viernes, septiembre 25, 2009

Subidas Nuevas Fotos

8 nuevas y fantásticas (o algo) fotografías subidas a la serie Mondo Extraño, Mondo Estúpido. Pasen Y Vean! No Se Pierdan El Espectáculo Del Siglo!


Por si pasan de entrar a la propia entrada de la serie, estas son las subidas:





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viernes, septiembre 18, 2009

Aquel Maldito Tren Blindado

Título: Quel Maledetto Treno Blindato


Director: Enzo G. Castellari


Año: 1978


País: Italia


Duración: 95











En la 2ª Guerra Mundial, un grupo de soldados americanos que se dirigen a ser juzgados consiguen liberarse gracias a un ataque sorpresa alemán. En su camino para escapar hasta Suiza, se encontrarán envueltos en una misión que no les corresponde para infiltrarse y robar un tren nazi que transporta una bomba peligrosísima.

Qué sería del cine sin la guerra, fuente inagotable de historias, y base, para bien o para mal, de la sociedad humana y su evolución a lo largo de los siglos. Base que, por suerte, parece que se ha ido calmando tras la barbaridad que supuso la 2ª GM (o por lo menos, la tendencia no es a que cada vez sean más violentas como ocurrió hasta ese momento). Y por supuesto, siendo el conflicto más violento de la historia, y además contemporáneo al crecimiento del cine, ha sido el más tratado en el celuloide. La lista de ejemplos es interminable, y nos encontramos films tan dispares como Evasión O Victoria, Salvar Al Soldado Ryan, Banderas De Nuestros Padres, Cartas Desde Iwo Jima, Pearl Harbor, Tora! Tora! Tora!, El Submarino (Das Boot), El Hundimiento

Y por supuesto, los italianos no iban a ser menos que el resto del mundo, especialmente en los setenta, con toda la exploitation en pleno auge y las pelis de guerra sucias triunfando por todo el mundo gracias a Doce Del Patíbulo (después ya vendrían otros tiempos y la explotación de la 2ª GM se convertiría en sentimentaladas influenciadas por La Lista De Schindler del estilo de La Vida Es Bella), así que se pusieron manos a la obra apareciendo ahí el macaroni combat, que combina elementos del spaghetti western y de ese cine bélico que citaba antes, con representantes tan dignos como la presente.

Aquí las influencias bélicas claramente vienen dadas por films como La Gran Evasión (la estética del Teniente Yeager (Bo Svenson) evidencia bastante esto) o La Gran Ilusión, especialmente en toda la primera parte con la mezcla de discurso social y la escapatoria de los protagonistas hacia Suiza, sirviéndose, eso sí, de los elementos básicos de explotación por medio de explosiones, disparos, e incluso algo de carne femenina en una escena que ya El Blog Ausente se encargó de lanzar hacia lo más alto de la representación icónica pop con este post.

De este modo, los elementos con los que se juega desde la dirección, van enfocados directamente a esta búsqueda de espectacularidad, consiguiendo una ambientación bastante buena a pesar del bajo presupuesto, y dando, gracias a esta fijación por lo espectacular, más importancia al guión y su narrativa que a la narrativa audiovisual en cuanto a la cuestión dramática. Un guión que evoluciona bien, con giros bien marcados que, aunque son excesivamente radicales, no acaban de chocar y suponen una evolución bastante natural de la historia.

Gracias a esto, el ritmo del film es más que adecuado, aunque le echaría en cara el último pedazo, que debido a la separación de los protagonistas pierde fuerza, y aunque la historia sí tenga un aspecto y un desarrollo bastante bien pensado, desde la dirección no se ha sabido aprovechar todo el potencial que la misión y su ejecución tenían, cargándose el final al quitarle toda la fuerza dramática por no saber a qué atender y fijarse demasiado en las explosiones y no en lo heroico (aunque quizás era la intención precisamente el no convertirlos en héroes, lo que explicaría el final de Tony (Peter Hooten)).

Eso sí, el trabajo de edición también cobra importancia en ese tramo final, especialmente con todo el montaje paralelo que no acaba de conseguir contar correctamente todas las historias, y pierde en cierto modo al espectador entre ellas (aunque es difícil no entender qué ocurre, y es esa simplicidad la que salva al montador del linchamiento). Destacaría aquí negativamente las escenas a cámara lenta, con un sentido dramático nulo y que solo evidencian más los trucos del cine, sacando al espectador de la película.

No obstante, el montaje del resto del film sí que se presenta casi sin problemas, a excepción de errores que parecen más de falta de metraje que de técnica en la cabina. Este mismo problema parece evidenciarse en el sonido, en ocasiones demasiado desincronizado en los diálogos (aunque por lo general bien cuadrado), y con algunos folies bastante cantosos como el mordisco a la manzana para romper un cuello, pero también dentro de lo salvable en general.

Las actuaciones, por su parte, en el límite, siendo salvables gracias al tipo de cinta de que se trata, especialmente en el caso de Fred Williamson (de hecho unos años más tarde se estrenaría un remontaje haciéndolo protagonista absoluto, convirtiendo la película en una blaxploitation con el bonito nombre de G. I. Bro), con un personaje bastante simple (como todos aquí) y duro, pero que al menos logra ser creíble en su dureza. Bo Svenson, por su parte, otro de los más destacables, además de por el uso de 2 idiomas (la diferenciación de los idiomas que hablan las facciones aquí es tenida en cuenta, no como en tantas cintas del estilo), por la creación del personaje más complejo del film, aunque no convenza en muchos momentos. Por el resto destacaría a Michael Pergolani con su ladronzuelo chusco que al menos relaja la tensión del film, y a nadie más, por lo simple de sus personajes y lo limitado de las actuaciones.

Vamos, un film muy divertido que representa muy bien el espíritu de los Macaroni Combat, con sus explosiones y elementos exploitation, además de las típicas carencias y aciertos de la explotación italiana.








PUNTUACION

Originalidad/Riesgo: 7.0
Técnica: 7.0
Guión: 7.5
Actuación: 6.0

TOTAL: 7.0

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miércoles, septiembre 16, 2009

Grindhouse

Título: Grindhouse


Director: Robert Rodriguez / Quentin Tarantino / Rob Zombie / Edgar Wright / Eli Roth


Año: 2007


País: USA


Duración: 191











La cinta se divide en dos películas, que se basan en los estereotipos del cine exploitation para hacerle un homenaje, acompañadas por trailers falsos también orientados a este homenaje. Así, partimos de un trailer sobre un mexicano que se venga de los que lo traicionaron, para pasar a la primera película, donde a causa de un gas de origen militar, la población se va transformando en zombies, dependiendo toda la supervivencia de personajes muy variados entre los que destacan El Wray (Freddy Rodríguez) y su ex novia Cherry Darling (Rose MacGowan). Tras otros tres trailers, uno sobre mujeres lobo en el ejército nazi, otro de una casa donde los crímenes se cometen en cuanto los protagonistas hacen cualquier cosa y otro sobre asesinatos en el día de acción de gracias, se pasa a la segunda película, donde un doble de acción loco emplea su coche para asesinar a mujeres jóvenes.

Lo cierto es que la idea de una película homenaje a las grindhouse hecha a cuatro manos (más otras seis manos en los trailers) mediante dos fragmentos semiindependientes filmados y escritos al estilo de los films exploitation, me parece algo jodidamente grande, y especialmente si está conseguido del modo que la presente cinta lo está, dando el aspecto perfecto y logrando que, en un visionado en grupo, la experiencia sea completa para lo que representaban esas grindhouse. O al menos, a cómo nos las imaginamos los que no vivimos esa época pero aún así nos resulta interesante.

De este modo, en la sección dirigida por el sr. Rodríguez, se nos plantea una peli de zombies a la vieja usanza, que sería perfectamente plausible 25 o 30 años antes de su producción, bebiendo enormemente del sr. O’Bannon y su El Retorno De Los Muertos Vivientes en cuanto a la ambientación bastante festiva, la capacidad de los zombies para hablar aún estando contagiados y la presencia militar y origen de la enfermedad, aunque aquí no sólo buscan cerebros, retomando esto de La Noche De Los Muertos Vivientes y siguientes films de la saga del sr. Romero. Con esta base, en esta sección la estructura es canónica, repartiéndose el protagonismo entre varias tramas protagonizadas por tópicos como policías, el tipo duro y su novia o médicos, que van a desembocar a un punto común de cara a la defensa ante los zombies, usando en todo ello un tinte de exploitation sin límite, sirviendo como ejemplo de esto la metralleta en la pierna de Rose McGowan, o los zombies aniquilados con el helicóptero, cosa muy divertida que curiosamente también aparecería en 28 Semanas Después, estrenada el mismo año (y no se quien copió a quien la idea).

