Título: Zítra Vstanu A Oparím Se Cajem
Director: Jindrich Polák
Año: 1977
País: Checoslovaquia
Duración: 93
Jan y Karel Bures (ambos interpretados por Petr Kostka) son dos hermanos gemelos totalmente antagónicos. Jan es un perdedor ordenado, mientras que Karel es un tarambana triunfador. Cuando Karel muere atragantado con un bollo, Jan no duda en apropiarse de su vida, descubriendo realmente toda la locura de conquistas y fiesta de su hermano, además de acabar involucrado en un plan para viajar al Tercer Reich con la intención de entregar a Hitler la bomba atómica y, de ese modo, cambiar el final de la II Guerra Mundial.
Teniendo en cuenta la cantidad de veces que la cagamos a lo largo de nuestras vidas, no es raro pensar y soñar con la posibilidad de volver al pasado y rehacer la historia de nuestras vidas. Pero es que a veces, lo que se quiere cambiar no es solo un detalle del ámbito privado en plan Regreso Al Futuro, sino que se quiere variar radicalmente la historia y, por ejemplo, salvar a la humanidad de la ascensión al poder por parte de las máquinas, como en Terminator.
Además, todos sabemos que los nazis fueron unos hachas a la hora de buscar medidas extravagantes para ganar la guerra y sobrevivir después. Ejemplos hay miles, desde armas realmente fabricadas como el gigantesco Cañón Dora (de 47 m) a los solo en plano como el también gigante tanque Landkreuzer P 1500 Monster (de 38 m). O también las que solo se conocen en proyecto, como el cañón sónico, y desde luego las que suenan más inverosímiles o a fake, como el arma solar o el Überschwerer Kampfschreitpanzer. Joder, que el departamento dedicado se llamaba wunderwaffen (armas maravillosas)!. Y todo eso descontando, por supuesto, el tremendo gusto de los líderes por el ocultismo.
Pero claro, el cine también ha sido consciente y lo ha hecho patente, con cosas como Los Niños Del Brasil o They Saved Hitler’s Brain es más que evidente que el nazismo y la locura paracientífica, van constantemente de la mano. Así que alguna vez tenían que cruzarse con los viajes en el tiempo. Y si es en Checoslovaquia, en plena efervescencia de creación surrealista como fueron los 60 y 70, pues también está dentro de lo lógico.
Porque aquí lo que se nos presenta es una comedia absurda, como evidencia la sinopsis, pero que aún así juega con un guión mucho más sencillo y directo, estructurado mediante situaciones de engaño y confusión que nos ayudan a entender toda la forma de ser de los personajes y dejando la situación bien explicadita para el final, mucho más basado en la extrañeza de todas las vueltas de los viajes temporales y las complicaciones que estos conllevan.
Eso, contado con un ritmo increíble, que apenas decae en ningún momento, al hilarse todo sin escenas necesarias ni de relleno y un buen sentido de la continuidad. Cosa especialmente difícil al tener en cuenta la dificultad de esas paradojas que siempre se provocan en los viajes temporales, contándolo siempre desde la perspectiva del protagonista y gracias a ello permitiendo al espectador entender las correcciones y los cambios en cada una de las líneas temporales.
Todo con una dirección de Jindrich Polák muy enfocada en el constante movimiento de los personajes pero con simplicidad y buen hacer, basándose en angulaciones y formas de planos que rompe la estaticidad totalmente y bebiendo del cine americano de la época, olvidándose de lo clásico, para lo cual se ayuda de la fotografía de Jan Kalis, centrando además todo el peso visual en las acciones de los personajes y en la búsqueda del naturalismo que consiga integrar al espectador dentro de esa Praga futurista pero muy similar a la contemporánea a excepción de pequeños detalles como los viajes o la espuma del baño.
Y eso, con un montaje de la mano de Zdenek Stehlík también en la misma onda, y jugando a la perfección con las variaciones temporales de la última parte, sin dudar en repetir planos para confeccionar las repeticiones temporales y consiguiendo apoyar a la perfección el ritmo que el guión exige. Además, muy destacable algún momento como esas secuencias con actores multiplicándose perfectamente construídas y falseadas, además de la secuencia de créditos iniciales, con un perfecto juego con la música y las imágenes de archivo con nazis, y principalmente Hitler, que ayuda ya a meter el humor en el cuerpo al espectador en un vídeo perfectamente youtubero pero hecho unos cuantos años antes.
Además, plagando la cinta de más momentos en los que se enlaza con el sonido de Adolf Böhm para aligerar el peso de la historia, con ruiditos absurdos y divertidos incluso con el simple abrir de un maletero (que además apoya parte de humor chusco). Y una música de Karel Svoboda no excesivamente presente, pero ayudando cuando es necesaria en todo ese trabajo de aligeramiento y apoyo al avance.
En cuanto a las actuaciones, Petr Kostka destaca con su manera de llevar prácticamente todo el peso de la historia, consiguiendo crear un personaje que es perfectamente creíble en ese aspecto de buenazo y perdedor, aunque tenga algún momento de duda, especialmente a la hora de multiplicarse en escena. Y perfecto también en lo poco que sale haciendo de su hermano, en contraste absoluto.
Vladimír Mensík, por su parte, sin una actuación muy compleja, pero rindiendo a la perfección para el trabajo que debe hacer, consiguiendo hacerse divertido como antagonista y un mínimo peligroso. Al igual que pasa con Jirí Sovák, que incluso llega a conseguir resultar acojonante en cuanto a su parte nazi desquiciada. Entre los restantes, destacaría a Vlastimil Brodský, que tiene un mínimo papel como parte del trío antagonista, aunque pasando bastante desapercibido y plano.
También es menester tratar todo el grupo de segundos papeles, fundamentales para el avance de la trama y la evolución de la misma, consiguiendo todos ese mínimo exigible necesario para esta comedia fresca. Especialmente si nos centramos en Valerie Chmelová, quien incluso se permite una evolución en el personaje y en los saltos temporales, y en Josef Vetrovec, aunque éste más forzado, al igual que puede pasar con Zuzana Ondrouchová y con esa interpretación de Hitler que hace Frantisek Vicena. Aún así, como digo, todos ellos consiguiendo apoyar el estilo fresco y desenfadado de la historia, y si hubiera que poner a alguien a un nivel más bajo, sería la pareja formada por Otto Simánek y Marie Rosulková, especialmente él, aunque también es cierto que tienen más tiempo en pantalla que muchos otros secundarios y eso es mucho de su problema.
Resumen:
Una historia absurda y psicotrónica que da pie a una comedia desenfadada y fresca con un guión sólido y bien planteado que consigue entretener en todo su metraje gracias también al buen trabajo técnico y artístico.
PUNTUACION
Originalidad/Riesgo: 8.5
Técnica: 8.0
Guión: 9.0
Actuación: 7.0
TOTAL: 8.0
Originalidad/Riesgo: 8.5
Técnica: 8.0
Guión: 9.0
Actuación: 7.0
TOTAL: 8.0
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