El Abominable Hombre De La Costa Del Sol

Título: El Abominable Hombre De La Costa Del Sol


Director: Pedro Lazaga


Año: 1970


País: España


Duración: 86

Federico (Juanjo Menéndez) es un tipo que ha pasado toda su juventud estudiando, apartado de los placeres de la vida. Su padre, el Duque de Puentelarra (Jorge Rigaud), está bastante molesto con lo perdedor y sosainas que es su vástago, así que, después de mandarlo a un monasterio y así tirar por tierra el compromiso que Federico tenía con Cecilia (Paca Gabaldón firmando como Mary Francis) debido al poco partido económico de la unión, decide mandarlo a trabajar a un hotel como relaciones públicas, para que aprenda de la vida. La cosa se liará cuando el muchacho espabile más de lo esperado con las mujeres ricas y solitarias del hotel, mientras Cecilia intenta localizarlo para ver qué clase de hombre era su prometido.

Estamos en 1970. España es el destino turístico favorito de media Europa, por aquello de los precios bajos y el sol que da por la zona sur, este y sureste. Como hoy, vamos, pero sin Internet ni móviles, ni tanta locura por Mallorca. También una época donde el aperturismo del cine en otras latitudes más liberales ya hacía un tiempo que dejaba ver carne femenina. Aquí, poca cosa, pero al menos se hacían chistes subiditos de tono. Y de esto va tooooda la película. Juanjo Menéndez, un hombre totalmente olvidado en la historiografía cinematográfica nacional pero que en los 60 tuvo sus toqueteos con el éxito gracias a su innegable vis cómica hace aquí acopio de sus dotes interpretativas para pasar con su personaje en una evolución al estilo del Profesor Chiflado, iniciando como un pobre diablo perdedor que, una vez descubre su magnetismo, lo pone en todo en el asador para llevar a cabo su trabajo de contentar a las mujeres del hotel. Mujeres de buen ver a las que por supuesto no les veremos nada igual que tampoco comprenderemos su estado ansioso por llevarse a la cama al ínclito protagonista.

Poca chicha, unos cuantos gags sueltos y un guión totalmente caótico para el cual evolución significa simplemente que van pasando cosas sin que tengan necesariamente solución de continuidad, ni temporal ni de lógica de acción. Todo narrado con el saber hacer de Lazaga, que no es que sea nada que impresiona, pero sí consigue aportar un ritmo bastante pasable si tenemos en cuenta esos trompicones y falta de desarrollo que propone todo el guión. Sirve para pasar el rato y propone una idea de españolada de la época pero más comedida de lo habitual.

PUNTUACION

Originalidad/Riesgo: 5.0
Técnica: 6.0
Guión: 3.0
Actuación: 5.0

TOTAL: 5.0