A pesar de todo ello, el ritmo se resiente en ciertos momentos, debido a la falta de personalidad de algunos de los personajes y a la repetición en que se cae al explicar todas las partes dramáticas y dejar bastante de lado el leitmotiv básico que son los zombies. Aún así, mediante el juego con la película gastada y las malas condiciones en que estaban las películas de las grindhouse, se llega a un punto muy interesante narrativamente, especialmente en cuanto al rollo perdido, empleado de un modo que sencillamente, nos lleva a lo que nos interesa y se deja de zarandajas. Una pena que en el fragmento del sr. Tarantino este guiño esté mucho menos conseguido y la elipsis que supone no esté tan bien aprovechada.

Y es que el fragmento de Tarantino sí alcanza un ritmo más interesante, moviéndose entre los films de coches como sería Punto Límite: Cero o 60 Segundos, que los personajes citan constantemente (con una buena rajada al remake de 60 segundos incluída), o Convoy, de donde sale el pato que lleva Stuntman Mike (Kurt Russell) en su coche, pero con una gran influencia de las pelis de asesinos como los giallos (sirvan El Pájaro De Las Plumas De Cristal o Torso como ejemplos), y de las pelis del sr. Meyer por sus protagonistas fuertes y decididas (y aquí citaría Faster, Pussycat! Kill! Kill! por aquello de la similitud temática y también por la camiseta que lleva Shanna (Jordan Ladd) con una imagen de Tura Satana). Aquí la estructura se presenta más alterada, formando un film con más importancia y marca de autor que lo que sería Planet Terror, puesto que se segmentaría en dos pedazos, cada uno con su presentación, su nudo y su desenlace para explicarnos el primero quien es exactamente Suntman Mike y el segundo mostrarnos el encontronazo de las chicas con él. El problema que presenta esta segunda película es el riesgo a que el espectador no sepa con quién identificarse y se desoriente, al desaparecer casi absolutamente al que teníamos por protagonista en la segunda mitad, aunque al final acabe apareciendo.

Todo esto se presenta con grandes guiños entre ambos segmentos, y así el hospital y la doctora Block (Marley Shenton) aparecen en ambas, o en la radio de Planet Terror se dedica un tema a Jungle Julia (Sydney Tamiia Poitier), que veremos morir después en Death Proof, situando así cronológicamente antes Death Proof que Planet Terror pero ambientadas en un mundo común. Otro caso sería el de actores que salen en ambas en distintos papeles, como es el caso de Rose MacGowan o el propio Tarantino, jugando todo ello con el espíritu de las exploitation y su recurrencia actoral.

Y no podemos olvidar los trailers falsos, que están ahí finalizando la experiencia, dando mucha importancia al bizarrismo de la mezcla de ideas de las exploitations como es el caso del fragmento dirigido por Rob Zombie, a camino entre Ilsa, La Loba De Las SS y Werewolves On Wheels, o el trailer de Machete, que mezcla películas como La Ley De Murphy con Desperado en lo que se podría denominar mexploitation de acción (como si Desperado no lo fuese). Además, estos trailers siguen los mismos juegos con las referencias a un mismo mundo y actores comunes que las películas, y resaltando también el anuncio de comida de los Acuña Brothers, referencia directa a Rolling Thunder.

Técnicamente, todo el conjunto está marcado por el juego con la mala calidad de las copias que se exhibían, remarcándose todo lo dirigido por Rodríguez, tremendamente gastado, y empleando precisamente estos defectos para recalcar momentos del guión, o zonas de la pantalla, y dando mucha más tensión en determinadas escenas sencillamente introduciendo suciedad o variando el color del tinte, como es el caso del momento final de Bruce Willis, consiguiendo así una personalidad muy propia empleando de modo inteligente estos aspectos. En la parte de Tarantino este aspecto se cuida menos, y salvo el grano y ciertas partes quemadas, apenas cobra importancia, y de hecho no consigue emplearlo para jugar con ello narrativamente, sino que se queda en algo meramente estético.

Además en Planet Terror se nos plantea un film con muchos efectos, muy bien logrados, puesto que cosas como la pierna amputada y sus accesorios parecen muy creíbles, aunque el CGI cante en algunas ocasiones, como es el caso de los zombies derritiéndose, cosa que se oculta también con la película gastada en más de una ocasión. La ambientación y la fotografía lograda aquí, como decía antes, bebe muchísimo de los zombies del sr. O’Bannon, pero también en cierto modo de los del sr. Fulci en Nueva York Bajo El Terror De Los Zombi, Miedo En La Ciudad De Los Muertos Vivientes o Zombie 3. El montaje juega con las distintas tramas, estableciéndose excesivamente en paralelo, sin dejar que la trama evolucione demasiado bien cronológicamente, principal error del ritmo que presenta. Destacar la música, por supuesto compuesta por el propio Rodriguez, y que bebe directamente de la música de los Goblin, esencial para la evolución del género, pero con una cierta personalidad que ayuda a la ambientación texana del guión.

Death Proof por su parte se orienta más hacia un cine donde priman los diálogos, y de hecho, es con lo que juega principalmente, introduciéndonos en la historia mediante juegos de planos muy largos en tiempo donde solo hablan, destacándose las secuencias de carretera, filmadas con un muy buen trabajo de los dobles o de los efectos (momentos en los que Zoe (Zoe Bell) parece estar encima del coche todo el tiempo, aguantando embestidas, y saltos como el del final, similar a los de Dirty Mary, Crazy Larry o El Sheriff Chiflado son ejemplos de esto), trabajo que se muestra en cámara, dando mucha más tensión gracias a ello a estas escenas. La fotografía juega con un aspecto muy claro, permitiéndonos ver todo en casi todo momento, aunque con muchas partes con fondos muy poco importantes o directamente desenfocados, muy en la línea de Tarantino y de muchos films exploitation. Destaca también el hecho de que algunos focos se hacen muy evidentes, cosa que ocurre también en Planet Terror, y que logra hacer más guiños a las cagadas técnicas. La música, también muy importante, aunque acompañando mucho más que mostrándose por encima de la historia, sigue el estilo habitual de los films de Tarantino con esa mezcla de estilos con temas clásicos principalmente sacados de los setenta, como sería Jeepster, de T. Rex.

En los trailers, el aspecto técnico está también muy trabajado en la intención de seguir con los homenajes a la exploitation, y así, destacaría negativamente Don’t, el dirigido por el sr. Wright, que no llega a tomarse en serio, y no define nada la película que se trata, recordándome a trailers como el de Tick…Tick…Tick… por la repetición cansina de motivos. El del sr. Zombie resulta excesivamente limpio y moderno, y el del sr. Roth sí consigue resultar exploitation en Thanksgiving, recordándome en su fotografía y asesinatos rituales extraños a El Hombre De Mimbre.

A nivel interpretativo, la parte de Rodríguez es la más floja, destacando positivamente Rose MacGowan y Freddy Rodríguez, especialmente ella en su evolución, y él en su dureza siempre divertida y exagerada. No obstante, el resto de personajes son mucho más flojos y así, por ejemplo, Josh Brolin fuerza mucho su personaje, sin saber definir su personalidad en ningún momento más allá del guión, cosa similar a la que le ocurre a Michael Biehn, quien exagera de un modo tremendo al sheriff y su odio irracional hacia El Wray (Freddy Rodríguez). En Death Proof, las actuaciones resultan más comedidas y naturales, también porque la historia lo requiere. De todos modos, Tracie Thoms en su estereotipo de negra sí lo exagera enormemente perdiendo credibilidad y contrastando con el resto (aunque dándole protagonismo, todo hay que decirlo) y Kurt Russell tampoco acaba de crear correctamente a Stuntman Mike, faltándole mucho de locura para lo que es el personaje. Como ya hice antes, destacaría a Zoe Bell, que aunque no se sobre dramáticamente, si muestra un muy buen trabajo en las escenas de acción (para eso es doble).

