exige a sí mismo nada más que eso, ser una peli más de violación y venganza, y al menos lo consigue.

Y teniendo en cuenta esto, tampoco deberíamos tener como un problema el ritmo pausado que desarrolla, ya que en determinados momentos no hace sino que gane en potencia visual, como sería el caso de la escena de la violación, que dura casi un cuarto de hora, y gracias a ello se hace realmente desagradable. Eso, dejando de lado que, siendo un intento de género, debemos recordar también esa característica en los clásicos que citábamos en el primer párrafo. Lo que sí habría que echarle en cara son situaciones no demasiado bien solventadas como serían los comportamientos de las muchachas cuando no denuncian a la policía o cuando se las suelta aparentemente sin ningún tipo de investigación por parte del policía honrado.

Nota 2: Si la carretera levanta polvo, grabar desde un coche que va delante es un cantazo.


Además, hay que destacar lo que se apoya en el uso del sonido de Hilario Galasso Rimolo para incrementar la sensación de agobio que provoca esta lentitud, al jugar constantemente con la posproducción del mismo, repitiendo hasta la saciedad cosas como los gritos de los pájaros locales, reverbs de las acciones, y también mucha sensación de silencio que aisla a los personajes de la realidad. Aún así, las partes de directo, resultando excesivamente sucias e incómodas, llegan a hacer bastante difícil oír las conversaciones en más de un momento.

A ello se le suma un buen uso de la música, tanto diegética como no diegética, donde, negativamente, se podría poner la canción de créditos, que si fuese sin letra podría llegar a resultar más apropiada para la peli de que se trata. Pero bueno, el resto, eso, acompañando y ayudando en la sensación de agobio que procura el conjunto, aunque en ocasiones esté demasiado presente, sobre todo por destacar sobre la lentitud de la imagen.
Imagen para la cual García Bogliano cuenta con la dirección de fotografía a cargo de Fabricio Basilotta, buscando un tono sórdido y sucio que apoya el tono lógico de la historia. Eso sí, rodando casi todo en exteriores y ayudándose de la propia suciedad de las zonas en que está ambientada, como sería el caso de interiores como el baño de la gasolinera, o lo que son los planos en el bosque. Pero bueno, también el buen uso del color aporta.

Además, ayudando mediante planos lejanos y fijos de larga duración a ese ritmo que decíamos que buscaba, aunque no siempre consiguiendo aportar información al espectador, sino llegando a poder aburrirle, con un clarísimo ejemplo en ese momento del baño de la comisaría. También algún plano que no consigue explicar demasiado bien lo que ocurre, y pierde en credibilidad con cosas como el momento en que ven a la ciclista tirada, donde no está demasiado claro porqué solo la ve una de ellas y ni siquiera ve lo que es, cuando después parece claro y sencillo el verla.

Si, un martillo también puede ser un gran arma de tortura.


Con esto, condiciona enormemente el montaje que el propio García Bogliano ejecuta junto a Hernán Moyano, que si ya de por sí pega unos cuantos golpes en cambios incómodos, aún por encima demuestra una falta de material en bruto sobre el que trabajar, alterando en esto el ritmo y haciendo que pierda en suavidad y comodidad para el espectador. Pero eso sí, ayudando con el conjunto a los efectos, bastante buenos para lo que hay, pero que aún así, y contando con ese presupuesto ínfimo, les hacía falta ese trabajo desde montaje.

Como sospechar cosas malas de alguien tan duro?


En cuanto a los personajes, decir que están definidos con unos detalles mínimos, pero bien estructurados por parte del guión. Las actuaciones, dispares. Destacar entre las cuatro féminas a Marisol Tur, con muy buena evolución y bastante profundización del personaje. Gimena Blesa, por su lado, también a un nivel medianamente decente, pero sin llegar a hacerse del todo creíble. Andrea Duarte y, especialmente Magdalena de Santo, sin demasiado protagonismo para hacer a sus personajes. Especialmente la segunda. La primera, sí que consigue un buen nivel, llegando a un gran momento hacia la parte final de la película.

Los hombres, pues Leonardo Canga bastante justito y forzado en casi todas sus apariciones, especialmente las primeras, y siendo solo interesante para el papel por su presencia física, al igual que Leonardo Cuchetti, quien al menos se hace algo creíble en su durez. Andrés Aramburu, pues bien en su ausencia y taradez, haciéndose creíble. Y Rolf García, sin demasiado destaque, y tremendamente irregular, siendo como una especie de ente que circula sin aportar y sin llegar a influenciar al espectador en absoluto a pesar de las probabilidades que ofrecía su papel.



Resumen:

Una película de violación y venganza que lleva los principios básicos del género de un modo puro pero con muchos problemas en cuanto a un guión con puntos vacíos y un tratamiento técnico demasiado condicionado por la falta de presupuesto.





PUNTUACION

Originalidad/Riesgo: 6.5
Técnica: 6.0
Guión: 5.0
Actuación: 6.5

TOTAL: 6.0

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