En resumen, una obra de homenaje para todo el cine exploitation y las dobles sesiones que dan nombre a la misma, muy divertida de ver para los zinéfagos en sus juegos referenciales y con un visionado colectivo más que interesante para comprender el espíritu de las salas Grindhouse, que es una pena no haber disfrutado en las salas de casi ningún lado.







PUNTUACION

Originalidad/Riesgo: 9.0
Técnica: 8.5
Guión: 8.0
Actuación: 6.5

TOTAL: 8.0

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martes, septiembre 15, 2009

El Pájaro De Las Plumas De Cristal

Título: L'Uccello Dalle Piume Di Cristallo


Director: Dario Argento


Año: 1970


País: Italia / República Federal Alemana


Duración: 93












En un pueblo italiano empiezan a morir mujeres misteriosamente. Tras ver en una casa un forcejeo entre un hombre y una mujer que se salda con la mujer ensangrentada y medio muerta, el escritor Sam Dalmas (Tony Musante) acaba interesándose por el caso, llegando a obsesionarse para poder entender qué era lo que había visto exactamente, puesto que no lo recuerda con exactitud y sabe que solo logrando recordar encontrará la clave del misterio.

Siempre es una jodienda cuando tenemos la sensación de que se nos olvida algo, pero no somos capaces de recordar de qué se trata por mucho que le demos vueltas y más vueltas al asunto. Y si esto se relaciona con un asesinato, y probablemente tiene que ver con algún dato importante, todavía más. Supongo que a ustedes también les ha pasado y saben de lo que hablo. Y si no, con films como el presente o Recuerda pueden hacerse una ligera idea sin tener que pasar por el engorro de tener relación con un crimen real.

A pesar de una idea básica tan sencilla y aparentemente favorable para el suspense, se establece un guión que se retuerce sin demasiado sentido olvidando premisas que se habían sentado previamente, como es el hecho de que el asesino fotografiara a las víctimas antes de matarlas, similar a El Fotógrafo Del Pánico pero sin la cámara como elemento esencial para el asesinato, y que a mitad de peli, pierde toda su importancia y deja de aparecer, o no logrando crear unos comportamientos nada lógicos por parte de los protagonistas, como el ni intentar cargarse los cristales de la galería de arte por parte de Sam Dalmas o no gritar por la ventana de los barrotes por parte de Julia (Suzy Kendall), ideas que ayudan al suspense, pero se cargan la suspensión de incredulidad, pudiedo zafarse fácilmente con el hecho de que los cristales no se rompieran y nadie la escuchara respectivamente.

Además, también se comete un error al no acabar de crear un suspense excesivamente grande en el espectador, puesto que los datos que tiene son ínfimos, y todo apunta a que el asesino puede ser cualquiera, incluso algún personaje no conocido en el resto de la película, perdiendo con esto la posibilidad de obligarle a plantearse quien puede ser el asesino, y cuales sus motivaciones, etc. Y a esto se le suma que la linealidad de la peli solo le permite avanzar en su tramo final, después de perderse en un cúmulo absurdo de McGuffins y trampas, consiguiendo como resultado de todo esto que en lugar de plantearle un reto al espectador, solamente le guía por la búsqueda con un ritmo que es lo más destacable del relato, puesto que varía constantemente, pero no pierde en absoluto al espectador.

A nivel técnico, lo más destacable es la fotografía, sencilla pero efectiva, con algunos momentos casi en búsqueda del expresionismo con las luces, pero sin atreverse a romper totalmente, y chocando en ocasiones entre planos por culpa de ciertos errores de raccord creados por culpa de montar planos especialmente trabajados al lado de planos que sencillamente se iluminaban y encuadraban para mostrar la acción.

De todos modos, se consigue una ambientación bastante correcta, muy sobria y hasta cierto punto austera, pero permitiendo percibir un poco de sordidez en el aspecto general del film, que cuaja muy bien con la historia que se narra. Aún así, no se logra introducir al espectador en la historia ni crear ninguna catarsis, fallando la narrativa de ser excesivamente fría. Y salvo los errores de raccord que citaba más arriba, el montaje está en un nivel aceptable y correcto, logrando un ritmo bastante favorecedor, y en especial en relación a las carencias rítmicas y argumentales con que contaba el guión.

Desde el sonido, unos cuantos momentos que se nota especialmente el doblaje, pero que de todos modos admito que está bien sincronizado, fallando en la música, ya que al final de la película se ha escuchado en demasiadas ocasiones, perdiendo su motivación dramática, y dejando de este modo de aportar nada al espectador ni al desarrollo del film.

Las actuaciones, pese al doblaje, se quedan bastante frías e insustanciales, quedándose los personajes totalmente vacíos, con Tony Musante en un personaje que no tiene nada de carisma ni provoca ninguna empatía, dedicándose sencillamente a hacer un papel de un modo supuestamente solvente, pero sin llegar a ello. Algo parecido le pasa a Suzy Kendall, y solo destacaría un poco por encima a Enrico Maria Salerno y Renato Romano, quienes al menos logran que sus personajes tengan algo de interés, aunque sin sobrarse precisamente en sus interpretaciones.

Vamos, una película que no aporta mucho, a pesar de tener algunas buenas ideas tanto en guión como en la cuestión técnica, pero con muchos más errores que aciertos y, sobre todo, un exceso de frialdad narrativa.








PUNTUACION

Originalidad/Riesgo: 7.5
Técnica: 6.5
Guión: 5.0
Actuación: 6.0

TOTAL: 6.0

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domingo, septiembre 13, 2009

Punto Límite: Cero

Título: Vanishing Point


Director: Richard C. Sarafian


Año: 1971


País: USA / Reino Unido


Duración: 95












El trabajo de Kowalski (Barry Newman) consiste en llevar coches de una ciudad a otra. A pesar de tener tiempo más que suficiente, un día decide correr desde Colorado a San Francisco llevando un Dodge Challenger del 70. La policía, como es lógico, empezará a perseguirlo, y Kowalski no hará más que encontrarse gente que lo apoya, gente como Super Soul (Cleavon Little), un DJ de radio que se comunica con él para decirle donde está la policía.

Cruzar Estados Unidos en coche debe ser algo realmente divertido. Conducir por esas rectas interminables, a través de desiertos inmensos, con un sol abrasador… Casi tan divertido como cruzar Australia, vamos. Lo que sí es seguro es que ver gente haciéndolo lo es, ya sea en carreras violentas como en La Carrera De La Muerte Del Año 2000, persiguiendo maleantes precisamente en Australia como en Mad Max, o escapando de la policía como ocurre aquí.

Lo que se nos presenta, bajo esta idea de la carsploitation, es una película muy directa, que casi se conforma como una road movie (tampoco es que sea muy raro el mezclar carsploitation y road movies, la verdad), en la cual no se pretende hacer simpatizar al espectador con el protagonista por medio de grandes discursos sobre quién es ni de sus motivaciones, sino que sencillamente se le salpica de vez en cuando alguna información sobre el pasado de Kowalski por medio de flashbacks puntuales y sobre su personalidad en unos cuantos diálogos, dejando de este modo un personaje distante, convirtiéndolo en cierto modo en un héroe al que vemos desde fuera, pudiendo así admirarlo y apoyarlo, a pesar de ser sencillamente alguien que no sabemos ni qué pretende demostrar con lo que hace, si es que intenta demostrar algo.

Esto se consigue en base a una eliminación ya de entrada de los preceptos narrativos clásicos, arrancando con un flashback que nos lleva desde el final hasta el comienzo del camino, saltándose todo el proceso de presentación para introducirnos directamente en el nudo. De hecho, incluso en el final (que me encanta), la destrucción de los cánones narrativos es brutal, definiéndose todo en cuestión de unos segundos, y dejando de este modo todo el tiempo de película para el nudo, que de hecho, es tan simple como un hombre que escapa, unos policías que lo persiguen, y una gente que lo ayuda en su camino. De hecho, es en esta gente del camino donde se establece todo el trazo dramático de la acción, por medio de la radio que lo ayuda, como unos años después se copiaría en The Warriors, o en momentos como el semichiste de mariquitas que, francamente, está metido con calzador, aunque se agradece que por aquel entonces se pudiera tener libertad para hacerlos sin que las asociaciones se echaran encima por discriminación.

Esto plantea un cierto problema, puesto que los giros aquí apenas tienen fuerza, debido a la linealidad y la poca escapatoria que tiene la historia de por sí, por lo que hay momentos en los cuales el ritmo puede llegar a resultar cansino para el espectador, especialmente en las partes que transcurren simplemente en la carretera corriendo sin más (aunque esto también es favorable, ya que el protagonista también debería aburrirse y está bien el mostrarlo). Otra pega sería la eliminación de las noches, que nos deja con la duda de qué ocurre en ellas. Son demasiadas horas desaparecidas directamente de la historia, supongo que en pos de abaratar costes de iluminación, pero que es una pena perder.

Este abaratamiento de costes, por desgracia, también se hace evidente en otras partes del metraje, donde el montaje pasa todo el trabajo para hacernos sentir la emoción de la conducción y el enfrentamiento directo en carretera, en lugar de haber arriesgado el físico y los coches para poder dar una muestra filmada realmente y no solo crearla en nuestra imaginación. De todos modos, contando con esta intención (o pocos medios), la dirección se plantea de un modo bastante correcto, sobrepasándose no obstante en los planos de los elementos que rodean, como la gente que observa la persecución, perdiendo un poco toda la diversión de la misma.

El montaje busca un ritmo bastante lento y pausado, sorprendente en relación a la velocidad que se supone que transmite la historia, y también resulta en ocasiones excesivamente extraño al no seguir del todo los coches, y hacer cambios de plano más en relación al ritmo de la música, aunque en la pantalla ya no veamos más que un montón de cosas desenfocadas, sacando de este modo de la historia, y aumentando la sensación de que sencillamente es algo que estamos viendo, no intentando meternos en el interior y catartizar, pero también cargándose con esto mucha de la emoción que podría provocar la historia.

Una música que está bastante bien introducida, cuajando de un modo correcto en la historia, ayudando en el aumento y mantenimiento del ritmo, y a la que le echaría en cara el cortarse de golpe junto con el montaje en más de una ocasión, chocando de frente el espectador con esos cortes. Además, se muestra habitualmente como música diegética, pero se hace evidente que está metida a posteriori al no escuchar otros sonidos de lo que ocurre ante la cámara.

Respecto a las actuaciones, es comparable la longitud al espectador con la que se mantiene Barry Newman, que se queda excesivamente frío en demasiadas ocasiones, y por miedo a no forzar, no acaba de mostrar a Kowalski como todo lo profundo que debería, frente a la cercanía que propone Cleavon Little, cuya interpretación de locutor es más que aceptable, a pesar de no ser tan convincente en su rasgo de ser ciego. El resto, apenas tienen tiempo en pantalla para poder hacer nada, y solamente aprovechan para no cagarla. A excepción, eso sí, de Anthony James, que con su personaje de gay atracador solo se fuerza y no resulta en absoluto interesante.

Vamos, un film que resulta entretenido a pesar de su ritmo lento y de ciertos errores tanto de guión como técnicos, que no le restan más puntos de los que le dan los aciertos que tiene, donde destaca el planteamiento básico de la narrativa a seguir.








PUNTUACION

Originalidad/Riesgo: 9.0
Técnica: 7.5
Guión: 8.0
Actuación: 7.0

TOTAL: 8.0

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viernes, septiembre 11, 2009

La Indecente Mary Y Larry El Loco

Título: Dirty Mary Crazy Larry


Director: John Hough


Año: 1974


País: USA


Duración: 93












Tras robar un supermercado secuestrando a la familia del encargado, Larry (Peter Fonda) y Roarke (Deke Sommers) tienen planeado escapar para presentarse en la NASCAR como corredor y mecánico respectivamente. Pero todo el plan se complica cuando Mary (Susan George), la novia de Larry, se sube también al coche y empieza a discutir todo. Y por su lado, el Capitán Kenneth Tobey (Carl Donahue) intenta cazarlos en una autodemostración de poder como estratega.

Las persecuciones de coches suelen ser muy divertidas. Y si no, miren lo interesantes y entretenidas que son las grabadas por la policía, aún a pesar de su nulo tratamiento dramático en relación con el mundo de la ficción. Por eso tantas películas las han empleado, y sobre todo en esa década de los setenta, donde la diversión era lo que más importaba de cara a hacer cine, con ejemplos como Vanishing Point, 60 Segundos, o la presente.

No obstante, aquí el divertimento que se podía llegar a lograr se diluye enormemente en un guión mal trabajado, donde no existen giros que despierten al espectador y que no acaba de explotar las posibilidades que la historia tiene con todo el enfrentamiento entre las fuerzas del orden y los protagonistas de la historia, teniendo muy poca fuerza y estando demasiado separados unos y otros, aparentando ser casi dos historias paralelas, en lugar de ser las dos partes de la misma.

En base a esto, el film resulta excesivamente lineal y repetitivo, intentando solucionar los errores de la falta de acción directa mediante los diálogos entre los personajes, con esa relación de amor-odio a tres bandas que se respira en el coche todo el tiempo, muy similar a la de odio y respeto que se le tiene al Capitán Tobey en la comisaría y que establece esa segunda trama que no ayuda a relajar del tiempo en carretera. Y el problema es que estos diálogos no acaban de ser ningún elemento especialmente brillante, y menos aún con el tono con que están interpretados.

Digo esto porque ni Peter Fonda, ni Susan George están en absoluto a la altura que deberían en relación a lo contradictorio de sus personajes, limitándose a declamar el texto, y en más de una ocasión (especialmente ella) forzando muchísimo la actuación, perdiendo toda la posible diversión que nos daría el texto. Deke Sommers, por su parte, está en un nivel más aceptable, consiguiendo el mejor papel de los 3 d el coche, haciéndose creíble y complejo en relación a lo que le rodea. Y lo mismo ocurre con Carl Donahue, que hace un papel correcto sin mucho más, pero que destaca entre todas las actuaciones que lo rodean en comisaría.

Tampoco desde la dirección se logra dar un sentido claro a la cinta, destacando positivamente toda la escena del robo, con una tensión bastante bien conseguida, pero quedando todo esto olvidado en todo el desarrollo posterior, donde ni se prima la diversión pajera propia de coches que viajan a toda hostia, ni la emoción de la persecución por ninguno de los dos lados, ni la relación que da título a la misma. De hecho, hay pinceladas de todo ello, pero no define ningún frente y ese es uno de sus principales problemas, al no lograr enganchar al espectador ni lograr dar fuerza a una historia que sí debería tenerla.

Eso sí, nos encontramos con una fotografía bastante buena donde, salvo algunos planos puntuales menos acertados (en alguno de los accidentes, pero supongo que el dinero también prohibía hacer lo que sería ideal), la estética se ve bien marcada en relación a las distintas partes que se nos cuentan, e incluso llegando a sacar planos realmente interesantes (citaría aquí la escena del helicóptero, en los planos interiores) con un montaje también bastante bueno que da el ritmo apropiado y nos hace olvidarnos de que está ahí, aunque con algunos errores de raccord bastante evidentes, probablemente relacionados con la falta de metraje del que tirar. En el sonido, destacar lo bien que suenan los motores, y poco más, ya que pasa de manera correcta, sin más alarde que el hacerse invisible y acompañar, que no es poco, sobre todo al no introducir música.

Por tanto, un film que podría llegar a ser mucho más de lo que es, si no fuera por la poca definición que logran el director y el guionista, además de las malas actuaciones. No obstante, son persecuciones de coches, así que hay unas cuantas escenas de conducción extrema, y el final es bastante bueno, aunque le falte lograr algo más el clímax.







PUNTUACION

Originalidad/Riesgo: 7.0
Técnica: 7.0
Guión: 6.0
Actuación: 5.5

TOTAL: 6.5

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miércoles, septiembre 09, 2009

Convoy

Título: Convoy


Director: Sam Peckinpah


Año: 1978


País: USA / UK


Duración: 110











Pato de Goma (Kris Kristofferson), Sex Machine (Burt Young) y Spider Mike (Franklyn Ajaye) son tres camioneros que terminan cazados a más velocidad de la debida por parte de un policía corrupto, Lyle (Ernest Borgnine). Más tarde, se lo encuentran en un bar, y allí comienzan a pelearse. Huyen tras dejarlo K.O. tanto a él como a otros dos que llegan, y en la huida cada vez se les irán uniendo más camiones, convirtiéndose el convoy en una cruzada que todo el país sigue, y mucha gente apoya, aún sin tener claras sus motivaciones.

Ya es raro el encontrar películas que nos lleven al mundo de los camioneros, de hecho, poco se me ocurre más allá de Los Caraduras, Yo, El Halcón o el capítulo de Los Simpson Máximo Homer-Esfuerzo. Lo mismo ocurre si pensamos en un guión que esté basado en una canción, que solo se viene a la cabeza Cantando Bajo La Lluvia, Yellow Submarine o, por supuesto, The Wall, basada no en una canción sino en un disco completo de Pink Floyd.

Y sin embargo, en esta ocasión, tenemos ambas cosas juntas, puesto que la canción en la que está basada, Convoy, va precisamente sobre camioneros, estructurándose la película en base a la misma, y creando una historia a través de la cual el protagonista va pasando por las vicisitudes que cantaba C. W. McCall. Es destacable en este sentido el tono que adquiere la película, con un guión muy ligero y en pos del disfrute sin más, dividiéndose los tres actos en relación a las estrofas, aunque mezclándolas un poco para buscar una mayor fuerza dramática.

De todos modos, debido a esta ligereza el guión peca en cierto modo de tirar hacia delante siguiendo la canción, dejando cabos sueltos y excediéndose con determinados golpes hacia adelante que se dan para evolucionar la historia, y que no hacen sino romper el ritmo al impedir la evolución natural. Por citar alguno y no hablar por hablar, podría poner por caso la elipsis del momento de la ducha, que si bien está bien explicado y se comprende, me tropieza en el salto que pega, al quedar forzado y romper el ritmo.

Con todo, el espíritu sencillo de comedia que transmite, recuerda a films como Los Locos Del Cannonball, pero combinándola con Punto Límite: Cero en el aspecto del líder anónimo del pueblo contra la ley, todo ello con esa misma característica de los viajes largos norteamericanos y del cine de coches de los setenta. A ello, se le suman ciertos momentos de tensión bastante bien logrados, jugando con la manía que se tienen Pato y Lyle, y algunos planos realmente interesantes respecto a la presentación del convoy (no me imagino encontrar todos esos camiones juntos en carretera) y especialmente en cuanto a introducirnos en la historia respecto al juego del suspense y de la subjetivización de ciertos momentos (el momento del puente sería un ejemplo de todo lo que estoy diciendo).

Una pena el tratamiento demasiado cómico de momentos como la pelea en el bar, con un montaje que evidencia enormemente la fragmentación entre los distintos planos, ayudando la música a perder fuerza en lugar de dársela. No obstante, esa escena está por debajo del resto en cuanto al montaje, donde sí consigue transmitir esa sencillez y diversión que el guión nos plantea, en conjunción con la canción original, sabiendo también organizar los momentos de las persecuciones y de los ratos en carretera de modo que no aburran y sin embargo queden explicados.

El sonido sí lo vería por debajo, especialmente las partes dobladas, o con voces metidas a posteriori, que contrastan demasiado con las partes de sonido directo, al estar mucho más claras y definidas, y en ocasiones ni siquiera aparentar ser la voz del mismo actor. La música, siempre presente, podría estar mejor introducida, puesto que no acaba de ser una banda sonora que ambiente demasiado bien, pero sin embargo me gusta el juego de presentación por medio de ella que se hace, al indicar las ciudades por las que pasan y el momento.

Y por la parte del elenco, Kris Kristofferson hace el típico papel de héroe solitario, con ese espíritu del cowboy (y esto lo cito directo de la película) típico, que soluciona por si mismo los problemas, y lo hace de un modo creíble, aunque en ocasiones aparente un exceso de dureza para lo que exige el personaje y haga perder esa credibilidad y ese espíritu de comedia del resto del film. Ali McGraw por su parte, no es que tenga grandes cagadas, pero no acaba de crear ningún personaje, y le falta fuerza y personalidad para lo que el guión exige en la compañera de Pato. De hecho, solo en las escenas que por guión se destaca queda patente que es una mujer fuerte e independiente. Ernest Borgnine, por su parte, sí logra adoptar el estilo que se le marca por guión, convirtiéndose en un estereotipo de malvado porque sí, de antagonista puro, con su punto histriónico de comedia, pero perdiendo al pasarse en ocasiones con este histrionismo y perder la credibilidad, al estar demasiado simplificado el personaje. Del resto, decir que en gran medida adoptan ese tono de comedia bastante bien, destacándose Franklyn Ajaye por ser mucho más comedido, especialmente en la cárcel, pero con algunos momentos forzados.

En resumen, una película bastante entretenida, de hombre contra el mundo, camiones, algo de tensión sexual, y en la que se puede ver alguna crítica social, aunque no sea lo principal que plantea el guión.







PUNTUACION

Originalidad/Riesgo: 7.0
Técnica: 7.5
Guión: 6.0
Actuación: 6.0

TOTAL: 6.5

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martes, septiembre 08, 2009

Kill Bill Volumen 1+2

Título: Kill Bill: Vol. 1


Director: Quentin Tarantino


Año: 2003


País: USA


Duración: 111












Título: Kill Bill: Vol. 2


Director: Quentin Tarantino


Año: 2004


País: USA


Duración: 136













Nuestra protagonista, a la que llamaremos La Novia (Uma Thurman), acaba de despertarse de un coma de cuatro años. Ahora no le queda nada, a excepción de la venganza contra aquellos que la dejaron en coma, matando a su novio y amigas en la capilla en la que se iban a casar, cuando ella estaba embarazada.

Antes de nada, indicar que considero absurdo el contemplar cualquiera de los dos volúmenes por separado, por lo que la crítica será contemplando todo como un solo film, con su principio y su final, no como una película y su secuela. Digo esto porque realmente la historia se plantea en relación al conjunto, y, a excepción del maravilloso continuará con que nos deja la primera y el resumen que se nos hace en la segunda, nada corta la historia.

Bueno, nada la corta más de lo que está de por sí, ya que el sr. Tarantino nos ofrece una muestra de flashbacks y escenas independientes que no dejan de mostrarnos que toda la historia ha sucedido y nada corresponde al presente, o quizás algunas sí, o en todo caso, solamente el último capítulo se presenta como tal, cosa que en realidad da lo mismo, puesto que todo ello forma un conjunto de experiencias de nuestra protagonista, sirviendo como explicación para la necesidad de asesinar a Bill, conociendo la historia de los personajes, entendiendo como llegaron a la situación narrada, y dejando cosas sin explicar pero permitiendo evidenciarlas mediante los diálogos, estableciendo una estructura de presentación, nudo y desenlace que abre ya con parte de acción, pero que realmente sigue el esquema clásico a través de los capítulos (aunque la presentación solo sea parcial, ya que se nos van ocultando datos de la historia y de los personajes que se nos presentarán más tarde)

Gracias a ello, esta fragmentación no se carga la historia general, ya que mediante todo el juego de flashbacks y elipsis se llega a un conjunto global que nos cuenta solo lo importante y esencial para la historia, especialmente las partes más violentas de la misma, y quedándose, en todo caso, falta de tiempo para poder conocer a los miembros del escuadrón tan en profundidad como llegamos a conocer a O-Ren Ishii (Lucy Liu) (pero bueno, esto elevaría todavía más la duración, que ya está en los 240 minutos y al menos se definen muy correctamente con sus acciones a lo largo de los capítulos). Además, juega con una acertada combinación de acción y diálogo, que se permite sus momentos de humor que, si bien no arrancan una carcajada, sí que sirven para relajar la tensión que va acumulando durante el desarrollo.

Todo esto se aprovecha en un constante homenaje al cine y un poco a la televisión, al anime y a los cómics, similar al que Tarantino ya había hecho en Pulp Fiction. Así, aquí lo que se encuentra son muchas referencias directas a modo de planos copiados (véase por ejemplo la secuencia de créditos de Samurai Fiction), detalles de los personajes (el parche en el ojo de Elle Driver, salido de Switchblade Sisters o de Thriller: A Cruel Picture, aunque en el ojo contrario, y con un estilismo mucho más cuidado (solo hay que pensar en el de enfermera con la cruz), el traje amarillo de La Novia, igualico que el que llevaba Bruce Lee en Juego Con La Muerte o los nombres en clave de la banda, sacados del universo Marvel, de la Sociedad Serpiente), personajes sacados directamente de otros lugares (Hattori Hanzo era un personaje de la serie Shadow Warriors), elementos de decorado (el póster de Mr. Majestyck de la caravana de Budd), músicas (la mítica de Five Fingers Of Death para los momentos de impresión, una pieza de Ennio Morricone oída en El Bueno, El Feo Y El Malo o el silbido de Twisted Nerve) o incluso homenajes variados como ocurre con Lady Snowblood, de donde sale mucha de la estética del capítulo de O-Ren Ishii, el plano de los asesinos mirando a La Novia medio muerta, la división en capítulos (aunque esto podría haber salido de unas cuantas más)… o con La Novia Ensangrentada, de donde sale el título del segundo capítulo… vamos, todo un compendio que pueden consultar más en profundidad aquí (aunque todavía falten referencias por catalogar, y otras no sean muy claras).

El problema, en todo caso, surge en el juego de ambientaciones que se hace, ya que cada una de las partes que conforman el conjunto van tomándose también como homenajes a estilos. Con esta diferencia, peca en cierto modo de alterar el ritmo entre las secuencias, pudiendo resultar algo cansado para el espectador todos esos altibajos que, no obstante, son adecuados a lo que se narra, especialmente desde el punto de vista de homenaje que se plantea desde el comienzo de la cinta, por lo que no es que sea algo malo, sino que cierra y concreta en cierto modo el público objetivo.

Toda esta ambientación y trabajo en puro homenaje, se logra en base a un más que evidente trabajo del director en todos los aspectos, desde el guión y la dirección de arte y vestuario hasta la fotografía, el montaje y el sonido, que se amoldan a la perfección en los distintos segmentos, siendo reseñables, por ejemplo, la secuencia del entrenamiento, que hace referencia directa al cine de los Shaw Bros. y pelis como Las 36 Cámaras De Shaolin, con todo el montón de zooms, desenfoques, el ritmo del montaje, el cantonés como idioma, etc. (resaltar en este aspecto que al principio nos avisa de que está grabada en Shaw Scope), la secuencia animada por Production I.G., el estudio que hizo Ghost In The Shell, o en el comienzo del Vol. 2, el resumen, que está altamente influenciado por el Hollywood clásico y películas como El Crepúsculo De Los Dioses o Eva Al Desnudo en esa interacción directa con el espectador para contar la historia, o la cámara en el coche haciendo evidente el fondo falso.

De este modo, apenas se aprecian errores en ninguno de los estilos que se toman, resultando un film, pese a todo, muy coherente y atractivo para el público general además de para el cinéfago, que es para el que está especialmente orientado. Le echaría en cara, de todos modos, la poca muestra y el exceso de dinamismo del montaje de las peleas, que evidencian la falta de capacidad de los actores para las artes marciales, y hacen perder credibilidad y espectáculo (aquí sí debería haber bebido más del cine de Kung Fu). Además, los efectos en cuanto a la sangre que sale a chorros (al estilo de Sanjuro) son muy divertidos y ayudan también en el estilo de cine de entretenimiento puro y duro que presenta el film en su conjunto, siendo algo cantosos (pero hecho esto a propósito) los falseamientos que ayudan en los saltos, especialmente en la pelea con los 88 maníacos.

A nivel actoral, tampoco faltan esos homenajes, y así, ahí están Sonny Chiba y Gordon Liu, además de gente ya habitual en el cine del sr. Tarantino como Michael Madsen o Uma Thurman. Una Uma Thurman que hace un rol de protagonista absoluta que en algún momento se le queda grande, pero logrando en líneas generales resultar muy interesante como mujer fuerte, segura y fría, como debe ser una asesina nata, teniendo mucha profundidad, ayudada por el relato evidentemente, y fallando en cierto modo en las coreografías de las peleas, que podrían ser muy superiores, especialmente la que tiene contra el personaje de Vivica A. Fox, Vernita Green, donde las ideas son buenas, pero no están demasiado bien interpretadas. David Carradine, por su parte, hace un papel decente, también con mucha profundidad, y humanizando mucho a su personaje, aunque quedándose algo corto en relación a lo que se podría llegar a hacer. El resto del plantel, que no iré citando uno a uno, en la misma línea, con un Michael Madsen que hace de tipo duro como lo hace él mismo, aunque debería ser más basura blanca para redondear el aspecto que tiene, y una Daryl Hannah que destaca sobre el resto consiguiendo hacer una mala absoluta, de la cual no acabamos de conocer las motivaciones, pero nos convence de que odia a la novia y que hay mucha más maldad y resentimiento en ella de la que podamos imaginar.

Por tanto, un film lleno de diversión en forma de violencia y venganza, así como de homenajes que los cinéfagos disfrutarán, y con un trabajo muy bien hecho desde detrás de las cámaras.








PUNTUACION

Originalidad/Riesgo: 8.5
Técnica: 9.0
Guión: 8.0
Actuación: 7.5

TOTAL: 8.0

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lunes, septiembre 07, 2009

Las 36 Cámaras De Shaolin

Título: 少林三十六房 (Shao Lin San Shi Liu Fang)


Director: Chia-Liang Liu


Año: 1978


País: Hong Kong


Duración: 115











Cuando los mongoles atacan la zona de Cantón para invadirla, San Te (Chia Hui Liu (AKA Gordon Liu)) y sus compañeros de clase no dudan en enfrentarse y apoyar a los rebeldes. Pero son descubiertos y perseguidos, acabando San Te en Shaolin para estudiar kung fu en un templo, con la intención de enseñárselo al pueblo más tarde para que se enfrente a la tiranía.

Que entrenar en el mundo de las artes marciales es duro y sacrificado, lo sabemos perfectamente. Films como El Luchador Manco o Five Fingers Of Death nos lo enseñaran ya. Pero todo se vuelve más duro en el momento en el que nos metemos dentro de un templo, con todas las normas que deben seguir a rajatabla para no recibir por parte de los superiores. Así que imagínense la parte correspondiente al entrenamiento de la presente cinta.

Porque por supuesto que sigue la estructura básica de casi todos los films de kung fu de los Shaw Bros., es decir:
- Los malos afrentan al protagonista y/o a sus seres queridos, y de rebote alguien querido muere (la muerte sería lo más accesorio).
- El protagonista se da cuenta de que todavía no puede enfrentarse a los malos, así que entrena con los mejores demostrando tener unas cualidades innatas impresionantes, a pesar de lo absurdo y cruel que parece dicho entrenamiento (lo del absurdo es famoso y ejemplar el de Karate Kid).
- El protagonista se enfrenta a los malos en un desenlace que influenció tremendamente el transcurrir de los videojuegos posteriores y la escalada de poder que tienen los enemigos en el orden en que nos atacan.

Con esta estructura canónica, se establece aquí una historia con política metida de por medio (y que de hecho se podría sacar hacia cuestiones basadas en la realidad, aunque sería algo sin demasiado sentido real, puesto que es una peli de entretenimiento y nada más), con una presentación muy clara, un entrenamiento de los más duros que he visto nunca (en especial el tema de las muñecas y el de los brazos), donde se centra una gran parte del film, mostrándose, para dar sentido a toda esta importancia del entrenamiento, todo el desarrollo y las motivaciones de los personajes, y sin dudar de la inteligencia del espectador en cuanto a ciertos sobreentendidos entre los personajes.

Gracias a esto, se establece un ritmo muy bueno a pesar de la simplicidad de la historia, pero cada una de las pruebas que supera el protagonista van creando su expectación en el espectador, no dando descanso en ningún momento, y logrando crear una acción bien entendida y con sentido narrativo y dramático.

También la dirección sigue los cánones de las pelis de los Shaw, dando un gran ritmo en base a mucho movimiento de cámara y mucho zoom aunque permitiendo ver con mucha precisión las peleas y las coreografías, en las que se monta solo cuando es necesario, y no en cada una de las hostias como estamos acostumbrados en tantas pelis de acción actuales.

A ello se le suma una ambientación muy creíble de la China rural del s. XVII, o al menos lo suficientemente creíble con ayuda de la suspensión de la incredulidad y el desconocimiento general que hay en occidente hacia aquella época y región. El sonido, excesivamente falso, pero logrando con ello crear un aire más épico a las luchas, y solo le echaría en cara algunas partes no perfectamente sincronizadas, que sí estropean un poco el conjunto.

Los actores, muy creíbles en sus coreografías, principal dificultad para ellos en el film, siendo bastante complejas, especialmente en la lucha que demostrará que el protagonista está preparado para ser maestro realmente. Además, destaca el trabajo dramático de Chia Hui Liu (AKA Gordon Liu), cuyo personaje evoluciona tremendamente a medida que ejecuta el entrenamiento, ya no a nivel físico sino también mental, haciendo así más creíble todo el conjunto del film, especialmente si tenemos en cuenta el bajo nivel dramático que este tipo de cintas suelen plantear. El resto de personajes tienen una importancia menor y una estructura más plana y simple, pero apoyan a la perfección el desarrollo de la historia. El principal defecto sería la edad que aparentan cuando todavía son estudiantes, que no acaba de colar.

Vamos, una cinta muy entretenida, que sigue los patrones canónicos de las películas de kung fu, pero sin embargo logra una personalidad especial al centrar tanto el entrenamiento dentro del templo Shaolin, y al quitarle importancia a la venganza.







PUNTUACION

Originalidad/Riesgo: 6.5
Técnica: 8.0
Guión: 8.5
Actuación: 8.0

TOTAL: 8.0

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viernes, septiembre 04, 2009

De Profesión Invencible (AKA Five Fingers Of Death)

Título: 天下第一拳 (Tian Xia Di Yi Quan)


Director: Chang-hwa Jeong


Año: 1972


País: Hong Kong


Duración: 104











El maestro de Chao Chih-Hao (Lieh Lo) decide que él ya está mayor para enseñarle, así que el muchacho debe ir a una escuela ubicada en la misma región pero en otra ciudad para poder seguir prosperando y de este modo poder vencer a los miembros de una escuela rival, quienes pretenden hacerse con el control de toda la región al vencer, mediante los trucos y traiciones que hagan falta, un campeonato que se celebrará en breve.

Sé que no seré original si ahora me pongo a criticar lo de los títulos traducidos al español de ciertas películas y ciertas épocas. No obstante, esta me parece una ocasión de las que lo hacen necesario. De los maravillosos títulos de Five Fingers Of Death (Los Cinco Dedos De La Muerte) o Iron Palm (La Palma de Hierro) que se podría haber sacado algo no solo bello estética y fonéticamente sino relacionado con el contenido del film, aquí se optó por hacer una libre interpretación de cara al mercado lo más extraña posible (y es que seamos francos, lo de "De Profesión Invencible" parece más apropiado para un film de acción americano con un exceso de humor en lugar del de una peli de artes marciales hongkonesa, así que no se quien podría realmente llegar a ver esto atraído por el título y apetecido por el contenido).

Pues bien, dejando de lado la absurda traducción y su poca lógica, el título español nos lleva a la sinopsis de este y tantos otros films de artes marciales hongkoneses, en los cuales sabemos desde un comienzo quién es el elegido, a quien se enfrentará al final del film, y en gran medida como se desarrollará la trama con la venganza siempre desde el punto de la violencia, la autosuperación en disciplina física (y por tanto espiritual) y en mucha menor dosis el amor como algo que está ahí para acabar de crear el final feliz como motivos principales.

Bien, pues con estos preceptos consabidos de las pelis del género, se nos presenta King Boxer (podría pasarme toda la crítica empleando distintos AKAs y aún se me quedarían en la manga varios). Lo más destacable respecto a estos tópicos es el hecho de que aquí la venganza no surge como el primer motivo, sino que realmente es la protección de la zona lo que lleva al protagonista a cambiar de maestro para llegar a ser el mejor luchador, frente a otros films mucho más centrados en esta venganza como leitmotiv, y si no piensen en Kárate A Muerte En Bangkok o Las 36 Cámaras De Shaolin.

No obstante, la narrativa que sigue es básicamente la misma que en todo el género. Con sus errores respecto a la utilización del tiempo narrativo en determinados momentos, al no enlazarse lo suficientemente bien la cantidad de violencia con la historia, que peca de un exceso de ingenuidad narrativa, o de exceso de complejidad, ya que la trama va caracoleando continuamente sin centrar en un objetivo básico el camino a seguir, pero sin permitirnos tampoco seguir contemplando el anterior giro desde el nuevo que da.

Por otro lado, también querría destacar el hecho de que la utilización de actores que no sabían demasiado de artes marciales pesa demasiado, ya que el montaje y la dirección se ven muy marcados por este hecho, perdiendo así en interés las coreografías, que sin embargo me parecen maravillosas en sus ideas, con sus buenos combates contra villanos armados, y de hecho en ocasiones contra hordas de ellos, saltos imposibles y golpes como el cabezazo en que es especialista uno de los secundarios.

En la cuestión de los personajes, sí cobra un gran interés la película, ya que todos ellos tienen una gran personalidad que los diferencia mutuamente, y de este modo nos obligan a quererlos u odiarlos, estando respaldados por unas actuaciones más que solventes para lo necesario en el aspecto dramático del film.

Querría hacer un apartado para destacar la música y los efectos de sonido, pero es que considero que sería excesivamente cínico hacerlo, cuando evidentemente no me habría fijado del mismo modo en ellos de no ser por los homenajes (o robos) que el sr. Tarantino le hizo en Kill Bill. No obstante, sí, tiene razones para haberlo hecho.

Por tanto, un film medianamente divertido, perfectamente característico del género de Kung Fu, con sus cosas buenas y sus cosas malas, despiporre de violencia y excesos respecto a ella, pero con su puntito dramático que nos hace creer y querer la historia.







PUNTUACION

Originalidad/Riesgo: 7.0
Técnica: 7.0
Guión: 7.0
Actuación: 7.0

TOTAL: 7.0

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jueves, septiembre 03, 2009

Samurai Fiction

Título: SF: Episode One


Director: Hiroyuki Nakano


Año: 1998


País: Japón


Duración: 111











Cuando en un clan samurai acogen como guardián de una katana de gran importancia a Kazamatsuri (Tomoyasu Hotei), un ronin al que apenas conocen, lo último que piensan es que éste la va a robar. Así sucede, y por ello Heishiro (Mitsuru Fukikoshi) se ofrece para ir a rescatarla, a pesar de no ser un samurai en absoluto al nivel de Kazamatsuri, por lo que acaba necesitando la ayuda de otro samurai pacifista, pero realmente bueno con la espada, Hanbei (Morio Kazama).

El cine de samurais es a la filmografía oriental, lo que el cine del oeste para la occidental. No es algo que esté inventándome yo, pero es importante recalcarlo de vez en cuando. Especialmente si recogemos obras readaptadas de un lado a otro, como sería Yojimbo con Por Un Puñado De Dólares o Los Siete Samurais con Los Siete Magníficos (qué sería del western sin el sr. Kurosawa), o obras que directamente combinan como es el caso de Sol Rojo, Sukiyaki Western Django o The Good, The Bad, The Weird.

En la presente, se ejerce un amago de desestructuración del género tal y como sucediera ya en occidente con el western, dando protagonismo a un samurai bastante inútil que no sirve para ser un ente individual y perfeccionado como tienden a presentársenos los samurais, sino que intenta recoger nuestro cariño precisamente en lo necesitado que está de ayuda para ejecutar su venganza. De este modo, la catarsis que consigue en el espectador es bastante nula, puesto que tampoco hablamos de una comedia pura, donde sí estaría justificado el personaje de cara a atraer al espectador, sino de una película que emplea ciertas dosis de humor para relajar la trama, ya bastante relajada de por sí, y en un aspecto de supuesta transgresión que no convence, al quedarse con demasiados elementos de los que supuestamente transgrede, que quedan, precisamente, con más calidad e interés que las transgresiones (por ejemplo, el samurai de verdad, Hanbei, tiene mucho más interés que Heishiro, el narrador y en principio protagonista de la historia).

Además, la historia se alarga excesivamente, teniendo bastante poca fuerza dramática en los giros, y dándole vueltas constantemente al argumento sin llevarlo a ningún lado, pecando de un exceso de superficialidad en la mayoría de escenas, al no profundizar en la historia, ni en la evolución de ningún personaje, dejándolo todo en una evidencia muy grande de lo que va a ocurrir, sin hacer sufrir al espectador. Todo esto acaba perjudicando al ritmo, al sobrar demasiada historia, especialmente si nos centramos en lo relativo a Kazamatsuri y qué es lo que hace por su lado. Lo más destacable respecto al guión es su inclusión de homenajes en los nombres de algunos personajes, al igual que ocurría en films como Mondo Zombie (y es que me parece mucha casualidad que aparezcan apellidos como Kurosawa, Suzuki o Mizoguchi)

En el aspecto técnico, también se procura un aspecto de transgresión mediante el uso del blanco y negro combinado con planos bastante poco clásicos e introduciendo el color en diversas ocasiones, especialmente para la violencia de las muertes. El problema es que salvo lo del color en las muertes, el resto no acaba de desarrollar en una lógica narrativa, y de hecho, en lugar de apoyar a la historia, saca al espectador de la misma al presentar planos que evidencian la presencia de la cámara al posicionarse en lugares meramente estéticos y destacar frente a la fotografía más clásica y austera que presenta el resto. De todos modos, admito que algunos de los planos logrados son realmente buenos, y cito, por ejemplo, aquellos que siguen a los personajes frontalmente por los caminos, o algún cenital de las peleas.

Desde el montaje tampoco se acaba de definir el ritmo correcto, y, dejando aparte los errores de raccord en relación a las posturas de los personajes que encontramos en más de una ocasión, tampoco llega a ayudar al desarrollo de la historia, aún sin ser excesivamente malo. Tampoco el sonido se acaba de situar correctamente, introduciendo música demasiado moderna como la electrónica o el rock para ambientar las peleas, dándole de ese modo otra vez la apariencia de transgresión y frescura, pero en realidad estropeando la sensación que podrían provocar las peleas a espada por sí mismas.

Y las actuaciones tampoco se quedan a un gran nivel, con un Mitsuru Fukikoshi que fuerza la actuación constantemente, con el tópico del personaje medio tonto e inútil de la comedia típica japonesa, pero sin llegar a hacer gracia con él, sino más bien pena. De hecho, la actuación, el personaje y el tiempo en pantalla acaban provocando mayor interés hacia Tomoyasu Hotei que por el protagonista, que aún así no acaba de presentarse como lo suficientemente frío ni acojona lo que debería. Morio Kazama sería quien mejor crea a su personaje, dándole profundidad y complejidad, al tiempo que lo hace creíble y lo suficientemente entrañable, convirtiéndose prácticamente en el protagonista de la cinta desde el momento en el que aparece. Y Tamaki Ogawa, sin grandes alardes, pero sin hacer tampoco un mal papel.

Por tanto, un film mediocre, que pretende ir mucho más allá de donde llega, y que podría resultar más entretenido en caso de haberse planteado con más corrección el estilo que se quería adoptar, porque ideas buenas, tiene unas cuantas.






PUNTUACION

Originalidad/Riesgo: 7.0
Técnica: 6.5
Guión: 6.5
Actuación: 6.0

TOTAL: 6.5

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martes, septiembre 01, 2009

Lady Snowblood

Título: 修羅雪姫 (Shurayukihime)


Director: Toshiya Fujita


Año: 1973


País: Japón


Duración: 97











Tras el asesinato de su marido y su hijo, Sayo (Miyoko Akaza) es violada, para posteriormente acabar en prisión cuando busca venganza. Por esto, decide tener un hijo, que se encargará de vengarse de los culpables de todo lo que le ocurrió. Pero quien nace es una hija, Yuki (Meiko Kaji), que de todos modos aprenderá todo lo necesario y se endurecerá para poder llevar la muerte en nombre de su madre.

La venganza es un eje fundamental sobre el que giran múltiples historias desde el comienzo del arte narrativo, y es que es una de las formas más básicas de justicia que se pueden concebir. Ya los griegos la usaban en obras como Electra y en su mitología existía Némesis, diosa de la venganza. Y una violación es una razón más que suficiente para encauzar el relato y hacer que el espectador moderno desee la venganza tanto como el personaje que la ejecuta (esto no viene de los griegos, ellos consideraban esa violación como algo comprensible y razonable). Debido a esto, la conjugación de violación y posterior venganza es más que tradicional dentro del mundo del cine. Podríamos citar ejemplos como Irreversible, La Última Casa A La Izquierda, Thriller: A Cruel Picture (aunque aquí influyen más cosas), Carne, Carne

Si a esto sumamos que en el cine oriental, como sabemos de sobras gracias a la mayoría de las obras de los Shaw Bros., o la trilogía de la venganza del sr. Park que la venganza es algo tradicional, era lógico que surgiera al menos una obra que combinara violación y venganza. Lo bueno es que además introduce sus partes de artes marciales, mucha sangre, y una protagonista femenina que en absoluto tiene nada que envidiar a los héroes masculinos fuertes y entrenados solo para matar.

La estructura del film se basa en una separación en capítulos que nos van creando al personaje, las vicisitudes que llevarán el sentido a la venganza, su entrenamiento, y, por supuesto, su viaje en busca de justicia. Mediante esta diferenciación de capítulos, y ayudándose de un narrador que nos sitúa constantemente, se excusa perfectamente la partición que existe en la historia entre esos momentos, partición que de hecho resulta algo agradable en lugar de desorientar al espectador como ocurre a menudo, y que sin duda bebe de la forma del manga original en que está basado el film.

De este modo, se nos sitúa desde un principio ya del lado de nuestra protagonista, deseando que acabe con los que arruinaron la vida de su madre, logrando una catarsis muy grande, como suele ocurrir en la mayoría de las películas de violaciones y venganza por los motivos que cité más arriba. Además, se juega perfectamente con la estructura temporal, presentando antes a Yuki y después explicándonos su historia en un flashback, dejándonos claro quien es, qué hace, y por qué le debemos dar la razón.

A todo esto le acompaña una fotografía tremendamente esteticista, que consigue algunos planos bellísimos, aprovechándose de los recursos naturales como bosques, acantilados o nieve para lograrla, y con un trabajo de iluminación francamente bueno (sirvan los 3 últimos planos para ilustrar todo esto). El montaje logra un ritmo muy bueno, pausando o acelerando en función de la acción, apoyando de este modo todo el desarrollo narrativo de la historia, y sin temor a mezclar la imagen real con dibujos fijos, experimentando de este modo con las formas de un modo muy interesante.

Los efectos, por su parte, destacan en lo desorbitado de los chorros de sangre que salen al estilo de Sanjuro, dando un aspecto mucho más irreal, pero no por ello menos interesante a todo el conjunto. El sonido, discreto pero ambientando de un modo correcto y sin errores, con una música que merece, al menos, mención.

Respecto a la gente de delante de las cámaras, decir que el nivel es muy alto, siendo unas actuaciones mucho más contenidas de lo habitual en el cine japonés, especialmente en el caso de Meiko Kaji, quien logra transformar a su personaje en alguien frío y que, tal y como le ha recomendado su maestro, olvida las cosas mundanas, y piensa solo en venganza. Y también destacable la actuación de Eiji Okada, a pesar del poco tiempo que tiene en pantalla, por lo cruel y sin embargo complejo que consigue llegar a presentársenos.

Así que ya ven, un film más que interesante, muy bien planteado técnicamente y bien escrito, a la par que violento y entretenido.






PUNTUACION

Originalidad/Riesgo: 8.0
Técnica: 8.5
Guión: 8.0
Actuación: 8.0

TOTAL: 8.0

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